Cuesta Rodadera, 1, 23400 Úbeda, Jaén
Teléfono: 687 77 72 30
Hemos pasado un estupendo fin de semana en dos ciudades históricas de la región de la Loma (Jaén) que invitan a realizar un viaje al Renacimiento. Apenas separadas por 8 km, Úbeda y Baeza comparten historia y van de la mano como hermanas gemelas. Al pasear por sus calles realizamos un viaje en el tiempo gracias a lo bien conservados que se encuentran sus conjuntos monumentales. Dos ciudades limitadas por los valles del Guadalquivir y del Guadalimar y rodeadas por océanos de olivos, que tanta riqueza han dado a la provincia.
Os propongo un fin de semana para conocer la zona y creo que dos días son suficientes para verlo todo y haceros una primera idea de lo que pudieron significar estas dos maravillas del Renacimiento español durante los siglos XVI y XVII. Lo primero que necesitáis para conocer bien estas bellas ciudades jienenses es un calzado cómodo que soporte el empedrado de sus calles y plazas. En ellas se percibe la amabilidad y hospitalidad de su gente, la tranquilidad de sus calles. Así que lo mejor es dejar el coche aparcado y perderse por sus callejones.
En el tema gastronómico nos vamos a centrar en Úbeda que fue nuestro centro base para saborear sus generosas y deliciosas tapas gratuitas, uno de los atractivos de esta ciudad a la hora de salir a comer. El casco antiguo de la ciudad está orientado al turismo y la promoción de un aceite de oliva de extraordinaria calidad. Salpicado de tabernas, decidimos que una buena forma de pasar el mediodía sería realizar un recorrido casual para conocer distintos locales de tapas.
El primer establecimiento que visitamos fue una pequeña tasca de moda que se llama “Al fondo hay sitio”, un nombre que le viene ideal porque tiene un aforo de poco más de 12 personas. Situado en el centro de Úbeda, este local responde exactamente al concepto de abacería, un lugar para degustar pequeñas exquisiteces. Cada tapa es un placer para el paladar y se nota la profesionalidad detrás de la barra. Muy interesante.
Fuimos a conocer la “Calle Melancolía”, una taberna situada en la calle Real y que está llena de motivos, carátulas de discos, imágenes, frases y merchandising de Joaquín Sabina. Seas fan de él o no, merece la pena echarle un vistazo. Es original y tiene mucho encanto. Nosotros tomamos un vermut de bodega y el camarero os pone tapa con la bebida. Además pedimos un exquisito pate de perdiz, muy habitual en esta zona. Sitio original y agradable.
Pero para sentarnos a comer elegimos el que puede ser el mejor local del centro, “La Tintorera”. En este bar podemos comer de tapas y raciones, pero no disponen de restaurante como tal. El bar es pequeño y siempre está lleno, es muy difícil coger sitio, a no ser que lleguéis temprano. Durante buena parte del año ponen terraza en la puerta, en la que quizás estaréis más cómodos, si el tiempo acompaña. La carta no es demasiado extensa pero todo lo que probamos estaba delicioso, como las mollejas de cordero que eran una maravilla. Buena carta de vinos y muy buena atención. La música es muy agradable y va muy acorde con el tipo de local.
Pero vamos a centrarnos en el que puede ser el mejor local de la ciudad de Úbeda. Restaurante Cantina la Estación abrió en 2005 y está regentado por Antonio José Cristofani Marín. En los fogones se encuentra Montse de la Torre. Buena comida y un trato cercano con todo aquel que se decida a entrar. Cantina La Estación es un restaurante con una decoración curiosa que recrea un lujoso vagón de tren con las ventanas simuladas por pantallas de TV. Al salón principal se accede por una angosta barra de pinchos a modo de estación con tentaciones en miniatura de la gastronomía jienense.
La carta está llena de recetas excepcionales elaboradas con los mejores productos naturales. Una carta que cambia constantemente, adaptándose a la temporada del año en la que nos encontremos. Degustación de aceites (como no podía ser de otra forma): todos muy acertados y con muy buen servicio del pan. De entrante podéis pedir Ensalada de bogavante, Ensaladilla rusa, Lingote de foie con manzana verde y queso de cabra o unas Mollejas de ternera sobre tallarines de sepia y crema de apio-nabo. Guisos y arroces con un tiempo de espera de 30 minutos y mínimo 2pax. Arroz caldoso de chipirones y carabineros o Andrajos de Úbeda por persona.
Parada en puerto de Mar con un extraordinario Bacalao confitado en AOVE picual con pisto casero y sabanita de panceta ibérica sobre yema de espárrago. Preguntar por el pescado del día. Estamos en Jaén y aquí hay que caer en la tentación del Cordero Segureño con cremoso de boniato. También son muy apetecibles otros platos de carne como la presa ibérica con salsa de mostaza y setas, Tostón dorado confitado en aceite o el lomo de jabalí con salsa al vino tinto. Un listado de postres para chuparse los dedos. No puede faltar una buena copa de su excelente carta de vinos. El servicio es muy esmerado y agradable. Tienen menú especial Renacimiento con “12 paradas”, un menú Renacimiento Nobleza Clero y Pueblo de “16 paradas”.
Descubre el Jaén monumental, descubre sus calles empedradas, admira sus monumentos, conoce a sus encantadoras gentes y, por supuesto, saborea sus suculentas delicias. Date un paseo por las dos villas más bonitas de esta provincia. Un extraordinario plan para una escapada de fin de semana. Volveremos seguro.