Plaza de la Alfalfa, 8, 41004 Sevilla
Teléfono: 649 77 92 36
Sois muchos los que me reprobáis que todas mis críticas son positivas, y siempre respondo lo mismo ” los locales que no me gustan no se publican en la web”. Es una opción que elegí desde los comienzos de la página. Pero a veces me encuentro algunos establecimientos que sin gustarme demasiado, le reconozco cierto mérito o me apetece ponerlos por otras circunstancias, como la originalidad de la propuesta, alguien que necesita un empujón por distintos motivos, etc. Pueden ser muchas las motivaciones (nunca económicas) para que yo decida escribir sobre un negocio, y en el caso de Alfalfa 8 tiene que ver con la juventud de los tres empresarios sevillanos que están detrás del proyecto. Manuel Montes, se formó en la Escuela Superior de Hostelería de Sevilla, y al volver a Sevilla, después de años trabajando fuera, se asoció con dos buenos amigos: los hermanos Pablo y Antonio Coronel, dueños de este local de la Alfalfa. Es importante motivar e incentivar a las nuevas generaciones para que inviertan en nuestra ciudad, poniendo en marcha negocios de calidad, que gusten al visitante y que interesen a los sevillanos, estimulando así la economía local.
Alfalfa 8 es un establecimiento hostelero abierto el verano pasado que contribuye a incrementar las opciones de un tapeo clásico en esta concurrida plaza del centro de la capital en la que las terrazas de los bares han sido testigos, a lo largo de los años y de varias remodelaciones, de cientos, miles, de conversaciones y ratos de ocio entre vecinos y turistas, y en la que los juegos de los niños alegran el ambiente. Estamos en un espacio de decoración sencilla y atractiva, con mesas bajas, plantas y mucha luz natural. La cocina acristalada a la vista del cliente. También hay una acogedora terraza que da al parque infantil de la plaza. No es fácil encontrar restaurantes que hagan cocina clásica. Con las modas de la cocina internacional, la fusión y la búsqueda de los sabores potentes, la tradición se pierde entre tanto estímulo. Alfalfa 8 recupera la cocina de los sabores de siempre y la actualiza, convirtiéndose en una casa de comidas moderna de base sevillana. Al frente de la cocina nos encontramos con Manuel Montes, un joven chef que ha retomado esa tradición por la elaboración de platos típicos, partiendo desde la base y sin recurrir a trucos.
Tapas de siempre que conviven con recetas más creativas adaptadas a los nuevos tiempos. Platos tradicionales andaluces que se ofrecen por tapas, en su mayoría, lo cual se agradece. Partiendo de una carta de base fija, Manuel y su equipo de cocina elaboran dos o tres platos fuera de carta cada semana que se adaptan al producto y la temporada, como el tataki de atún con alga wakame 12.90€ o el brioche de carrillá 12,90€ que probamos nosotros. La oferta comienza con chacinas diferentes como la tabla de ibéricos 16,00€. Tablas de quesos, acompañados de piñones, dátiles o nueces 16,00€. Tapas frías como ensaladilla de gambón 4,50€ o de melva 4,00€, tomate aliñao con melva 11,50€ o boquerones en vinagre 4,00€. Especialidades tipicamente sevillanas, como las espinacas 4,20€, carrillada 4,50€ o la carne con tomate 4,20€. Tienen montaditos (pringá, gambas con alioli o lomo al whisky) 4,20€. Pescado frito S/M y carnes como el lomo bajo (500gr) 33,90€. Los postres los elaboran ellos mismos: Flan de naranja, tocino de cielo o leche frita. Pequeña selección de vinos blancos como Nirio Verdejo o Los 3 pies al gato, y tinos como Cortijo Los Aguilares, Márquez y Bengoa o Zarco de Sevilla. Uno de los detalles a destacar de Alfalfa 8 es el servicio. Un equipo joven, muy amable y profesional. Nuestra cena para tres personas fue de 59,00€.
Siempre intento que cada artículo sea un ejercicio de objetivación, manteniéndome alejado para ver las situaciones con perspectiva. Se trata de contaros la verdad (aunque sea la mía) y no defraudar a mis lectores. Yo solo trato de valorar y juzgar el trabajo que se presenta al cliente, nunca a las personas. Vaya por delante que Alfalfa 8 es uno de esos locales de tapeo tradicional que siempre necesitaremos en nuestras vidas. Calidad a precios razonables, con una fórmula que funciona pero que no aporta nada nuevo al panorama gastronómico sevillano actual. Lo cierto es que tenía ganas de conocerlos y que todo en general en este negocio es adecuado, pero también es cierto que hemos encontrado un concepto que resulta aburrido, sin personalidad, y donde todo es bastante previsible, con platos bien presentados pero sin gracia. Un sitio correcto pero sin ninguna chispa, perfecto para tapear en el centro si tenéis niños pequeños, pero poco más. Así lo hemos percibido nosotros. De cualquier forma les deseamos toda la suerte del mundo para seguir adelante.