Calle Trabajo, 4, 41010 Sevilla
Teléfono: 854 64 70 06
En 1923 se construyó la fábrica de Mensaque Rodríguez y Cía. una industria asentada sobre los terrenos conocidos como Corral de las Moscas. Los terrenos anexos a la fábrica, propiedad de la compañía cerámica, fueron divididos en 243 parcelas destinadas a viviendas, conformando así el barrio Voluntad. Sus calles recibieron nombres alusivos a las cualidades de los ciudadanos que levantaron las edificaciones. Este barrio, considerado de carácter privado hasta 1960, comenzó la canalización de aguas y alcantarillado y su dotación de alumbrado público por aquellos años. Alberto, Fernando y Adolfo son nuevos en el Barrio Voluntad, esta zona de Triana situada entre Los Remedios y San Jacinto. Estos tres socios que acaban de poner en marcha Malasaña Triana, se conocieron trabajando y ahora comparten las ventajas y desventajas de ser emprendedores. Jóvenes con el arrojo y la energía propios de su momento vital, cuyo objetivo es ofrecer una alternativa de calidad con aires renovados. Mama Queen Café y Copas (su otro negocio), es el nexo de estos tres amigos que unen fuerzas para hacer barrio con un bonito negocio hostelero. Han tenido que solventar casi ocho meses de contratiempos hasta poder abrir las puertas de este establecimiento de la calle Trabajo. Un esfuerzo que ahora se ve recompensado con un proyecto fresco y atractivo, en él han puesto toda la ilusión y las ganas.
Después de una enorme reforma, Malasaña se presenta como un espacio abierto al barrio con grandes puertas plegables que unen la terraza con el salón interior. Suelos de diseño hidráulico, paredes en rojo granate y un jardín vertical al fondo rodeando un gran neón con el nombre del local. Sillas de ratán y mesas con tapa de madera, en un espacio con una bonita terraza junto a un pequeño jardín acotado que reduce el ruido y limpia el aire de una zona habitualmente saturada de tráfico. Mesas altas pegadas a las cristaleras y una barra de servicio delante de la cocina. En la parte superior, dos tanques de cerveza de bodega Estrella Galicia, sin pasteurizar y sin gas carbónico añadido, que llega a las copas a través de un dispensador con forma de tubería. La luz es agradable y la separación entre mesas suficiente para estar cómodos. Este equipo ha diseñado una carta asequible, fácil de leer, y con una estrategia de precios razonable para el barrio donde se encuentran. Aquí podréis degustar cocina tradicional mediterránea con toques actuales.
Tapas hechas al momento que comienzan con la ensaladilla de gambas, 3,70€, bravasaña 4,50€, provolone 6,90€, un exquisito brioche de costilla ahumada a baja temperatura, ensalada de burrata 8,50€ o gyozas de pato con salsa sweet chili 4,50€. Productos de abacería como la tabla de quesos nacionales 12,90€, plato de jamón de bellota, mojama 3,90€ o anchoas 00 de Santoña. Tostas como la de atún rojo de Barbate 6,50e o la de sardina y pesto 5,50€. Fritos como las croquetas de setas o de chipirón 3,90€ y pollo panko 4,20€. Entre los principales tenéis el risotto Malasaña de shitake 8,50€, tartar de atún rojo 9,20€, steak tartar, lubina con crema de marisco o carrillera con miel y pasas 5,90€. Carnes de calidad de Discarpe, como la pluma ibérica, lomo bajo o el tomahawk de vaca Frisona. De postre, brownie 5,50€, tarta de torrija 5,50€ o tarta de queso Payoyo 5,50€. Los vinos son de Viñafiel y de Martina Trader, con denominaciones como Rioja, Ribera, Rueda, D.O. Toro y Extremadura, vinos de Sierra Norte sevillana como Zancuo o Pinchaperas, Rosados y espumosos y vino de Sanlúcar a Chipiona como Manzanilla y Fino Micaela 2,00€ o Moscatel Dorado 2,00€.
Creo que todo el mundo debería pasar alguna vez en su vida por algún trabajo atendiendo al cliente: te hace ser más humano, más empático. La experiencia laboral de estos tres emprendedores que conforman Malasaña Triana, es clave para entender las características de este nuevo establecimiento. Ser empresario de hostelería aporta mucha vitalidad, ganas de mejorar y de no rendirse nunca, y la interacción con el cliente es siempre estimulante. El objetivo de este proyecto es consolidarse en un barrio que necesita alternativas hosteleras. Malasaña ofrece un ambiente cordial y distendido, en el que el cliente puede disfrutar de una estupenda experiencia gastronómica, con una presentación cuidada. Un negocio formado por un equipo de gente joven, con ganas de reivindicar los productos y la cocina de nuestra tierra, combinándola con técnicas modernas de elaboración. Una cocina sabrosa, dirigida a todos los públicos, que invita a ser compartida. Lo cierto es que nos ha gustado el concepto, el trato y el precio. Así que solo me queda recomendaros que vayáis a conocerlo.