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El arroz ha logrado, por méritos propios, erigirse como el aliado imprescindible de innumerables recetas. Su presencia aporta la estructura justa, se adapta con discreción a casi cualquier combinación, y, al mismo tiempo, se convierte en un elemento fundamental para equilibrar la intensidad de otros ingredientes en los platos que lo contienen. Las posibilidades de este grano, tan arraigado en la tradición culinaria andaluza, parecen no tener fin. Por ahora, nos detendremos en una propuesta original, de la mano de Víctor Rodríguez, un chef cuya trayectoria de más de cuatro décadas en la cocina, es testimonio de su maestría. El equipo de SoKarrat está formado por el propio Víctor, Jesús Guerra, dueño de la cervecería La Beata, como socio principal, y gestionando el trabajo diario, Fernando Casado, un hostelero de raza al que conocimos en el Asador Caravaca. La elección de abrir una arrocería surgió tras analizar la zona de Los Bermejales, que a pesar de su variada oferta, se dieron cuenta que carecía de un espacio dedicado a los arroces. Seguro de sí mismo, Víctor ha convertido su establecimiento en un lugar de referencia en Los Bermejales para todos aquellos que quieren conocer lo secretos del arroz. La confianza de este cocinero proviene de su dilatada experiencia tras haber trabajado en países como Estados Unidos (Taberna del Alabardero, Washington D.C.) o Portugal, acumulando todas las respuestas necesarias para enfrentarse a la elaboración de los diferentes arroces que componen su carta.
El interior de Sokarrat es acogedor, con un ambiente que invita a la intimidad. Equipado con unas siete mesas, el interior del local tiene capacidad para alrededor de 30 comensales, lo que favorece una atmósfera cálida y personal. La decoración se caracteriza por tonos naturales que buscan transmitir tranquilidad y armonía, creando un ambiente relajado y agradable. Las paredes, con papel pintado tipo “Naturaleza Jungla Tropical”, aporta un toque original y rompedor al conjunto, dando un aire fresco y moderno al espacio. La iluminación, suave y acogedora, proviene de lámparas de techo de mimbre que complementan perfectamente el estilo natural del lugar. Al frente del local, se encuentra una barra de servicio que, aunque no está destinada al consumo de los clientes, cumple una función esencial en el pase de los platos, ofreciendo una vista dinámica de la cocina en acción. En el exterior, la terraza amplía la capacidad del restaurante con espacio para unos 40 comensales adicionales, distribuidos en nueve mesas, lo que permite disfrutar al aire libre en un ambiente agradable.
Los arroces, por supuesto, son unos de sus fuertes, con ocho suculentas variedades: Meloso de carrillada 19€/2 pax, arroz a banda con alioli negro 16€, arroz meloso de cigala, rape y ajetes 19€, arroz de secreto, setas de cultivo y parmesano 18€, arroz negro con chocos y langostinos al ajillo 18€, arroz de rabo de toro 18€, arroz con alcachofas, conejo y garrafón 17€ o arroz con verduras y champiñones confitados 16€. Los arroces de Rodríguez son platos con carácter. Arroces de estilo levantino con una textura jugosa y un sabor muy marcado. Sus elaboraciones tienen un sello muy personal, pero lo más importante es que son absolutamente deliciosos. Un detalle peculiar es la ausencia de sal entre sus ingredientes, sustituida por un polvo que él mismo elabora, a base de verduras deshidratadas, huesos de carne y carcasas de marisco, complementado con caldos igualmente sin sal. Esta ausencia de sal no resta un ápice de sabor, que resulta incluso más intenso. Tan importante como los excelentes ingredientes y las fórmulas que maneja este avezado cocinero en su cocina, es lo que no tienen sus arroces… colorantes, aromas irreales y por supuesto nada de conservantes artificiales. El que probamos estaba preparado con carrillada, boletus y foie, con un intenso sabor a romero. Una de sus particularidades es que aromatiza el arroz con caldo en lugar de agua, como es tradicional en la paella valenciana. Aunque los arroces son la estrella de la carta, tienen otros platos como la ensaladilla de gambas 9,5€, alcachofas con foie y jamón 5€, canelón de capón sobre cuscús al curry 8,5€, huevos con patatas y langostinos al ajillo, huevos con tomate natural, morcilla y chorizo 14€ o pulpo brasa sobre parmentier de trufa 19€. Y para los carnívoros, Presa ibérica 24€, solomillo ibérico 22€, lagartito 14€, rabo de toro 16€, lomo bajo de Simmental 25€ o carrillada ibérica en su jugo 14€. De postre, torrija caramelizada con fresas. Nuestra cuenta para tres personas, vinos incluidos, fue de 94€.
Sokarrat no solo destaca por su propuesta culinaria de arroces excepcionales, sino también por su compromiso con la calidad y la autenticidad en cada uno de sus platos. En un ambiente sereno y acogedor, los comensales se sienten como en casa, disfrutando de una experiencia gastronómica que va más allá de una simple comida. En Sokarrat se celebra la tradición de la cocina andaluza con un toque personal, innovador y sin perder de vista la esencia de los ingredientes más frescos y naturales. Sin duda, esta arrocería se ha consolidado en tiempo récord como un referente en Los Bermejales, un barrio que sigue conquistando paladares y ofreciendo momentos memorables a todos sus vecinos y visitantes. Abren de martes a domingo, tanto al mediodía como por la noche. Gracias a Fernando y Víctor por su hospitalidad. Lo dejamos apuntado para volver a disfrutar de un buen arroz.
