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A veces, una intolerancia te empuja a explorar caminos insospechados. En mi caso, la intolerancia a la cafeína se convirtió en la puerta a un mundo fascinante: el del té, en todas sus formas y variedades. El té se ha convertido en mi refugio, una opción sublime que reemplaza al café cuando alguien me invita a compartir una taza caliente o cuando el calor del verano despierta mi deseo de algo refrescante. Su delicadeza y su vastedad, tanto en sabores como en aromas, lo han convertido en mi compañero fiel, siempre dispuesto a ofrecerme momentos de calma o energía, según lo dicte el momento. El té, una bebida milenaria, tiene una historia tan rica y profunda como los propios sabores que nos regala. Su origen se remonta a hace más de 5,000 años en China, donde, según la leyenda, el emperador Shen Nong descubrió por casualidad la infusión al caer unas hojas de té en su agua hirviendo. Desde ese momento, el té comenzó a cautivar a civilizaciones enteras, extendiéndose primero por Asia y luego por Europa, donde se convirtió en un símbolo de sofisticación y cultura. En Occidente, el té llegó a través de las rutas comerciales, siendo en gran parte responsable del famoso “tea time” británico y de los intercambios culturales que definieron una era. En cada rincón del mundo, el té ha sido mucho más que una bebida: es un ritual, una forma de conectarse con uno mismo y con los demás, de compartir momentos y emociones. Hoy, el té sigue siendo una de las bebidas más consumidas a nivel mundial, adaptándose y reinventándose en nuevas tendencias como el Bubble Tea.
Hoy conocemos un establecimiento de Bubble Tea situado en el Parque Empresarial PICA (Carretera Amarilla). Pero, ¿Qué es el Bubble Tea? Originario de Taiwán y con más de 40 años de antigüedad, el Bubble Tea es una bebida a base de té con bolitas de tapioca endulzadas o bolitas de gelatina con sabores que explotan en la boca al morderlas. Pero su magia reside en ser altamente personalizable, lo que da lugar a muchísimas combinaciones posibles, ¡todas ellas deliciosas! Para la base, puedes encontrar Bubble Tea con té rojo, té negro, té verde, té oolong, té assam y muchas variedades más. Quizá prefieras con leche, dada la gran variedad de alternativas que hoy existen: desnatada, sin lactosa, vegetales, saborizadas. Al frente de este espacio abierto en abril, encontramos una familia de empresarios chinos procedentes de Zhejiang, una provincia ubicada en la costa este de China que está profundamente ligada a la historia y la cultura del té, siendo uno de los centros más importantes para su producción. Esta región es famosa por su producción de té verde, especialmente el Longjing (Dragón Well), uno de los tés más prestigiosos y conocidos a nivel mundial. La decoración de Neneté es un contraste entre lo industrial y lo moderno. Desde el exterior, su fachada recuerda a una nave industrial que no anticipa lo acogedor que es su interior. Al cruzar la puerta, la atmósfera cambia por completo. El espacio se transforma en una cafetería contemporánea, con un ambiente cálido y relajado que invita a quedarse. Al frente, una barra de servicio flanqueada por una vitrina refrigerada que muestra una cuidada selección de pastelería, para disfrutar en el local o llevar a casa.
La carta comienza con los clásicos Milktea, como el té negro o verde con leche (4€), y opciones más exóticas como taro, matcha o chocolate (4€). Para quienes buscan algo más original, hay combinaciones únicas como el té con leche y tapioca popping (4,5€), matcha con azuki (4,8€), matcha con pudding (4,5€), o jazmín con leche acompañado de mango, fresa o arándanos (5€). Si prefieres té puro, el té negro o de jazmín está a 3,5€. Si no tomas teína, puedes optar por bebidas refrescantes como la leche con puré de taro y cristal (5€), leche con tapioca y azúcar moreno (5€), litchi fantasy (5€), peach explosión (5€) o, como mi elección personal, el coconut mango (5,5€). En la sección de Fruit Tea, podrás disfrutar del té verde o negro con lima (4€), passion tapioca-coco (5,5€), super vitamina C (5€), té verde con pomelo y popping cristal (5,5€), mango manía (5,3€), rey de limón (5€) o litchi con popping perla (5,3€). Los granizados son una delicia con opciones como litchi (5,5€), litchi cheese (5,8€), mango (5,5€), fresa (5,5€), strawberry cheese (5,8€), mango sagu (6,5€), taro freeze (5,5€), matcha freeze (5,5€) o chocolate freeze (5,5€). Además, no te puedes perder los granizados de Crème brûlée (6€). Puedes añadir deliciosos toppings como tapioca, gelatina de coco, azuki, crema de queso o puré de taro, con un incremento de entre 0,5 y 0,8€ al precio final. Además, podrás elegir el nivel de azúcar y el de hielo para personalizar aún más tu bebida. Para acompañar tu té o tu café, prueba alguno de sus exquisitos mochis: Cheesecake, chocolate, matcha, coco, oreo, sakura, mango, tiramisú o maracuyá, 3€ la unidad. También puedes optar por vasos de oreo, lotus, tartas de fresas o su famoso bizcocho de huevo, una delicia etérea (como si fuera una nube) perfecta para el té.
El Bubble Tea está conquistando el mundo gracias a su combinación única de té, leche, frutas y, por supuesto, las famosas perlas de tapioca. Su sabor y textura juegan un papel esencial, creando una experiencia sensorial que ha enamorado a miles de personas en todo el planeta. Este fenómeno, que empezó como una moda en las calles de Asia, ha evolucionado hasta convertirse en una tendencia global, ofreciendo infinitas opciones de sabores, combinaciones y toppings. Pero el Bubble Tea es más que una bebida: es un viaje cultural y emocional, una forma de disfrutar el presente mientras se conecta con una rica tradición de siglos de historia en la cultura del té. En este negocio, se han propuesto seguir la tradición de esta bebida ancestral, ofreciéndote no solo una taza de té, sino una experiencia que conecta historia, sabor y bienestar en cada sorbo. El Bubble Tea es refrescante, delicioso, sorprendente, divertido, adictivo y, sobre todo, irresistible. Una explosión de sabores, colores y texturas que convierte cada sorbo en una singular experiencia sensorial. ¡Una joya para los amantes de lo original y lo sabroso!
