Calle Recaredo 7, 41003 Sevilla
Teléfono 699959344
Fusionar la cocina italiana con la sevillana para crear una trattoria única en Sevilla, parece a priori una propuesta gastronómica innovadora que cautivaría tanto a locales como a turistas. Al combinar los sabores auténticos de Italia con la intensidad y frescura de la gastronomía andaluza, se pueden crear platos originales que fusionen lo mejor de ambas tradiciones culinarias. Este concepto no solo podría ofrecer una experiencia culinaria singular, sino que también destacaría por su ambiente, donde la tradición sevillana y la elegancia italiana se unen en cada rincón. Con creatividad y respeto por ambas cocinas, esa trattoria podría convertirse en un destino gastronómico único en la ciudad. Pues esa propuesta ya es una realidad en la Capital Hispalense. En La Nonna de Sevirol, un restaurante de fusión italo-sevillana, se sirven no solo platos, sino auténticos trozos de amor comestible, preparados por Fernando & Enzo. Junto con los mejores Spritz’s y cócteles de Sevirol, deleitarán vuestro paladar para comenzar este 2025 de la mejor manera. Con un producto de calidad, respeto por la tradición y maridajes naturales que cautivan hasta los paladares más exigentes, el restaurante ofrece una experiencia gastronómica excepcional. Todo ello, decorado con fotos de la familia italiana, como no podría ser de otra manera en una auténtica trattoria con un toque sevillano. En La Nonna de Sevirol, se combina la frescura de los ingredientes mediterráneos con la calidez de la cultura local, elaborando cada plato con mimo y tradición.
Al frente del proyecto se encuentran Fernando Guerra, empresario hostelero, y el chef internacional y amigo personal, Fernando Cattivelli, un milanés de corazón que, tras su paso por EE. UU. y Canadá, ha forjado su vasta trayectoria en las cocinas de Latinoamérica antes de llegar a Sevilla para trabajar en la Frida, entre otros establecimientos. Junto a Fernando encontramos a Enzo, maestro pizzero napolitano que contribuye al restaurante con su experiencia. Aunque no trabaja directamente en el local, su saber hacer es clave en la creación de las recetas y masas de las pizzas, asegurando auténticos sabores napolitanos. El nombre de la Nonna es un homenaje a la abuela de Fernando, y el apellido Sevirol es del partner publicitario y de bebidas del establecimiento. La escenografía del restaurante fusiona el encanto rústico sevillano con el espíritu de una trattoria tradicional italiana, ofreciendo un espacio acogedor y vibrante donde la autenticidad y la calidez se encuentran en cada rincón. La barra, que actúa como el corazón visual del local, está adornada con estanterías llenas de botellas de vino, evocando la tradición vinícola italiana y aportando una cálida paleta de colores. Los detalles en madera, las lámparas colgantes de metal oscuro y las paredes verdes envejecidas, evocan la estética artesanal propia de las casas de comida italianas más genuinas, mientras que los toques decorativos, como los jarrones con hierbas frescas, transmiten autenticidad, recordando la simpleza y frescura de los ingredientes en la cocina transalpina. El comedor está decorado con mesas cubiertas por manteles de colores cálidos, creando un ambiente familiar. Las plantas aportan vida y frescura al entorno, mientras que las paredes verde oliva generan una atmósfera relajada, ideal para disfrutar de una comida íntima al estilo de las trattorias italianas, donde la buena comida, la hospitalidad y la simplicidad son siempre protagonistas. Fuera, una buena terraza en la misma calle Recaredo, perfecta para disfrutar del buen tiempo.
El menú de la Nonna ofrece una amplia gama de platos que combinan la sencillez y variedad de la gastronomía andaluza, con lo mejor de la cocina tradicional italiana. Entre los entrantes, puedes disfrutar de la bruschetta de caponata vegana (3.50 €), con pan de masa madre y antipasto de berenjena, pimientos y aceitunas, o el Palacio de la burrata (12.00 €), con tomates de los Palacios, burrata y pesto genovés. También puedes probar las croquetas nonnisimas (4.99 €), con parmesano DOP y guanciale, o el arancini naranja frita (4.99 €), con puré de patatas, boloñesa y quesos. Para los platos principales, ofrecen el clásico vitel tone (12.00 €), ternera bañada en salsa de atún, anchoas, boquerones y alcaparras, o los gnocchi bravos (6.90 €), con salsa brava y alioli de ajo negro. También están el cucurucho del mar (7.90 €), una fritura sevillana, y otras opciones como pasta con bogavante (14.90 €) o al nero di seppia (15.90 €), ideal para quienes buscan algo más especial. Para los segundos, puedes optar por el pesce al cartoccio (17.90 €), un pescado cocido en papel, o la cotoletta de cordero (17.90 €), chuletas de cordero. En cuanto a pizzas, la Margherita (13.90 €) y la Ibérica (15.90 €), con carrillada ibérica guisada, son algunas opciones destacadas. Los postres incluyen tiramisú (6.90 €), pestiños (6.90 €) y la tarta caprese (6.90 €), entre otros. También se pueden degustar tablas de quesos y embutidos (12.90 €), con una selección de productos andaluces e italianos.
La carta de vinos ofrece una variada selección de blancos, tintos, rosados, espumosos y generosos de distintas regiones. Entre los blancos destacan Barredero (Condado de Huelva), Carrasviñas (Rueda) y Lavis (Trento), mientras que los tintos incluyen Gran Passione (Veneto), Arnaiz Roble (Ribera del Duero) y Chianti Fiasco (Toscana). También hay opciones espumosas como Maschio Dei Cavalieri Prosecco (Italia) y Lambrusco Giuseppe Verdi (Emilia Romagna). Los generosos incluyen el Moscatel Dorado de César Florido y el Palo Cortado 12 años (Jerez). Los precios varían entre 16,90 € y 59,90 € para las botellas más exclusivas. Toda la coctelería está hecha con base de Sevirol, una bebida hecha en la ciudad, con un aroma que evoca la esencia sevillana gracias a ingredientes como la naranja amarga, el azahar y once raíces diferentes. En resumen, con cada plato que crea, Fernando trae consigo no solo su herencia italiana, sino una visión personal de una cocina que cautiva los sentidos. Su arte convierte un bocado de pizza o un plato de pasta en una vivencia sensorial. Con una meticulosa selección de ingredientes, se asegura de que cada elaboración refleje la fusión de la autenticidad y la pasión de la tradición gastronómica italiana, con el sabroso y acogedor patrimonio culinario sevillano, creando una experiencia gastronómica que combina lo mejor de ambas culturas.
