Goze Garito Gourmet

Calle de San Juan Bosco, 26, 41710 Utrera
Teléfono: 660 04 08 91

La pujante escena hostelera de Utrera, a escasos treinta minutos de Sevilla, ha emergido como un polo de atracción para nuevas propuestas culinarias que combinan innovación, identidad local y una visión cosmopolita. Esta cercanía con la capital andaluza permite a la localidad nutrirse del dinamismo urbano sin perder su carácter singular. Así, Utrera se posiciona como un punto intermedio entre la tradición sevillana y las tendencias gastronómicas de vanguardia de la Capital. Desde hace unos años, el municipio ha comenzado a perfilarse como un destino culinario por derecho propio, atrayendo tanto al público local como a visitantes que buscan una experiencia diferente a la de los habituales circuitos de Sevilla. Este fenómeno ha permitido que proyectos gastronómicos con una fuerte impronta local florezcan con personalidad y creatividad. En este contexto nace Goze, una apuesta gastronómica que representa la evolución natural del Grupo Ruenca, formado por Rubén Morato, Enrique Montoya y Cayetano García. Tras el éxito de su primer proyecto, Zezeo, concebido como una reinterpretación del bar de tapas tradicional, los socios decidieron dar un paso más con un concepto más híbrido: cocina urbana de autor y ambiente polivalente. El nombre del local—Goze con Z como uso de marca—forma parte de una narrativa que celebra nuestra identidad sin caer en la nostalgia.

La decoración de Goze crea un ambiente envolvente, moderno y elegante que combina a la perfección la estética contemporánea con guiños retro y una atención minuciosa a los detalles técnicos. El diseño interior está dominado por una paleta cálida donde los tonos rojizos, burdeos y rosados envuelven al visitante desde el primer momento, potenciados por una cuidada iluminación ambiental que utiliza tiras LED empotradas y luz cálida proveniente de apliques murales con diseño esférico. El mobiliario refuerza esta sensación de lujo accesible: sillas tapizadas en terciopelo rojo, que aportan comodidad y estilo, mientras que las mesas con superficies oscuras y acabados brillantes, añaden un contraste elegante. El suelo combina madera natural con un patrón geométrico de baldosas en zigzag rojo y blanco, lo cual no solo aporta ritmo visual sino que también segmenta las zonas del espacio sin necesidad de barreras físicas. El uso de materiales nobles como el terciopelo, la madera y los metales con acabado dorado o negro mate aporta sofisticación, mientras que los elementos tecnológicos refuerzan la identidad del lugar: destacan especialmente los tanques de cerveza Estrella Galicia tipo “Cerveza de Bodega”, diseñados para servir el producto fresco, sin pasteurizar, directamente del tanque al vaso, lo que requiere un sistema de refrigeración y presión especializado para garantizar la calidad. Además, las bolas de espejo suspendidas del techo —reminiscentes de discotecas clásicas— aportan dinamismo visual y reflejan la luz, animando el ambiente y dándole un carácter distintivo y festivo. Todo esto se complementa con una iconografía luminosa llamativa que refuerza la estética gráfica del local, convirtiendo cada rincón en un espacio fotogénico y cuidadosamente diseñado.

Goze se aleja de las etiquetas convencionales. Se trata de un espacio que apuesta por una cocina versátil, donde conviven platos de espíritu callejero —como hamburguesas y sándwiches premium o noodles con guiños internacionales— con creaciones más elaboradas, pensadas para destacar tanto por su sabor como por su presentación. La carta es el reflejo de un concepto gastronómico flexible pero con una identidad bien definida, donde conviven entrantes como la ensaladilla de mojama (6,20 €), la tosta de atún rojo (7,60 €), la ensalada de pollo horneado (13,20 €), el tartar de salchichón de buey (12,90 €) o el de atún con aguacate y fruta de la pasión (19,90 €), junto a propuestas sorprendentes como las vieiras flambeadas con mayonesa de trufa (11,90 €) o los langostinos en tempura con salsa tigre (16,00 €). Los platos para compartir incluyen nachos caseros (12,90 €), pollo frito crujiente (3,00 €), quesadillas de camarones o de pulled beef (5,90 €), costillar BBQ con patatas (14,00 €), bacalao con tomate (4,90 €), lomo casero (3,90 €), alitas a baja temperatura (10,60 €), albóndigas de rubia gallega (7,20 €) o croquetas de quisquillas (4,95 €). La sección de pastas ofrece opciones como los trofie al pesto (14,00 €), lasaña tex-mex (8,90 €), canelones con trufa (11,20 €), espaguetis con langostinos (16,00 €), carbonara de autor (17,60 €) o el falso risotto con trufa (5,90 €). En carnes, destacan el muslo de pollo asado (7,90 €), solomillo de ternera morucha (26,00 €), confit de pato (14,90 €), escalope con huevo trufado (14,00 €), presa ibérica (16,00 €) y hasta ocho tipos de hamburguesas (12,90 €), además de sándwiches como el de pastrami (12,90 €) o el de pollo frito (14,90 €). Para cerrar, la carta de postres mantiene el nivel con propuestas como el flan cremoso de leche de coco (6,20 €), la tarta de queso (6,20 €), el pastel fundido de pistacho, torrija de brioche (6,90 €) o la tarta de la abuela (6,20 €). Este equilibrio entre lo accesible y lo distintivo ha sido clave para fidelizar a un público exigente y cosmopolita, que también valora la cercanía y el arraigo.

Uno de los elementos distintivos de Goze es su capacidad para adaptarse al momento del día. Durante la jornada, el restaurante opera como un espacio gastronómico multifacético, abierto desde primera hora de la mañana y preparado para ofrecer desde desayunos ligeros hasta cenas sofisticadas. Pero a medida que cae la noche, el local se transforma para ofrecer una atmósfera más vibrante, donde la música, la iluminación y la disposición del espacio invitan a prolongar la experiencia más allá del postre. Este giro nocturno responde a una tendencia al alza: la fusión entre la gastronomía y el ocio. En lugar de cerrar la experiencia tras la comida, Goze propone un flujo continuo, donde el cóctel y la sobremesa se convierten en protagonistas de una segunda parte de la velada. Más allá del plato, el proyecto Goze representa un modelo de negocio concebido para perdurar. Los tres socios han sabido combinar experiencia previa en el sector de la noche, conocimiento gastronómico y visión empresarial para desarrollar un restaurante que responde a los nuevos hábitos del consumidor post-pandemia. La posibilidad de ofrecer comida para llevar sin sacrificar el estilo, así como la flexibilidad horaria, forman parte de una estrategia adaptativa que anticipa las necesidades del comensal contemporáneo. En definitiva, Goze es más que un restaurante: es una declaración de intenciones. Un reflejo del nuevo pulso gastronómico de Utrera, donde la proximidad a Sevilla se convierte en ventaja competitiva y la cocina deja de ser únicamente un acto alimenticio para convertirse en experiencia social y emocional.

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