Calle Feria, 98 – nave 2 puestos 92,93, 99, 41003 Sevilla
Teléfono: 623 03 55 30
En el Mercado de la calle Feria no solo se compra fruta o pescado: se vive. Aquí se mezcla lo cotidiano con lo extraordinario. Entre el trajín de los tenderos, los gritos del precio justo y el aroma a tomate fresco, han florecido puestos que no venden ingredientes… sino platos hechos y derechos. Kioscos gastronómicos donde el mantel es opcional, pero el sabor es ley. Y de todos ellos, hay uno que no se anda con rodeos y al que hemos vuelto: Condendê. Ubicado en los puestos 92, 93 y 94, Condendê no es sólo un rincón para comer, es una llamada al paladar inquieto. Su nombre viene del aceite de palma —dendê en portugués—, alma de muchas cocinas afro-brasileñas. Pero aquí, el aceite no es lo único con carácter: cada plato es una declaración de intenciones. Esto va de calle, de callejones del mundo entero: desde Río a Delhi, de Beirut a Oaxaca. Fusión sin disfraz. Autenticidad sin miedo. La cocina está a la vista, porque quien no tiene nada que esconder, muestra. Los panes planos, las harinas, las masas: aquí son religión. Arepas con carrillada guisada y queso de oveja, samosas crujientes de pollo al curry con frutos secos, tacos de atún rojo Gadira con guacamole, pakoras con chutney de piña que se mojan como si fueran pan. ¿Vegano? También hay. ¿Carnívoro? Prepárate para gozar.
No esperéis el menú típico: Condendê cocina sin mapas preestablecidos. Hay focaccias con caponata siciliana, gyosas japonesas, pitas árabes con falafel o panes de queijo brasileños que se deshacen. Si os gustan los bocados con carácter, apuntad la tosta brioche con steak tartar y crema de queso trufado (8,70 €), o el tostón de cola de toro con crema de boniato (8,70 €), puro sabor lento servido con desparpajo. Las pakoras con chutney de piña (5,90 €) son los buñuelos especiados más traviesos, y las yucas bravas (7,50 €) una forma diferente de entender el picante. Tampoco os perdáis la causa limeña de langostinos con aguacate y mayonesa de aceitunas andinas (7,70 €). Los clásicos brasileños Pão de Queijo no fallan (desde 3,60 €), ya sea solos, con chicharrón de Cádiz o rellenos de gorgonzola. Para quienes buscan bocado asiático, tienen samosas (pollo al curry o vegetal, desde 5,00 €) y gyozas caseras (ternera o verdura, desde 5,20 €), jugosas y bien sazonadas. Las arepas, claro, son otra liga: rellenas de carrillada y queso de oveja, pollo con guacamole, carnitas con ají amarillo, o una versión vegana con guacamole casero (desde 6,90 €). Y si lo vuestro es el pan artesanal, las pitas de falafel o kibbe (6,10 €), elaboradas con semolina ecológica, y la focaccia con caponata siciliana (7,60 €), con opción de añadirle mozzarella de búfala (7,90 €), os van a hacer felices.
En Condendê, los fuera de carta no son un antojo, son una declaración de intenciones. Platos que nacen del recuerdo, del viaje, del mercado. Aquí van algunas joyas que no deberías dejar pasar: los tacos crujientes de atún rojo Gadira con guacamole (2 uds, 9,80 €) son pura frescura con un punto crunchy irresistible. Los patacones de tinga de pollo (7,90 €), montados sobre tortilla de plátano macho, vienen con guacamole, nata agria, salsa verde y nuestros jalapeños en escabeche: potentes, alegres, con alma caribeña. ¿Y el final? Siempre dulce, siempre casero. Como la tarta de limón y frutos rojos. Preguntad por el postre del día (desde 3,50 €), porque en Condendê, el cierre también se recuerda. Aquí no se reservan mesas, ni se promete silencio. Hay bullicio, hay barra, hay mesas entre puestos de fruta. Hay cerveza artesanal y zumos detox. Hay salsa verde, ají amarillo, zumo de limón, cilantro, pimienta negra. Hay cocina con historia y manos que saben. Condendê no es para todos. Es para quienes buscan algo más. Para quienes comen con curiosidad, con hambre de mundo. Para quienes saben que el mejor restaurante puede estar escondido entre una pescadería y un puesto de acelgas. Porque sí: del mercado… al mundo. De la calle Feria… a donde te lleve el paladar.
