Avenida de la Libertad, 19 – Mairena del Aljarafe. Sevilla
Teléfono 663194306
El Aljarafe se convierte en refugio de gourmets y foodies durante todo el año, esperando con los brazos abiertos por igual a los que llegan quitándose del calor de la ciudad en verano, como a las fugas otoñales buscando el mosto del año, cargadas de luz, sabor y restaurantes que han sabido conjugar tradición y buena cocina, adaptando sus menús e historias al siglo XXI para demostrar que, más que nunca, esta comarca sevillana está de moda y su cocina es la que lleva la voz cantante en un territorio que ya no entiende de estaciones para disfrutarlo a bocados. Hoy revisitamos Verde Flojito, un restaurante de cocina tradicional actualizada situado en la zona antigua de Mairena del Aljarafe. El local situado en una casa de pueblo, de esas de paredes encaladas y tejas antiguas. Reformado en 2019, Verde Flojito presenta un ambiente rústico de lo más agradable, con toques muy tradicionales, como las mesas de camilla antiguas con braseros de cisco. El restaurante dispone de un bonito patio interior del que se puede disfrutar durante todo el año gracias a su cubierta de toldos y las estufas de exterior, convirtiéndolo en un rinconcito de lo más acogedor y tranquilo para que el cliente se sienta como en casa. En la última reforma también se ha agrandado la cocina y se han remozado las instalaciones en general, pero sin quitarle la esencia a un salón principal de techos de madera a dos aguas, cuyas paredes están llenas de aperos de labranza, con una gran colección de objetos antiguos de todo tipo, como cucharas, recortes de noticias, lagartos multicolores, despertadores y muchas flores. Un ambiente en el que priman materiales naturales y elementos que evocan al pasado.
El nombre de Verde Flojito viene porque una de las hijas de Fernando Marcero, el cocinero que fundó el establecimiento en 2008, decía que su padre tenía los ojos “Verde Flojito” y de ahí su nombre. Ahora es Laura Aguilar la que lleva el establecimiento, pero ha mantenido intacto el estilo y el recetario de la casa. La filosofía de este original restaurante es el buen hacer, la relación calidad, cantidad, precio es muy importante para ellos, algo que queda patente en toda la carta. Un restaurante ideal para ir tanto en familia como con los amigos o con tu pareja para celebrar una velada de lo más romántica. Platos tradicionales servidos en cazuelas de barro, además de alguna propuesta más innovadora. Comida que recupera recetas de toda la vida, con un mucho de imaginación, gran variedad de verduras, pescados, carnes, guisos y estupendos postres. Migas, alcauciles rellenos o el famoso atún con chocolate 10,50€. Ensaladas como la de naranja y bacalao 10,50€, ensaladilla de ahumados 10,50€, platos como el mantecaito andaluz (solomillo de cerdo con huevo de codorniz) 11,50€, revueltos de bacalao dorado o morcilla 11,50€, platos vegetarianos como el pisto de verduras 9,50€, tronquitos de calabacín rellenos de verduras 10,00€, cremas de temporada, lubina plancha con gambas al ajillo 14,00€ o sus conocidos gambones plancha con pipas y jamón 13,00€. De carnes, solomillo, secreto, presa, hamburguesa de cerdo, solomillo de pato, mollejas, riñones y chuletas de cordero lechal. Menú infantil con bebida 9,50€, menú del día (primero, segundo y postre) 12,00€ y menú degustación por 60,00€, con botella de vino, 5 platos de la carta, postre y benjamín de cava. Gran fuera de carta, con cola de toro, caldereta de venao, menudo, prueba de matanza, garbanzos con tagarninas o espinacas, entre otros.
Como postre hay que probar la tarta de chocolate y nueces 5,00€ o el flan de dulce de leche. El ticket medio es de unos 20 euros por persona. Nuestra comida para tres fue de 63,00€. La carta de vinos también es muy original ya que una parte de ellos está hecho especialmente para el establecimiento y los demás son también poco habituales en el mercado. En definitiva, “Verde Flojito” está decorado con mimo y detalle, respetando su tradición, para que disfrutéis de un ambiente íntimo y acogedor perfecto para vuestras reuniones familiares, ocasiones especiales y veladas románticas. Un sitio donde ir para estar tranquilo y comer bien y distinto, sin tonterías ni despropósitos, y a unos precios más que razonables. El servicio es eficaz y encantador. Destacar el enorme aparcamiento para clientes en el solar que está pegado al restaurante. Nos ha encantado volver y saludar de nuevo a Laura y su equipo. Me alegro que sigan en plena forma. Absolutamente recomendable.