Calle de Placentines, 9, 41004 Sevilla
Teléfono: 954 22 26 06
La historia nos cuenta que D. Jesús Sanz adquirió en el siglo pasado un local situado en la esquina de la calle Argote de Molina con Placentines. Allí monto una tienda a la que le puso el nombre de “Ultramarinos El Bacalao”. Para reclamo de su negocio, mandó a tallar a un carpintero el lomo de un bacalao y lo colgó en esa esquina. Estuvo allí desde 1922 hasta 1976. La tienda de ultramarinos cerró y el lugar fue ocupado por negocios de hostelería. En 2013 el empresario hostelero D. José Baco Melero, mandó restaurar el bacalao y restituirlo en su lugar 37 años después, como así nos lo recuerda una placa. Por eso cualquier sevillano y visitante conoce este tramo del centro como “la cuesta del bacalao”. El nombre de Bacao es una abreviatura de la palabra «bacalao» que sintetiza la esencia de esta esquina de Sevilla.
Detrás de este proyecto se encuentra el Grupo Robles, una empresa familiar que lleva 60 años y cuatro generaciones dando de comer a sevillanos y visitantes, con 12 establecimientos en activo en la provincia. Pedro y Laura Robles y el hijo de Laura, Jesús son los gerentes de este nuevo establecimiento que lleva abierto poco más de seis meses. El objetivo de Bacao es remozar el concepto de Robles sin abandonar el marchamo de calidad que caracteriza a la marca. Para ello cuentan en los fogones con Félix Roldán, un joven chef Diplomado en la Escuela Superior de Hostelería de Sevilla, que ha pasado por grandes establecimientos como Tradevo, jefe de partida en el Faro del Puerto de Santa María y Restaurante La Raza, jefe de cocina en el Restaurante Señorío y en la actualidad del Restaurante Bacao, dirigiendo el cambio de concepto tanto en la carta como en la estética del local. Ayudando a Félix en la cocina encontramos a Kevin y Ana atendiendo la sala y la terraza.
El objetivo inicial de la reforma realizada por CM4 Arquitectos era rejuvenecer el concepto de Grupo Robles pero sin renunciar a sus máximas: la cocina de siempre y la tradición como hilos conductores. Una decoración esencialmente hogareña da la bienvenida al cliente, que disfruta de una estancia confortable y cómoda. El local cuenta con dos zonas diferenciadas que se mantienen, la entrada y la sala, con una cocina directamente comunicada con ella. Una decoración y un ambiente fresco, original y divertido, que genera una atmósfera agradable para el cliente y que invita a la permanencia en el local. El negocio tiene una esquina muy atractiva, desde la que rápidamente se tiene visión de todo el espacio. Por eso mismo, para llamar la atención se diseño un mural en tonos azules que recuerdan a un ambiente marítimo (guiño a su nombre). Vigas de madera en el techo y elementos que aportan calidez, como los textiles de un mismo color, presentes en tapicería de sofás, cortinas y cojines. En el interior han apostado por el uso de maderas veteadas en color claro, presentes no solo en el mobiliario de restauración, sino en la decoración auxiliar tales como las estanterías o sillones de mimbre, que le dan un toque acogedor al espacio.
Félix ha diseñado una carta donde se le da una vuelta a lo tradicional, pero sin toques estridentes, y en la que podemos encontrar una “entrada triunfal” como la ensaladilla de encurtidos y atún 5,50€/13,00€, pan brioche relleno de costilla deshilachada 5,50€/10,00€ dadiños fritos de queso feta y tapioca agridulce 5,00€/12,50€ o ceviche de corvina y leche de tigre 18,50€. Un rinconcito verde con alcachofas confitadas con jamón 15,50€ o ensalada de langostinos en tempura y salsa cremosa coreana 15,50€. En “El cuarto de las ollas” encontramos zamburiñas a la brasa y ajo blanco de coco 15,50€ o bacalao con beurre blanc 17,00€. En el “chop-chop” no faltan platos tradicionales con una vuelta de tuerca como la carrillera de cerdo ibérico, puré de patata y chirivía 5,50€/15,00€, arroz “señorito” de choco y langostinos 16,50€ o canelones de pollo rustido y salsa de foie 14,50€. Carnes a la brasa como presa ibérica 20,50€, secreto de cerdo ibérico 18,50€, solomillo de vaca y Périgueux 24,50€ o lomo bajo de vaca (500gr) 28,00€. Los postres proceden del obrador que gestiona Laura Robles: Tarta fundente de chocolate al 70% con chantillí de mascarpone 8,00€, cilindro de dulce de leche y galleta 7,50€ o tarta de queso payoyo 7,50€. Os dejo la carta completa. Un maridaje dinámico con novedades que van alternándose cada semana. Rioja, Ribera del Duero, Condado de Huelva, Rías Baixas o Navarra. También tienen copas para la sobremesa.
Bacao pone al día en la Cuesta del bacalao una de los grandes clásicos de la hostelería sevillana. Hemos encontrado un bonito espacio que llega con una propuesta moderna e innovadora, tanto desde lo estético como la oferta gastronómica. Un concepto que se amalgama con un ambiente y una puesta en escena joven y atractiva. La nueva apuesta gastro del Grupo Robles presenta una cocina mediterránea creativa, cosmopolita, viajera y de producto que seguro lo va a convertir en uno de los nuevos rincones imprescindibles del centro de la capital. Gracias a Félix y Kevin por su hospitalidad. Tenéis que conocerlo.