Calle Adolfo Rodríguez Jurado, 3, 41001 Sevilla
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La riqueza monumental de Sevilla tiene un gran valor arquitectónico y turístico encabezado por el conjunto monumental que forma la Catedral y concluyendo por las pequeñas capillas que inundan la ciudad o las hermosas casas palaciegas. Se trata de una bella representación de la historia e identidad de Andalucía, así como una evidencia de su diversidad cultural. Infinidad de sitios que vale la pena visitar, algunos de ellos restaurados como recintos gastronómicos. Es el caso de este edificio histórico que albergaba La Real Casa de la Moneda, algo que agrega un atractivo especial de gran valor a la experiencia gastronómica. Bar Casa de La Moneda constituye todo un homenaje al Siglo de Oro. Un edificio que ha tenido distintos usos a lo largo de la historia, pasando por fines portuarios durante la época romana, basílica visigoda o incluso fortaleza musulmana. Destruida por disputas territoriales, la zona pasó por periodos de ruinas, reurbanizándose posteriormente para acoger Atarazanas, Colegios o la propia Aduana de la ciudad. Alfonso X es el primero que ordena la manufactura de Pipiones y Maravedís en el barrio. Herreros y Monederos pasan a ocupar entonces las viviendas del complejo. Tras la concesión de los Reyes Católicos dos siglos después, y con la intención de unificar la moneda en los reinos, una de las pocas Cecas (fábricas de moneda) reales también sería ubicada aquí.
En 1587 se inaugura la que podemos considerar la actual Real Casa de La Moneda, y cientos de trabajadores pasan a fabricar moneda en las instalaciones. En los últimos años el edificio estaba camino de la ruina hasta que el Grupo Patanchón decidió poner en marcha este proyecto y participar en la renovación del edificio para recuperar tanto el esplendor del siglo XVIII como la actividad hostelera. Tras esta profunda remodelación, el espacio mantiene elementos decorativos antiguos como las ánforas cargadas de monedas o las jaulas de hierro, además de unas bonitas fotografías en blanco y negro colgadas de las paredes de ladrillos vistos. Una llamativa decoración interior que juega con la leyenda del entorno. Fuera, una amplia terraza para disfrutar de estos días de calor. Su oferta se sustenta en el recetario tradicional sevillano, con tapas tan reconocibles como la ensaladilla de la casa, surtidos de croquetas, solomillo al whisky, huevos estrellados con jamón, cola de toro al estilo tradicional o pescaíto frito.
Una propuesta dirigida a una clientela variopinta, con un menú donde han querido plasmar una cocina actualizada pero de marcado carácter local. Un equilibrio difícil en el que ser fiel a su esencia, pero tratando de agradar a consumidores mayoritariamente extranjeros. Pese a este tira y afloja, en La Casa de la Moneda no renuncian a colocar en el menú exquisiteces locales. Hay tomates aliñados con melva, pimientos asados con gambas de cristal, gazpacho, carrillada ibérica en salsa o garbanzos con langostinos. También encontramos buenas carnes a la brasa, presente en el menú a través del lomo bajo de ternera, la presa ibérica o el Tbone de ternera (500 gr), bien trabajados. De postre no os perdáis el helado de turrón con Luis Felipe o la tarta de queso con mango. Os dejo la carta para que podáis ver los precios.
Abierto hace poco más de 4 meses, este bonito local ha sido testigo de una subida exponencial de visitantes que salen de sus fronteras para venir a conocer nuestra ciudad. Poco a poco el público extranjero va apreciando las bondades de la gastronomía local. Por eso es importante poder definir el perfil del turista gastronómico actual para hacer rentables nuestros negocios hosteleros, subrayando las conexiones entre la motivación gastronómica y la cultural. El incremento de las relaciones que unen la gastronomía y la cultura ha dado vida a un proceso de reajuste de nuestros bares y restaurantes, que se afirman como elementos tangibles de la cultura local y ofrecen nuevas posibilidades de diversificación para consolidar a Sevilla como destino turístico imprescindible en nuestro país. Bar Casa de La Moneda es una de esas cartas de presentación interesantes para visitantes y locales que gustan de disfrutar de un buen tapeo en el centro. Recomendable.
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