Calle Concepción Soto, 26, 41219 Las Pajanosas, Sevilla
Teléfono: 955 79 52 54
Si existe un pueblo donde yo pueda decir que voy a descansar o celebrar algún evento familiar desde hace años, ese es Las Pajanosas. La familia tiene una casa allí y hemos pasado muy buenos ratos en navidades, reuniones de verano alrededor de la piscina o cumpleaños familiares con arroz y barbacoa. Por eso para mí, Las Pajanosas es sinónimo de celebración y festividad. Se desconoce el origen de este asentamiento, aunque siempre ha habido población en torno a la zona. El actual pueblo nació como medio de subsistencia de una serie de familias que a mediados del siglo XIX abrieron lugares para acoger el tránsito de la carretera como eran conocidas entonces “ventas”, de ahí el nombre original “Las Ventas de las Pajanosas”. Las Pajanosas aparece mencionada en 1861 con motivo del arreglo de la carretera que unía Castilleja de la Cuesta con Badajoz, lo que muestra ya su existencia en tales fechas. En épocas recientes se ha propuesto en algunas ocasiones entre los vecinos segregar a las Pajanosas del término municipal de Guillena y constituir su propio ayuntamiento y término municipal. Entre los principales argumentos de los defensores de esta propuesta está el número de habitantes que es de aproximadamente 2200 (se duplica en verano) y la condición histórica de las Pajanosas como un lugar muy ligado a la antigua calzada romana que conectaba Mérida con Itálica.
Casa Miquete es el bar más antiguo y una institución en Las Pajanosas. En 1945 con Antonio Fernández Mellado, más conocido como ”el Miquete” abre una venta para atender a los muchos clientes que iban de paso hacia Extremadura. De un bar de carretera, en poco tiempo, se convirtió en un referente de la gastronomía de la zona. Actualmente son muchos los “Miquetes” que trabajan en este negocio familiar que acaba de sufrir una importante reforma para convertir una desgarbada taberna de pueblo en un hermoso establecimiento hostelero, con un enorme salón de celebraciones incluido, que se llena todos los fines de semana para disfrutar de sus carnes de caza y su cocina tradicional casera. Las recetas de sus “guisos de antaño” son originales y guardadas en secreto desde sus inicios: Caldereta de jabalí con tomate, caldereta de venao en salsa, carrillada de cerdo, menudo casero, riñones al Jerez, cola de toro, perdiz en salsa, conejo en salsa o las migas de temporada, tapas enormes por 3,50€. Pero empecemos por el principio. La carta de Miquete es extensa y los platos salen de la cocina con una rapidez sorprendente. Si a eso le unes las enormes raciones, la legión de camareros y los precios, no es de extrañar que siempre este lleno.
Variedad en ibéricos de la sierra (Lazo), queso viejo de oveja 3,50€, platos para compartir como las berenjenas fritas con salmorejo o miel 3,50€, croquetas como las de antes 3,50€, lagrimitas caseras de pollo 3,50€, panes de la casa entre 12/15 euros. Productos de las huertas cercanas, como los tomates 7,00€, aliño de patatas, de huevas o de pimientos con melva 3,50€, cogollos con anchoas 12,00€, revueltos variados como el campero, el de ajetes de espárragos, de chanquetes o el revuelto de bacalao dorado 12,00€. Al horno tienen el brazuelo de cordero 20,00€, bacalao gratinado 15,00€, vieira 3,50€ o dorada 12,00€. Gran oferta de carnes a la brasa, como la pluma, la presa, el solomillo y el secreto ibérico 17,00€, las chuletitas de cordero 15,00€, el chuletón 52,00€, la picaña 25,00€ o el entrecot 18,00€. De la mar tenéis todo tipo de pescado frito o plancha: boquerones, calamares, chocos, huevas, puntillitas, bacalao, acedias, adobo o gambas fritas 3,50€ la tapa, entre otros. Destacan sus arroces con verduras, con carrillada, con venao, con conejo de campo, con perdiz o el arroz de marisco. Para cerrar, postres caseros como la tarta de dulce de leche, de chocolate, de queso, de turrón 3,80€, flan de huevo, tocino de cielo, natillas, arroz con leche 3,00€ o leche frita. Como podéis ver, una oferta de cocina sin pretensiones, casera y sencilla.
Con este articulo reivindicamos la vuelta a las carreteras secundarias. Desviarnos de las estresantes autovías y parar a disfrutar en una de esas ventas de carretera que en términos generales enriquecen nuestra provincia, generando alternativas laborales y movimiento económico en zonas muchas veces necesitadas de ellos y, al mismo tiempo, deslocaliza, da lugar a un turismo de producto y se convierten en sustratos de pequeños ecosistemas gastronómicos que tienden a surgir alrededor. Casas de comidas que mantienen vivo un recetario tradicional atesorado durante años; restaurantes que siguen fieles a sus platos de siempre; negocios a los que se incorpora una nueva generación para seguir haciendo lo que hicieron sus padres, puede que sus abuelos, sabiendo que es algo de lo que se habla poco y con lo que cuesta bastante más alcanzar un cierto reconocimiento. Son muchas las dificultades de trabajar en entornos con poca población, muchas veces envejecida, con frecuencia con rentas no particularmente altas. Nuestra aportación está en entender qué ocurre en lugares como estos y divulgarlo en la medida de nuestras posibilidades. Casa Miquete es una empresa familiar fundada hace ocho décadas a partir de una antigua venta de carretera. Hoy constituye un negocio hostelero de primera línea en la comarca. Por eso no podéis dejar de conocerlo.