Bar Restaurante Flamma

Avenida de la Cruz del Campo, 31 41005 Sevilla
Teléfono: 854 64 91 92

La hermosa frase en neón que preside la barra de este local dice algo así como “Prava scintilla saepe magnam flamma excitat” que traducido sería “Una chispa equivocada a menudo enciende una gran llama”. Flamma del latín flammam (“llama”, “fuego”). Ese fuego símbolo de la eliminación de toda impureza y contaminante de nuestra alma, por medio del cual llegamos a la sanación de las energías negativas. El fuego siempre estuvo fuertemente relacionado a la vida y desarrollo del ser humano. Aplicado a la cocina, el fuego modifica las características organolépticas de los alimentos modificando las propiedades físico químicas de los mismos, para hacerlos más digeribles. Al mismo tiempo se destruyen los microorganismos o se inactivan evitando que puedan causar daño al organismo. Hoy conocemos un restaurante ubicado en la Avd. de la Cruzcampo, que tiene al fuego como emblema de su identidad corporativa. Bar Restaurante Flamma es la representación de esa cocina con esencia en la que el producto tiene una gran importancia. Un apasionante recorrido en torno al fuego y la parrilla de piedra volcánica, para dar forma a una carta con originalidad y profundidad de sabor. Detrás de este nuevo proyecto encontramos al Grupo Flamma, una sociedad compuesta por Miguel Ángel, un venezolano de Lechería que lleva más de 20 años en Sevilla y que estudió en la Escuela de Hostelería Hofmann en Barcelona. Miguel Ángel ha sido Jefe de cocina y Gerente en grandes establecimientos como Nacionsushi. Su socio José Enrique es un empresario, formador de opositores, que se estrena en el sector hostelero. Administración y experiencia hostelera formando el tándem perfecto para poner en marcha esta aventura.

La oferta de Flamma se asienta en nuestra extraordinaria cocina mediterránea, con influencias de otros países, con un apartado que ellos llaman “sabores variopintos”, una práctica habitual en muchos de los establecimientos de reciente apertura en nuestra ciudad. Y es que la dieta mediterránea ha decidido mirar más allá de sus fronteras, incorporando a los valores propios de este régimen alimenticio, elementos característicos del continente asiático y, por supuesto, del cono sur americano, que se mezclan con clásicos de la cocina tradicional europea, dando lugar a una amalgama saludable en la cual también tienen cabida otros ingredientes. La tendencia es la libertad creativa, dentro de los límites impuestos por un modelo nutricional cuya actitud de respeto hacia la tierra y la biodiversidad, constituye una verdadera filosofía de vida a la que vienen a sumarse nuevas combinaciones sápidas, mucho más osadas que las fórmulas existentes hasta el momento. Lo cierto es que cuando un proveedor como Samuel Sutil de Hispagurmé te recomienda conocer un sitio nuevo al que le lleva la fruta y la verdura, lo mejor es hacerle caso, porque parten de la mejor materia prima para sus elaboraciones, y eso ya es una garantia. Flamma ocupa el antiguo local del Rinconcillo de Nervión. Un espacio completamente reformado, con una decoración ideada por ellos mismos. Un espacio completamente acristalado, con vistas a una gran terraza que se distribuye por los jardines del edificio. La barra de servicio a la derecha y una pizarra donde se relata su ideario, dan paso a un salón comedor decorado con papel azul grisáceo y un zócalo a media pared que le da un toque elegante al conjunto. La luz es tenue y agradable y el servicio atento y profesional.

La carta comienza con una Oda a la ensaladilla, la tapa española por antonomasia, con hasta cinco tipos: De la abuela 3,20€, la Reina de pollo y aguacate 3,80€, la Gallega de pulpo 3,80€, la Fumé de pescado ahumado 3,80€ o la de Langostinos plancha 4,10€. Sabores variopintos como los burritos ibéricos 8,00€, fingers de queso brie 5,30€, cerdito caliente en pan brioche 7,00€, fetuccini “a la nostra carbonara andaluza” 7,80€, las papas fritas con morcilla, chorizo y huevo frito 8,50€ o las exquisitas croquetas de pulpo a feira 5,20€. De la huerta tenéis yuca frita con alioli de ají 3,80€, ensalada flamma 8,50€ o cogollos de Tudela a la parrila con chimichurri y scamorza 5,50€. Del mar llega el tartar de salmón 7,50€, tataki de atún 8,80€, calamar de potera fresco en adobo crujiente 14,50€, salmón a la parrilla 10,20€, pata de pulpo cajun 14,80€ o el bao negro de chipirones 8,00€. Carnes como el entrecot de ternera 15,00€, solomillo de cerdo ibérico 8,50€, presa ibérica 15,00€, magret de pato 15,00€ o la exquisita burger criolla 10,50€, que se sirve en pan de cebolla de Cazorla Panaderos, con carne de criollo, bacon, queso emmental, plátano macho maduro y salsa Flamma. Opciones para los más pequeños. La carta se cierra con laterío y productos de abacería como jamón, caña de lomo, chorizo y salchichón ibérico, chicharrón de Cádiz, varios tipos de quesos, lomo de sardina ahumada, anchoas o mejillones gigantes. El dulce colofón se compone de tarta cuatro leches 4,50€, mousselina de mascarpone 4,50€, coulant de chocolate o porción de tarta 4,50€. De jueves a sábado entre las 17h y las 20h, tienen lo que ellos llaman “Tardeo Feliz”, en el que podéis disfrutar de 2×1 en cócteles, daiquiris y combinados.

Sevilla se mueve, ¡y cómo se mueve!. Y se come. ¡Y cómo se come! Por supuesto que nos referimos a la faceta más sabrosa de la capital, esa por la que perdemos la cabeza y que nos hace volvernos locos cada vez que queremos salir, porque no cesan de abrir nuevos restaurantes, gastrobares, tabernas y demás sabrosos locales. Hay tanta oferta nueva, que sumada a la tradicional, la convierten en tan inmensa que es difícil elegir. Si esta primavera pasáis un fin de semana en Sevilla, os aseguramos que no sabréis por qué delicia comenzar. Por eso, si sois de las personas que aprecian los platillos diferentes y de sabores únicos, Bar Restaurante Flamma es para vosotros. Ambiente distendido, una carta de vinos sencilla y disfrutona y una cocina sabrosa, equilibrada y global. Así es Flamma. Un nuevo espacio que seguro va a dar mucho juego en estos tiempos de terraceo que están por llegar. La clave está en la fusión. “Llama que nos une, cocina que apasiona”. Una nueva e interesante experiencia gastronómica llega a la Gran Plaza. Tenéis que conocerlo.