Calle Liebre, 10, Norte, 41020 Valdezorras, Sevilla
Teléfono: 955 28 48 71
Valdezorras, o Vereda de Valdezorras, es un barrio periférico de Sevilla, situado en la Zona Norte, que se comenzó a poblar en 1940 por familias que trabajaban en la construcción del Canal del Bajo Guadalquivir. El barrio tiene 63 calles, mayormente con nombres de animales, y una población de aproximadamente 3.000 personas, con una de las densidades más bajas de la ciudad. Hoy vamos a tapear a Valdezorras. Y es que la afirmación de que en los barrios periféricos como Valdezorras se come mejor y más barato que en el centro de Sevilla puede explicarse por varias razones. En primer lugar, los bares y restaurantes en las zonas alejadas del centro suelen tener costos operativos más bajos, como alquileres de locales más económicos y una menor presión comercial. Esto les permite ofrecer menús y platos a precios más asequibles, sin que la calidad se vea comprometida. Además, la comida en los barrios periféricos tiende a ser más auténtica. Los bares de estos lugares suelen centrarse en ofrecer cocina tradicional y casera, reflejando mejor las costumbres y el estilo de vida local. Los bares tienen una clientela más fidelizada y local, lo que les permite ofrecer menús del día, tapas o raciones a precios competitivos. Al no depender de la afluencia turística, los establecimientos en estas áreas están más orientados a satisfacer las preferencias y necesidades de los vecinos, lo que se traduce en una oferta gastronómica más acorde con los gustos locales y un trato más personalizado. Todo esto contribuye a que en estos lugares se pueda comer mejor y más barato en comparación con el centro de la ciudad.
Al frente de este conocido bar de la zona, nacido en 2008, se encuentran Baldomero Macegosa y Juana Azcona, un matrimonio que ha sido parte fundamental de la comunidad durante años. Vecinos de la barriada, han dedicado gran parte de su vida a la hostelería. Con los años, el negocio ha crecido, y sus hijos, Carmen y Baldomero, han tomado las riendas de la explotación de la empresa familiar. Ahora, son ellos quienes gestionan no solo el bar de Valdezorras, sino también la Venta Baldomera, en la Barriada del Avión. Así, la familia Macegosa-Azcona no solo ha logrado mantener la herencia familiar, sino que también ha contribuido al desarrollo y la dinamización de Valdezorras, convirtiendo su bar en un emblema del barrio. La conexión entre las generaciones, la calidad de los productos y el trato cercano con los clientes han hecho que este establecimiento se haya consolidado como un referente local. La decoración de Casa Baldomero está en plena reforma, con lo que tiene zonas terminadas y otras por rematar. La fachada está equipada con mesas altas para los días de calor. Al entrar, vemos una barra de servicio llena de vecinos que hacen parada para el aperitivo de mediodía. Al fondo, un enorme salón diáfano de estética funcional y sencilla. Las mesas de madera oscura y sillas a juego, combinadas con paredes parcialmente revestidas, transmiten una sensación de orden. El suelo de aspecto laminado en tonos claros aporta un toque moderno que contrasta con los acabados más tradicionales del mobiliario. La iluminación blanca y uniforme, proporcionada por paneles de techo, crea un ambiente neutral, lo que lo convierte en un espacio versátil, adecuado para un público amplio. Detrás, un enorme patio cubierto con toldos que se llena los fines de semana. El servicio es súper agradable y atento.
El menú de Casa Baldomero ofrece una amplia variedad de opciones. En la sección de “Fuera de carta”, se encuentran platos como el chipirón frito (13,00€) y el tartar de salmón (16,00€). En “Empezando”, se pueden degustar opciones clásicas como el jamón ibérico (plato: 15,00€, tapa: 5,00€) o la ensaladilla de pulpo (12,00€), pero también platos más especiales como el tartar de atún rojo (19,00€), ideal para los amantes del pescado crudo, o la trilogía de ensaladillas (12,00€). En la sección “Para compartir”, destacan el pulpo a la brasa de carbón (19,00€), acompañado de una salsa gaucha y alioli negro, las taleguillas de queso (plato: 8,00€, tapa: 4,00€), que llegan acompañadas de una mermelada de pimientos, sabrosas albóndigas de pulpo con una salsa de pimienta, bacalao gratinado, arroz ibérico (14,00€ por persona) y arroz de tórtolas (15,00€) son platos destacados en el menú, ideales para compartir. Para los que buscan algo más tradicional, el revuelto de bacalao dorado (11,00€) o las gambas al ajillo (11,00€) son opciones perfectas. En la sección de “Carnes”, no pueden faltar la presa ibérica (plato: 18,00€, tapa: 6,00€) y el solomillo ibérico (16,00€), pero también se ofrece un plato más original como el lagartito ibérico (plato: 13,00€, tapa: 5,00€), un corte sabroso y tierno. En cuanto a los pescados fritos, la merluza frita (plato: 10,00€, tapa: 5,00€) y el bacalao frito (plato: 14,00€, tapa: 5,00€) son opciones clásicas, pero el calamar de potera frito (19,00€), junto con las huevas fritas (plato: 11,00€, tapa: 5,00€), brindan una experiencia más única. Para finalizar, los postres como el flan de la casa (4,00€) o la tarta de chocolate (5,00€) ponen el toque dulce a una comida llena de sabores auténticos y bien elaborados. Tienen un menú de lunes a jueves por 9,50€ o medio menú por 7,00€, con platos caseros como lentejas con chorizo, pechuga con salsa al whisky o sangre encebollada. Comida casera y buenos desayunos desde las 6:00 am.
En resumen, Casa Baldomero se ha consolidado como un referente gastronómico en Valdezorras, no solo por su excelente calidad, sino también por su enfoque en una cocina tradicional con toques innovadores. Con una oferta variada que va desde platos frescos y sabrosos, hasta deliciosas carnes ibéricas, ternera de Retinto o pescados fritos, cada visita a este bar-restaurante es una oportunidad para disfrutar de sabores auténticos en un ambiente cercano y familiar. Ya sea para una comida tranquila en su terraza o para disfrutar de sus platos para compartir en compañía, Casa Baldomero ofrece una experiencia culinaria muy recomendable en un barrio que se enorgullece de su historia. Gracias a Carmen y su equipo por su hospitalidad.