Calle Juan Pablos, 8, 41013 Sevilla (Esquina Valparaíso)
Teléfono 665648186
¡Unir fuerzas, puede marcar la diferencia en el camino al éxito! En la hostelería, como en la vida misma, la unión hace la fuerza. Y es que, a veces, dos cabezas piensan mejor que una, y dos empresas pueden lograr cosas increíbles juntas. Para montar un restaurante necesitas una parte creativa, ideas, estrategia, entender el mercado, pero también una parte financiera y de negocio fundamentales. Es aquí donde entran en juego las alianzas estratégicas, esas relaciones entre empresas que buscan un objetivo común: conquistar un nuevo mercado. Juan Palomo y el bar Fabiola se han unido para crear una nueva marca, Casa Copete. Un local ubicado en el Porvenir, que acaba de abrir sus puertas partiendo de una fórmula que consiste en servir las especialidades más conocidas y festejadas de ambos establecimientos. Cocina clásica con algunos toques de originalidad, para un nuevo proyecto que nace con la intención de captar a los clientes de una de las zonas más interesantes, gastronómicamente hablando, de la capital.
Situado en el local que ocupaba la cervecería Mr. Tritón, Casa Copete debe su divertido nombre al copete de las gallinas, ese penacho de plumas que tienen algunas aves en lo alto de la cabeza. Un nombre que hace referencia a la que va a ser la reina de este local “la tortilla”, que junto con el príncipe “el flamenquín cordobés sin queso”, forman un dúo ganador e insuperable. Juan Palomo y Brian Haynes son dos experimentados empresarios hosteleros que han diseñado un espacio que cuenta con una gran barra, de las que tanto gustan a los sevillanos, zona de picoteo con mesas bajas y altas, una buena terraza y un reservado al fondo. Decorado por ellos mismos, lo primero que llama la atención de Casa Copete son sus enormes cristaleras. Un luminoso salón diáfano se une a una gran terraza con un buen número de veladores, que se ocupan al poco tiempo de abrir. Suelo de madera flotante, papel pintado de jarrones apilados en estanterías, en colores azules y grises, colores que predominan en las sillas y en las paredes, actualizando y dando alegría a la estética del espacio.
A mí que me encanta comer, y me encanta comer simple, y creo que Juan y Brian consiguen elevar el concepto de simplicidad a la máxima excelencia. La idea es tener una carta dinámica, no excesivamente amplia, en la que podemos probar los clásicos de ambos establecimientos del centro. Y es que la carta está diseñada con lo mejor de cada casa. Para abrir boca tenéis anchoas del Cantábrico 2,80€, sardina ahumada o en vinagre 2,80€, mejillones XL 6,80€, queso payoyo o manchego 4,40€ o lomito ibérico de bellota 11,80€. Pepitos y tostas como el mantecaito 4,80€, pringá 3,80€, tosta de atún con alioli 6,80€ o la tosta de panceta ibérica 6,80€. Tapas frías como la ensaladilla 4,60€, papas aliñas con melva 4,60€, los famosos huevos rellenos 3,80€, el sabroso carpaccio de gambas 11,50€ o el salmorejo con helado de parmesano 5,80€. En caliente, las bravas 6,80€, champi relleno 4,80€, espinacas con garbanzos 4,50€ o las croquetas del día 4,50€. Las brasas comienzan con la presa ibérica 18,90€, solomillo ibérico al güisqui 4,80€, solomillo de vaca madurado 27,50€/250gr o el hamburguesón 12,20€. No podéis salir de aquí sin probar el copetazo, con el flamenquín cordobés y la tortilla de papas recién hecha 10,80€. De postre tenéis la tarta de la abuela 5,90€ o la tarta de queso 5,90€.
Lo más importante para poner en marcha un bar/restaurante es la coherencia. Ser coherentes durante todo el proceso y tener claro a quién te diriges, quién es tu público. Es vital en todos los niveles del proyecto, que todo vaya de la mano: el interiorismo con la operativa, el concepto con el target y el target con la localización. Todos los procesos operativos, toda la selección cuidada de las vajillas, diseño de la carta, todo tiene que estar relacionado con el concepto de hacer sentir bien a ese cliente que te ha elegido. Creo que estos dos empresarios reúnen la veteranía necesaria para hacer de Casa Copete una experiencia global. Porque en definitiva, lo que busca el cliente es un sitio que le haga sentir bien, un lugar que le de lo que necesita en el momento en el que lo necesita. El local es súper pintón y los precios invitan a pedir sin miedo. Por eso estoy seguro que Casa Copete se va a convertir en la apertura del verano en el Porvenir. Gracias por vuestra hospitalidad y mucha suerte.
