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La historia de la elaboración y consumo de los fideos en China se remonta a más de cuatro mil años. La mención más temprana de los fideos chinos data de un libro de la Dinastía Han (206 BC – 220 AD), durante la cual ya eran un alimento básico de la población. Su uso se extendió debido a la demanda para alimentar a los soldados, con lo que fue necesario implementar tecnologías de procesado que los hicieran más fáciles de almacenar y más asequibles. En la Dinastía Song (960–1279) los establecimientos de sopa de tallarines eran ya populares en las ciudades y abrían toda la noche. Kaifeng, la capital de la dinastía Song, fue apodada “la capital de los fideos”. En esta ciudad apareció la primera calle comercial del mundo, con más de 30 recetas de fideos tradicionales en los restaurantes. Los fideos que ingresaron a China continental a lo largo de la Ruta de la Seda se extendieron al norte y al este desde aquí, ingresaron a Mongolia, Corea del Sur y Japón, y entraron en Vietnam, Tailandia e Indonesia hacia el sur. En la actualidad se usan como alimento básico y también como comida rápida. Los fideos son un tipo de alimento saludable que es fácil de hacer y comer y es rico en nutrientes, por eso han sido aceptados y amados por personas de todo el mundo.
El Parque Empresarial PICA se ha convertido en una referencia en el sector de los bazares de origen chino. Establecimientos que se dedican a la venta al por mayor de productos de hogar, bisutería, complementos o ropa. Un millón de metros cuadrados en los que se concentran más de 300 empresas que emplean a más de 3.500 personas, muchas de ellas de origen chino. Estos trabajadores necesitan comer, y por eso se ha creado toda una infraestructura de restaurantes dedicados casi en exclusiva a los trabajadores del polígono. Casa de Fideos Hongjie es uno de esos establecimientos. Ubicado entre dos naves, podría pasar desapercibido si no fuera por un gran letrero rectangular de color rojo con letras chinas que tiene en la parte superior. Toda la fachada está ocupada por una gran cristalera con algunas fotos de especialidades de la casa. La decoración no puede ser más austera, con un mobiliario igualmente modesto compuesto por algunas mesas redondas y varias mesas cuadradas distribuidas por un salón diáfano y luminoso con un aforo aproximado de cincuenta personas. En la pared, una gran carta en mandarín (la carta de mano está traducida). Los mediodías suele estar lleno y no hacen reservas, por eso debéis llegar temprano.
En China, los fideos son un elemento básico del Año Nuevo chino, así como también en los cumpleaños y otras celebraciones. Simbolizan una larga vida para quien los consume, siempre y cuando nadie los corte, ¡claro! Casa de Fideos Hongjie está especializada en fideos, pero su carta va mucho más allá. Abierto hace dos años, este local regentado por una familia china, tiene al frente de la cocina a Lucia (Hong) y en sala esta su hija Jazmín, una simpática joven con un perfecto castellano, que os puede ayudar a descifrar su exótica carta, con platos que difícilmente podéis encontrar en los clásicos restaurantes chinos. Las raciones en este restaurante son generosas, como lo demuestra el plato de tiras de cerdo con verduras y auténtica salsa yu-xiang 7,50€ o las costillas agridulces con piña 8,50€. Platos fríos como el pollo con salsa picante 5,50€, lengua de pato 11,50€, brotes de bambú estofados 4,50€, huevo milenario con tofu 4,50€ o rollo de carne y gambas 8,50€. Platos calientes como las gambas picantes 14,50€, pescado en vinagre 18,50€, sangre y carne con sopa picante 15,50€, intestino de cerdo salteado o con sangre de pato 8,50€ para los más valientes. Varios tipos de sopa como la de tomate y huevo 4,50€ o la sopa de cerdo rallado con repollo en escabeche 4,50€. Platos en cazuela como la coliflor en olla 7,50€, setas a la olla 12,50€ o intestino de cerdo a la olla 9,50€. Todo tipo de tallarines: con marisco 8,00€, con costillas, con cerdo o ternera o con soja y vinagre 6,50€, albóndigas de arroz 6,50€, tazones de arroz con carne 6,50€ o arroces salteados 5,00€. No esperéis postres, porque no existen.
Cuenta la leyenda que los restaurantes chinos europeos tienen dos cartas, la que ofrecen a los clientes occidentales y ‘la de verdad’, la que dan a los comensales chinos que no quieren saber nada de la comida china occidentalizada. Y es que a pesar de que la gastronomía del país oriental lleva muchos años de difusión por todos los rincones del mundo, su sabor sigue teniendo ese toque exótico que enamora en todo el planeta. En este establecimiento solo tienen una carta, la misma para todos. Por eso nos vamos con la certeza de haber comido como los chinos auténticos. Un sitio cuya clientela está formada casi en su totalidad por súbditos chinos que tienen su lugar de trabajo por la zona. Casa de Fideos Hongjie es un lugar genuino, con una cocina que hace las delicias de comensales en busca de platos auténticamente chinos, con un ticket medio de 15,00€. Muy recomendable.
