Calle Virgen del Valle, 10. 41011 Sevilla
Tfno.: 955 19 38 09
Siempre que vamos a un nuevo restaurante me gusta leer sobre su cocina, la carta, el equipo o saber algo de su historia. En el caso de Casa Rafel quería llegar a comer sin ninguna referencia, partir de cero para que todo me pillara por sorpresa, con una excepción que era la del propio Eugenio Rafel, dueño y chef de este espacio de Los Remedios. Un chef que conocía de otros locales de Sevilla y que tiene una larga trayectoria en restaurantes de Barcelona, Alicante o Pamplona o incluso en su aventura en San Sebastián con el que se hizo un nombre destacado en la hostelería de este país.
Algunos de mis restaurantes favoritos tienen un rollo sencillo y sin estridencias. Si pudiera, comería todos los días en cualquiera de ellos. Este es el caso de Casa Rafel. Es muy especial sentarse a la mesa en un negocio como este en el que te tratan como a uno más y te ponen platos riquísimos cocinados por un gran profesional. Para mí esa es la esencia de un restaurante.
Dice Eugenio que “La técnica y la vanguardia nunca deben estar por encima del producto”. Esa frase resume de maravilla el alma de la cocina de Casa Rafel. Un profesional que huye del concepto de gastrobar recuperando la esencia del restaurante secular. El mejor lujo es el buen gusto y que un alimento sea caro no implica que sea excelente, en cambio, un producto sencillo y de calidad como los que podéis disfrutar en este establecimiento, puede resultar fuera de serie. El punto de las cocciones y el equilibrio de los aliños son el lujo más preciado de todo cocinero.
Casa Rafel está ubicado en un pequeño pero acogedor local en el corazón de Los Remedios, un barrio, como sabéis, muy particular para la hostelería. No demasiadas mesas distribuidas en un único salón donde Marivic Alquizalas (esposa de Eugenio) atiende a los clientes con simpatía y profesionalidad. Quizás tengo que decir que en algunos momentos faltaba algo de personal de sala para las mesas que estábamos comiendo, sobre todo si se coincide con una mesa grande que acapara toda la atención.
Pero vamos con la carta. Entrantes fríos como la ensaladilla con bacalao ahumado, naranja y aceituna negra 10,5€, ensalada con burrata, pesto y langostinos 12,5€, ajoblanco, vieira y sorbete de melón 8,5€, salmorejo, gambón, manzana y sorbete de lima y menta 7€, una sardina marinada sobre milhojas de tomate deshidratado y piquillo que no os podéis perder 4,2€, tartar de atún rojo con guacamole de sésamo 12,5€ o tartar de buey con crema de aceitunas y anchoa 16,5€.
Entradas calientes como las croquetas de algas, ortiguillas, suave alioli y perfume de palo cortado 12€, bricks de ternera al curry con salsa agridulce 8,5€, choco de Huelva (limpiado artesanalmente), frito con alioli de algas 13,5€, Foie a la plancha, compota de berenjena, tostas de cabello de ángel y reducción de Pedro Ximénez 13,5€. Fuera de carta revuelto de ajetes con langostinos y trufa negra fresca 6€ y unas exquisitas alcachofas con trufa de temporada.
Pescados: Un extraordinario atún rojo marcado, crema de tomate y balsámico, crema agria y perlas de jengibre 13,5€, pulpo a la plancha, patatas rotas, pan frito al pimentón y membrillo 14,5€, bacalao confitado, crema de coliflor, humus a la hierbabuena y lascas de panceta ibérica 14,5€, Pargo a la plancha con patatas panaderas (variedades según lonja)16,5 €, atún rojo encebollado 10,8€. Fuera de carta probamos una corvina a baja temperatura, al aroma de candela de romero, berenjena asada y mango que era fuera de serie, además de un revuelto de ortiguillas, ajetes, langostinos y suave sofrito de jengibre.
Carnes como el solomillo de vaca, patatas asadas y pimientos del piquillo 18,5€, entrecot (45 días de maduración), patatas asadas y pimientos del piquillo (250 gr) 16,5€, cochinillo confitado, emulsión de su jugo y ocra salteada 14,5€, presa salteada, tomates deshidratados y gajos de patata 12,5€ o terrina de costillas ibéricas deshuesadas, mayonesa de Dijón, patchoy salteado y crujiente de boniato 14,5€. Para los postres, un imprescindible es la torrija templada con culís de cardamomo y sorbete de pomelo, arroz con leche con espuma de galletas, cítricos y helado de violeta, coulant de chocolate con helado de vainilla, crema de nuez moscada y coulis de naranja amarga, sorbete de lima y menta o la tabla de quesos con confituras.
Casa Rafel maneja más de 65 referencias de vinos, entre las que destacan los generosos andaluces y una larga lista de denominaciones de origen. Entre los vinos por copas destacan Mis dos estrellas, un vino del Condado joven (Colombar y moscatel), Jarel de Málaga o Armas de guerra del Bierzo. Riojas como Baigorri, Miros Ribera del Duero, Munia un Toro 100% tinta de toro o Primogénito de Córdoba y vinos dulces como el Moscatel Promesa, Latidos, Dulce de Salinas o el Cream Piedra Luenga. Todos entre 2,50 y 3 euros la copa.
Para poder decir que el estilo de un cocinero se sale de lo corriente, no es necesario que rompa con todo pero si debe seguir sus propios criterios y crear teniendo en cuenta el entorno donde vive y de lo que dispone en cuanto a materias primas se refiere. La cocina de autor siempre deriva de los estilos de cocina regionales donde se encuentra. Eugenio Rafel se sale de lo corriente. Uno de los descubrimientos de este año que acaba de comenzar. Muy recomendable. Volveremos.