Plaza de la Alfalfa, 9, 41004 Sevilla
Teléfono: 955 14 15 58
Punto común entre camareros y clientes, espacio donde apoyar las consumiciones, lugar donde socializar, de ladrillo, madera, metal o la combinación de todos ellos, que da el toque final a un proyecto de restaurante… La barra del bar, aunque en sus orígenes servía de barrera, hoy es de todo menos eso. Es el punto más importante de un bar, el centro de reuniones de donde todo parte. Una pieza fundamental en los proyectos de bares y restaurantes que define quiénes son y qué se espera de ellos. Realmente nos costaría imaginarnos un local sin su barra. Sin duda nos faltaría algo: dinamismo, interactividad y reunión son solo algunas de las características que aportan las barras de bar. Dan personalidad al local que, sin necesidad de palabras, nos cuenta qué estilo tiene. Es decir, es indiscutiblemente el eje del establecimiento, un fenómeno de masas que sí o sí debe estar presente. Su importancia queda clara con el hecho de que la propia denominación de bar proviene de la palabra inglesa barriere que significa barra. El Grupo Catalina acaba de poner en marcha su tercer establecimiento de Sevilla. Catalina La Barra es un espacio ubicado en la Alfalfa, en el local que ocupaba el antiguo horno San Buenaventura y más tarde la Cafetería Le Gran Bistró, y que reivindica la barra del bar como punto de encuentro, y las tapas como bandera de nuestra identidad. Un establecimiento decorado por Carlos Iglesias de la mano de Persevera Producciones. El espacio ha respetado la armonía del antiguo negocio. Entrada de madera blanca, con la estética de bistró francés, con grandes cristaleras a la Plaza de la Alfalfa. Suelos hidráulicos en blanco y negro (damero), con una gran barra y contrabarra que combinan mármol blanco y madera, con taburetes con y sin respaldo, al más puro estilo de los antiguos bares de la ciudad. Las paredes de la barra presidida por un expositor de tapas, están adornadas de azulejos esmaltados en tonos blancos y verdes. Las lámparas de bola le dan un cierto aire vintage al espacio. Fuera, una terraza con un buen número de mesas. La sensación del conjunto es aséptica, de pulcritud, minimalista, libre de detalles…
Comer en cualquiera de los establecimientos del Grupo Catalina es siempre una garantía. Son de esos sitios que recomiendas a alguien cuando no quieres o no puedes equivocarte. La expansión del grupo es el resultado del trabajo y la pasión de Gonzalo Villalba (Chef ejecutivo) y Albert Granados (Jefe de sala), dos emprendedores apasionados por la cocina y dedicados desde hace muchos años a la hostelería. En Catalina La Barra, disfrutaréis de un espacio de restauración que se erige como adalid de la tapa sevillana, esencia de la ciudad. Su carta recoge todo tipo de propuestas adaptadas al gusto sevillano, pero pensando también en la enorme cantidad de visitantes del centro de la ciudad, apostando por los productos locales y de temporada, premisas que caracterizan a la marca. Su oferta gastronómica se basa en la estacionalidad de los recursos más representativos de nuestra tierra, generando sinergias con pequeños productores y aportando valor a su trabajo. Ellos han convertido este antiguo obrador en un lugar muy especial para el disfrute de los amantes del buen comer. Y es que, de los fogones de Catalina La Barra salen deliciosos bocados de tradición e innovación que conforman una carta muy viva, donde tienen un claro protagonismo los platos de cocina mediterránea con toques modernos. Una cocina honesta elaborada con toda la pasión y dedicación por transmitir nuestros sabores. Sabores que consiguen con los mejores ingredientes tradicionales pero tratados con mucho esmero. Dice Gonzalo que “Con esta nueva apertura, quieren que la esencia de la ciudad continúe, que la barra del bar siga siendo punto de encuentro y que las tapas sigan siendo bandera de nuestra tierra”. Dirigiendo la sala encontramos a Alberto Moreno, un joven hostelero con larga experiencia en el sector. El equipo perfectamente uniformado.
Vitrina y barra con tapas como la Ensaladilla Rusa Catalina 3,5€, Ensaladilla de Gamba roja 4,20€, Papas Aliñás a la Sanluqueña con ventresca de Atún 4€, “Papas all i oli de Sevillanas maneras 3,5€, Taco de Bonito en escabeche 6,5€, Langostinos aliñados Catalina 9€, Salpicón de gambas y pulpo “Don bocarte” 9€, Huevo relleno tradición con gambas 2,9€. Chacinas ibéricas y quesos, como el de Oveja curado “El corral” Cazalla de la Sierra 8/14€ o el Queso de Cabra payoya semicurado “Pajarete” 8/14€. Montaditos como el Brioche de Costilla Ibérica BBQ 6€, Bocata de Calamares fritos 6€, Montadito de Txistorra con Huevo de codorniz 5€ o el Brioche de Pastrami de Pollo & Curry 7€. Entre los fritos tenéis Calamares de anzuelo fritos s/m, Puntillitas de lonja fritas s/m, croquetas variadas 4,5€, Patatas bravas 3 salsas 4€ o Rollito crujiente de Bacon Queso y gamba 3,5€. De los fogones tenéis Berberechos a la Plancha 14€, Mejillones a la Marinera con romesco 12€, Coquinas al Fino Quinta 16€, Almejas en salsa verde 16€, Navajas a la plancha escabechadas 18€, Pulpo gallego Don Bocarte a feira 12€, Choco sucio encebollado con patatas 10€, Brandada de Bacalao gratinada con tostas 12€, Alcachofa de Tudela, Yema & Habitas salteadas con Langostinos 12€, Tortilla abierta de Bacalao 11€, Cazuelita de “Jabuguitos” flambeados al Jerez 10€, Cazuelita de Morcilla de Orio con Piquillos 10€, Albóndigas de Presa Ibérica con espinacas 11€, Carrillera guisada al PX 10€, Pluma Ibérica al Cabrales 12€, Presa Ibérica al Chimi churri 12€ o Tournedó de Solomillo de Vaca al Foie 12€. De postre Tarta de Chocolate & Chocolate 6€, Tarta de Queso 6€, Tarta Merengada de Lima & Dulce de Leche 6€, Helado de Mango & Fruta de la pasión 6€ o Tarta de Manzana caramelizada 7€. Como podéis ver todo gira en torno a la cocina sevillana pero con un toque de innovación propio del chef.
Es indiscutible nuestra íntima relación con los bares. Punto de encuentro de amigos y familia, pero también lugares para crear, trabajar o celebrar la victoria de nuestro equipo. Al final, todo lo bueno acaba en un bar, y si tiene una buena barra, mejor. Las bondades que ofrecen las barras de bar son innumerables: espacio para consumir, facilidad de trabajo para camareros y cocineros, división entre zonas… Nosotros reivindicamos además su personalidad y espíritu democrático. Pero ni siquiera todas sus ventajas son funcionales, sino que la propia barra de bar define la personalidad del establecimiento: forma, color, espacio que ocupa, detalles e iluminación, uso de carpintería… En ellas es posible probar desde platos tradicionales hasta las versiones “micro” de grandes nombres de nuestra cocina. Todo hace que los bares y restaurantes estén creando su marca personal solo con echar un vistazo a sus zonas de barra. Catalina La Barra ofrece una experiencia gastronómica que se nos hace cercana, familiar, como aquellos bares sevillanos de toda la vida donde se podían degustar una amplia variedad de tapas. El ambiente es cálido y acogedor, y el servicio es atento y agradable, siempre con una sonrisa, como si estuvieras en tu casa, lo que hace que la experiencia sea de los más placentera. Un rincón ideal para un tapeo informal, una copa con amigos o una pausa en el trabajo. ¿Se puede pedir más? Tenéis que conocerlo. Horario ininterrumpido de 12.30h a 12h. No se hace reservas.