Calle Cristóbal Colón, 49, 41800 Sanlúcar la Mayor
Teléfono: 722 80 04 86
Los romanos no podían imaginar que más de 2000 años después de que denominaran a Sanlúcar la Mayor como «Lucus Solis» “la Ciudad del Sol”, este municipio localizado en el extremo occidental de la Comarca del Aljarafe, a 20 km de la Capital Hispalense, es conocido por tener una de las plataformas más grandes a nivel mundial de explotación de energía solar. A lo largo de la historia, el sol ha sido siempre clave para estas tierras fértiles cubiertas de bosques de placa solares y olivos que se refrescan en el Guadiamar. Las huellas de su pasado árabe se reflejan en sus iglesias mudéjares, y por supuesto, en su gastronomía. A media hora en coche, esta localidad espera a los visitantes que quieran disfrutar de su historia, hospitalidad, naturaleza y restauración, con muchos establecimientos donde degustar platos de siempre y tapas innovadoras. Hoy hacemos parada en un bonito local situado en la misma carretera que vertebra la localidad de Sanlúcar la Mayor. Pero primero nos vamos a detener en la acepción del término cobertizo. Se denomina cobertizo a un “sitio cubierto ligera o rústicamente para resguardar de la intemperie personas, animales o efectos”. Y aunque es cierto que en su interior guarda objetos antiguos, este local hace tiempo que dejo de ser un cobertizo.
Y es que la historia del Cobertizo de Julio es parte del relato de la hostelería sanluqueña. Esta familia de seis hermanos, lleva desde 1974 trabajando para sus vecinos, empezando por el Bar Julio, el primer negocio regentado por el patriarca de la familia. Un establecimiento tradicional que se cerró durante la pandemia para reunificarse a la Taberna el Cobertizo, otro negocio familiar que ha sufrido una enorme reforma para convertirse en el digno heredero de la empresa de la familia López-Moreno, conservando así el sobrenombre y la consideración a su predecesor. Al frente del negocio encontramos a Daniel López, un joven empresario que trabajó en el Hostal familiar Don Julio y que ahora gestiona casi una veintena de nóminas en su nuevo local. Un espacio con distintos ambientes y con dos terrazas, una en la fachada de la planta baja y otra terraza superior, donde se reservan mesas solo para pedir a base de raciones. Dentro, dos barras y una zona con mesas altas y bajas decorada con objetos antiguos, como bicicletas o motos, televisores y radios, basculas, maquinas de escribir o de coser, e incluso un enorme proyector de cine de 35mm. Los vinos se guardan en una cava acristalada junto a las mesas. La decoración es cálida y muy original.
Una enorme carta con sugerencias que cambian semanalmente. Imprescindibles como el pollo karaage con mayonesa de wasabi 7,00€, los baos de panceta confitada y queso Idiazábal 3,50€, el bao estupendo de secreto ibérico y jamón 4,00€, el de magret de pato 4,00€ o el negro con calamares 4,00€, el brioche de codillo barbacoa 6,00€, los dados de atún en adobo 5,50€ o los tallarines de calabacín con gulas y huevo poché 8,00€. Entrantes como los nachos con cheddar, jalapeño y guacamole 8,00€, las patatas con crema de queso 5,00€ o el bikini de trufa con mozzarella y jamón 4,50€. De brasa tenéis presa, secreto 15,00€, solomillo 13,00€, entrecot rib eye 18,00€, chuletón de Angus 40,00€ o pechuga con jamón 2,50€/8,00€. No dejéis de probar los champiñones rellenos 2,50€/6,00€ o la rulada de pollo o solomillo con calamares del campo 8,50€. De fritos, croquetas de cola de toro jamón 4,00€, chanquetitos con huevos de campo y pimientos 11,00€, lagrimitas de pollo o de bacalao 3,70€ o un exquisito pan rústico con salmorejo, jamón, secreto y salsa verde 13,00€. Entre los platos de la casa tenéis el wok de pollo 7,00€, el de ternera con noodles 8,50€, el taco de carrillera con salsa de pipirranas 9,00€, arroz basmati con calabacín y gambas 7,00€, pisto manchego con huevo 4,00€, pollo carbonara 2,80€, cazuela de atún con gambas 8,00€, colas de langostinos al ajillo 6,00€ o la carrillá con crema de queso 4,00€. Cuentan con postres caseros: brownie de chocolate, tarta de Oreo, tarta de queso, tarta de galletas y chocolate. Para maridar, una carta de vinos con unas 30 referencias. Todas por copas.
El servicio es eficaz y correcto en el trato. A nosotros nos atendió Verónica, profesional y pendiente de lo que pasaba en sus mesas. Lo cierto es que conocimos este establecimiento durante las obras y no era momento de hacer buenas fotos, pero el cambio de imagen y la rapidez de la cocina, nos han sorprendido. Nuestra cena para tres personas fue de 53,80€. La definición de restaurante moderno que se estableció a finales del siglo XVIII, es la de “Establecimiento de comidas con amplio horario de apertura, cuya principal finalidad o la única es la de acudir a comer, pero no ha de tener servicio de alojamiento”. En el caso del Cobertizo, además de comer y cenar, podéis desayunar, disfrutar de un brunch a media mañana o tomar una copa a media tarde. Abierto de lunes a domingo y con un horario que va de 6:00h-1:00h, este establecimiento tiene una de las mayores franjas horarias que he visto en el Aljarafe, y eso solo se puede hacer con un buen y amplio equipo de profesionales. Lo cierto es que el Cobertizo de Julio es un digno sucesor de la herencia familiar y un gran negocio para Sanlúcar. Por eso les deseamos toda la suerte en esta nueva etapa. Tenéis que conocerlo.