Calle Relator, 91, 41003 Sevilla
Teléfono: 654 44 80 19
Si algún día te planteas abrir una abacería/taberna en Sevilla, no creo que haya mejor zona que las calles aledañas al Pumarejo. Puede que sea el negocio que más le pega a este populoso barrio. Y es que el ambiente joven y cosmopolita de esta zona de la Macarena reúne todas las características necesarias para montar un establecimiento de ese tipo. Eso fue lo que pensaron Rafael Marinelli y Vicente Rodríguez cuando en junio del pasado año pusieron en marcha El Puma Bar, un negocio que lleva a gala el barrio donde se encuentra. Muchas veces me cuestionáis que me “enrollo” con datos personales de los propietarios antes de entrar en faena. Pero es que uno no llega a abrir un negocio de hostelería por casualidad. Las circunstancias y la necesidad han llevado a estos dos empresarios a adentrarse en este mundo de la barra de bar. Rafa y Vicente se conocen desde los 5 años. Sus vidas han discurrido paralelas hasta llegar al Puma.
Rafael Marinelli Barco es hijo de Rafael Marinelli y sobrino de Manuel Marinelli, teclistas del grupo Alameda. Vecino de la calle Correduría, aquel niño que acompañaba a su padre en las actuaciones de Alameda, es hoy un reputado disc-jockey, promotor de conciertos y ahora además, empresario hostelero. Le gusta el diseño gráfico y se confiesa “aficionado a la política”. Vicente Rodríguez también es disc-jockey, organizador de eventos y dirige Flumo Recordings, un sello discográfico. Familia de hosteleros, este sevillano se confiesa cocinillas pero sin experiencia en el sector de la hostelería. Es casi lógico que después de pasar las estrecheces que el Covid ha producido en todas las manifestaciones culturales, estos dos amigos se decidieran a montar un local que les ayudara a salir adelante. Por eso es importante saber en qué circunstancias se llega hasta aquí. Confiesan que desde junio han aprendido a base de “chocazos” pero a día de hoy se manejan con soltura para solventar los problemas que surgen en un bar de barrio como este. La pandemia no ha sido un obstáculo para esta empresa. Su espíritu optimista ha prevalecido. Si consigues que el público que buscas acuda, entienda y valore positivamente la experiencia en épocas difíciles, la fidelización será aún mayor a medida que la situación vaya mejorando. Ellos han conseguido crear un modelo de negocio que en época complicada la gente lo entiende, le gusta y lo hace saber con su regreso.
El Puma Bar ocupa el espacio de la Barrica de Debla, un pequeño local casi esquina con la Plaza del Pumarejo, que ha sufrido una reforma para adecentarlo y modernizarlo. Grandes cristaleras de acordeón que se abren a la calle Relator, con algunas mesas altas y dos barras, una en la parte delantera y otra en el salón trasero. Persianas de esparto y llamativos dibujos de platos pintados en los cristales y oferta anunciada en pizarras. Los murales de azulejos son de Cerámica Rama en Villaverde. El Puma es un establecimiento basado en la selección de productos andaluces “de toda la vida” de gran calidad, con los que el público se sienta como en casa. Variedad en embutidos, ibéricos, salazones y tapas tradicionales acompañados por una cerveza helada y buena selección de vinos, además de una operativa muy sencilla y buena relación calidad-precio, con una gran variedad a precios muy competitivos. Entradas como los aliños varios (ensaladilla, papas “escabechás, huevas…) 3,20€, arranque de aperitivos (altramuces, olivas, panceta y queso de oveja) 3,50€, tomate de Los Palacios con melva 5,00€, chicharrones fritos 3,00€, chicharrones de Cádiz 3,50€ o papas arrieras con langostinos al ajillo 7,00€. Tablas de quesos andaluces 8,00€, de ibéricos de bellota 12,00€ o la tabla del mar 9,00€. Tapas y platos de jamón ibérico 3,20€/10,00€, gambas blancas de Huelva 3,00€/5,00€, queso curado 2,80€/8,00€, mojama 3,00€/9,50€, canelón de carrillada con bechamel 6,80€ o el taco de sardinilla asada con guacamole 3,50€. De cuchara tenéis el ajoblanco con guarnición 4,70€ o salmorejo cordobés 4,00€.
Con pan tenéis los montaditos de pringá casera 3,20€, de chorizo picante con queso 3,00€, mantecaito de solomillo al whisky 3,50€, mini serranito de pluma ibérica 3,50€, mini hamburguesa de retinto con payoyo 3,50€, montadito de gambas con alioli de aguacate 3,30€, sándwich cubano de presa 6,00€, mojaito con salmorejo 3,00€ o la tosta de lomo con tomate y queso viejo 5,00€. Entre los fuera de carta tenéis las cabrillas de Lebrija, tortilla al whisky, garbanzos con tagarninas, menudo con garbanzos 3,00€, cocido de calabaza y habichuela 3,00€, butifarra de Benaoján braseada 3,00€ o el hígado de bacalao ahumado 4,50€. Uno de los detalles que más me gusta, es que todos los vinos son andaluces y se copean. Blancos como Abulaga de Cádiz 2,70€, Viña Barredero de Huelva 2,80€, Elías de Sanlúcar 2,80€, Almeriño de Padules 3,00€, Dulas PX de Córdoba 3,30€ o Umbretum de Sevilla 15,00€. Tintos como Apañao de Jaén 2,80€, Barbazul de Cádiz 2,90€, Overo de Lebrija 3,00€, Garum de Cádiz 3,20€ o Descalzos Viejos de Málaga 3,30€. Variedad en Generosos como la Manzanilla de la casa 2,00€, Gabriela 2,50€ o Manzanilla Papirusa 3,00€, Palo Cortado Península 4,20€ o Regente 3,80€, Amontillado Los Arcos 4,00€ o NPU 3,80€, Pedro Ximénez 2,50€, Oloroso Río Viejo 2,80€, Oloroso Alfonso 3,00€, Canasta Cream 2,80€ o Solera 1847 2,80€. Macerados como el Vermut de la casa 2,00€, Vermut Lustau 3,50€ o vino de naranja de la casa 2,00€. Las fotos de platos y algunas del local son de mi amigo Rafa de Gastromentor.
La razón de ser de El Puma Bar es conseguir que la gente que los visite pase un rato disfrutando de sus productos y de un ambiente acogedor en una taberna tradicional y con encanto. Hay que buscar los buenos momentos para compartir con familiares y amigos y aquí saben mucho de eso. Le deseamos toda la suerte del mundo a estos jóvenes hosteleros. Muchas gracias por vuestra hospitalidad. Tenéis que conocerlos.