Escapada Gastronómica por la Campiña Sevillana

Vamos a dedicar un largo espacio a ponderar la gastronomía de la Campiña sevillana. Una comarca donde encontraréis rincones de gran valor natural, cultural y paisajístico, pero además podréis disfrutar de una restauración propia, bastante desconocida para la mayoría de los sevillanos. Bien vale la pena una escapada para perderse por las calles adoquinadas y fachadas encaladas de sus pueblos, descubriendo su patrimonio declarado Conjunto Histórico-Artístico, conociendo sus hermosos paisajes, y por supuesto probando su deliciosa cocina. Esta es una de las siete comarcas naturales en que tradicionalmente se ha dividido la provincia de Sevilla, siendo la más extensa con cerca de 5000 km². Poblaciones con miles de años de historia, ricas en restos arqueológicos de todas las épocas. Por estas tierras han pasado Fenicios, Turdetanos, íberos, Romanos, Visigodos, Árabes, Cristianos… Debido a los distintos cultivos de sus tierras, su variedad gastronómica es muy dispar, pudiéndose encontrar los ingredientes principales para realizar una gran variedad de platos y tapas elaborados con productos de Km 0. Guisos y potajes tradicionales, pasteles y dulces de las monjas, así como pan artesano. Destacan también el aceite virgen extra y las aceitunas prietas. 20 son los pueblos que conforman la Campiña sevillana, muchos de ellos pertenecientes a interesantes rutas turísticas como la Ruta Bético Romana, la Ruta de Washington Irving del Legado Andalusí y la Ruta de los Castillos. Como entenderéis no podemos abarcar la descomunal oferta gastronómica de esta comarca, pero intentaremos acercaros los bares y restaurantes más destacados para que los conozcáis.

Vamos a empezar por Carmona, uno de los principales enclaves de población del Bajo Guadalquivir y una de las ciudades más históricas, monumentales y bellas de la provincia de Sevilla. La situación privilegiada de sus tierras, desde las que se controlan las vías principales de comunicación del valle del Guadalquivir, explica el que éstas fueran habitadas desde tiempos prehistóricos. Sus manjares más famosos son la torta inglesa, las torrijas y las tortas de almendra; además de los típicos platos de la cocina andaluza. Establecimientos imprescindibles como Casa Curro Montoya, Bar Goya, Molino de la Romera, Mingalario o La Yedra. Nosotros elegimos La Almazara de Carmona para la comida. Un restaurante ubicado en una antigua almazara que no ha perdido su esencia arquitectónica después de la enorme reforma que la familia Cabeza ha realizado en el edificio. Anexo al restaurante tradicional encontramos Alfardos Experience, una propuesta de catering novedosa que se abre al público los sábados para almuerzos previamente concertados. Al frente de sus cocinas esta mi amigo Ismael Castro, un experimentado chef sevillano que durante años fue jefe de cocina de establecimientos de la talla de la Isla u Oriza en Sevilla. Ismael presenta una cocina de producto de calidad suprema, con un trato exquisito a la materia prima, convirtiendo este restaurante carmonense en un referente gastronómico en la provincia. No dudéis en ir a conocerlo si estáis por Carmona. Se come de maravilla y el trato es exquisito por un ticket medio de 40,00€ p/p. Para cenar elegimos Lolita Fusión, un restaurante moderno de cocina creativa situado en las afueras de Carmona. Muy bien de precio y buena atención, a pesar de estar lleno tanto el comedor como la zona de tapas. No dejéis de probar la vieira y el arroz asiático. Nos resultó algo ruidoso pero recomendable.

Los aficionados a la Historia del Arte harán bien en visitar el municipio sevillano de Écija, declarado Conjunto Histórico-Artístico. En el recorrido por sus calles y plazas, os veréis continuamente sorprendidos por las numerosas y bellas iglesias, palacios y museos que conforman su magnífico patrimonio histórico y artístico. Los que quieran degustar su gastronomía tradicional, tendrán que probar platos como la sopa de gato, espinacas labradas, el gazpacho ecijano y el rabo de toro. De su repostería, sus famosas yemas y los dulces que elaboran las monjas de los conventos de la ciudad. Sus establecimientos más emblemáticos son el Restaurante María Castaña, Hispania, Ágora Tapas, Casino Taberna o Cien Vinos Taberna. Nosotros comimos en María Castaña, un bonito local de tres plantas con unas extraordinarias vistas al centro de Écija. Una propuesta diferente con una treintena de platos creativos concebidos para compartir: Patatas bravas, gambones en tempura de kikos con hummus de aguacate, tomate raf con burrata al pesto, lasaña crujiente de carrillada o tartar de salchichón ibérico. Buen ambiente y buen precio para uno de los imprescindibles en Écija.

La cultura es el centro de interés del Viso del Alcor, que además se sitúa justo en medio de la comarca de los Alcores. Una ubicación que ha favorecido el asentamiento de poblaciones desde el periodo Neolítico, sirviendo incluso como mirador, ya en la época árabe. La gastronomía es un gran pilar de este municipio, muy conocido por sus tapas y sus platos. No faltan en el menú de sus restaurantes el menudo, el pan de “El Viso”, el gazpacho, los pechugones o el rabo de toro. Imprescindibles como el menudo de Casa Capote, La Viña, Casa Ruiz, Casa Oliva o Mariola Bistronomía, ya en Mairena.

Pasamos por el Coronil, un pequeño pueblo de la campiña sevillana que guarda en su término municipal restos arqueológicos que permiten saber que estuvo poblada por íberos, cartagineses, romanos y, por supuesto, musulmanes. En el Coronil podréis visitar numerosos lugares de interés como el Castillo de las Aguzaderas, construido en torno al siglo XV, o pasear por sus numerosos parques y jardines, los más destacados el Parque del Barranco, el Jardín de las Flores y el Parque de la Marcela. En relación a su gastronomía lo más típico es degustar platos variados en lo denominado como “tapeo”, en revueltos, pescados a la plancha o tagarninas esparragadas. Los lugares más destacados para comer en El Coronil son Restaurante Casa Miguel, Gastrobar La Carmela o el Bar La Posada. Nosotros comimos en Casa Miguel, buena calidad y máxima atención con una estupenda relación calidad-precio. Plato de jamón serrano, tartar de atún sobre base de guacamole y huevo caramelizado o el pulpo frito.

Si queréis comer carne de calidad en la provincia de Sevilla tenéis que pasar por Paradas. La ubicación geográfica de la villa, entre dos de los afluentes del río Guadaira y sobre un fértil llanura, propician que en sus alrededores se puedan realizar varias rutas de senderismo. Paradas ofrece al turista una variada oferta de su gastronomía local, podremos elegir entre cocido de cardillo, arroz de verano con tomate, calabaza con garbanzos o patatas en amarillo, entre otros muchos. De postre, no pueden faltar los típicos dulces locales, que son los roscos de San Blas y las albarditas. Son muchos los negocios hosteleros de este pequeño pueblo de la Campiña, pero nosotros vinimos a disfrutar las carnes de Casa Montero, 3ª generación de hosteleros al frente de un negocio que empezó siendo una fonda hasta que en 1942 comenzó como bar, aunque continuaba siendo fonda en la planta superior. Carnes frescas certificadas, que llegan envasadas al vacio y perfectamente etiquetadas. Tenéis que probar el solomillo de ternera o el chuletón de Frisona, Gallega o Avileña de entre 700 gr y 1,100 Kg. De ibéricos podéis elegir entre solomillo y la presa. Una maravilla por unos 50,00€ p/p de media.

De vuelta hicimos una parada en Alcalá de Guadaira. Este hermoso pueblo sevillano se caracteriza por los molinos de agua de estilo mudéjar que recorren su término municipal. Quienes decidan acercarse a Alcalá de Guadaíra no pueden irse sin visitar sus dos castillos: el de Marchenilla y el de Alcalá de Guadaíra, considerado la mayor fortaleza almohade de Europa. Los visitantes de este municipio podrán disfrutar de su variada gastronomía pudiendo elegir entre sus aceitunas aderezadas, el gazpacho, el ajo meneao, la garbanza, la perdiz con arroz, el bacalao con tomate, el cocido de acelgas encoloráo o con pringá alcalareña, la olla gitana o el albur en amarillo con papas, el tocino de cielo, la torta de Alcalá o las biscotelas. Podéis imaginar la oferta gastronómica de este enorme pueblo que abre Sevilla a la Campiña: La Cuestecilla, Venta el Carrito, Cuevas Anita la de San Miguel, el nuevo Asador Caravaca, Tavoletta Oromana, Sukalde y por supuesto el extraordinario Asador La Perdida de mi amigo Sergio Martin de la Rosa. Se trata de un gran restaurante, en todos los sentidos, que está ubicado en un entorno privilegiado envuelto de naturaleza y jardines. Una larga e interesante carta de cocina tradicional puesta al día, con unos extraordinarios cortes de carne roja a la parrilla, con una oferta entre las más completas, mejor seleccionada y las más cuidadosamente envejecidas de nuestra provincia. Un imprescindible con un ticket medio de unos 70,00€ p/p.

Me falta completar la ruta con Osuna, Estepa, Fuentes de Andalucía, Los Molares, Marchena, Arahal, Cañada Rosal, El Rubio, La Campana, La Luisiana, Puebla de Cazalla, Lantejuela y Utrera. Una barbaridad, pero el fin de semana no da para más. Os prometo ampliar esta interesante y desconocida ruta en otra ocasión. Por supuesto, no son todos los que están, pero seguro que estos locales no os van a decepcionar. Pasear por la Campiña sevillana siempre es una experiencia única. Espero vuestras sugerencias para ampliar esta bonita ruta.

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