Eterno Restaurante

Avenida de la Unión 4, 41300 San José de la Rinconada
Reservas https://eternorestaurante.com/

Cada vez son más los cocineros jóvenes que se refugian en zonas rurales y en localidades pequeñas ¿Una apuesta o una huida?. Personalmente creo que es una gran noticia que sencillas localidades diseminadas por toda la geografía sevillana acojan restaurantes de interés gastronómico. Si durante años España fue un gigante gastronómico con pies de barro, había excelentes restaurantes de alta cocina, pero el tejido hostelero era muy mediocre, en la actualidad la oferta está sólidamente conformada, porque la hostelería media ha alcanzado un estupendo nivel: es muy fácil comer bien allá donde vayas. Esta dispersión de talento gastronómico hacia la periferia puede convertirse en un motor económico y de cohesión social de nuestra provincia. De cualquier forma, una de las cosas que más me llama la atención, es como un profesional asentado como José Luis Pastrana, con una carrera en ciernes, que comenzaba a destacar como chef “Estrella”, se aventura a poner en marcha un restaurante en una población a 12 kilómetros de la capital provincial y empezar de nuevo a congregar a los muchos seguidores que lo conocimos en Triana, convencido de que su proyecto no necesita de la gran ciudad. Dice este cocinero de Brenes que ha elegido la Avenida de la Unión de San José de la Rinconada porque es una zona de máxima expansión de la Vega del Guadalquivir, con buenas perspectivas para la hostelería.

José Luis Pastrana se formó en la Escuela de Hostelería y fue chef ejecutivo del Grupo Orca, trabajando en restaurantes como La Botica (Jarandilla de la Vera, Cáceres), Cortijo Torrepavas en la Hospedería Finca La Estacada (Cuenca), y en el restaurante Salvador Rojo. Además fue jefe de cocina en Rocala, del grupo La Raza. Atrás queda también su exitosa etapa en Balbuena y Huertas. Con todo, Pastrana ha adquirido la pericia y el bagaje suficiente para enfocar su nuevo proyecto en la alta cocina. Este chef sevillano esta especializado en cocina de vanguardia, y se define por tener mucha energía, entusiasmo, una fuerte ética de trabajo y un amor por el trabajo en equipo. El nombre escogido para su nueva aventura es Eterno “Que no tiene principio ni fin”. Algo tan perpetuo como los sabores y los olores de la infancia. Y es que el olor es tan efímero como imperecedero en la memoria. El olor ha sido el gran protagonista no reconocido en la crónica de la experiencia humana, y a pesar de ser muy difícil de conservar, evoca recuerdos con fuerza y gatilla emociones. Esos olores y sabores de la niñez se hacen tangibles en recetas tradicionales tratadas con técnicas modernas. La cocina de Pastrana se puede incluir en ese movimiento de introspección de muchos jóvenes chef de nuestra tierra. Una tendencia de vuelta a los orígenes que resignifica nuestro acervo, poniendo en valor a los pueblos y sus productores. La premisa esta clara: Pureza, guisos y salsa cocinadas a fuego lento. Una cocina cercana, de productos andaluces de calidad, con una filosofía que abraza la herencia del sabor.

Eterno es un espacio de estilo moderno con grandes cristaleras al exterior. El Naming y el Branding son obra de Candela Factoría, mientras que el diseño del interiorismo ha sido creado por Jaleo Estudios. Un concepto decorativo limpio, sustentado en una paleta de colores que evoca la luminosidad de las casas andaluzas, donde los blancos amplían el espacio y lo llenan de claridad. A estos se suman los tonos beige y la calidez de la madera, que invitan a la conversación y el encuentro. Este juego de colores no solo crea un ambiente acogedor, sino que también aporta serenidad, permitiendo que los detalles decorativos y el mobiliario brillen por sí mismos. La madera, en sus múltiples formas, se convierte en el elemento protagonista, añadiendo un toque de calidez y vida a la estancia. Este es el secreto para lograr espacios modernos, pero al mismo tiempo, confortables y cercanos. Una escenografía minimalista, con una enorme estantería al fondo llena de botijos de barro, y las sillas de madera y enea, que aportan un toque rústico pero elegante, complementa la propuesta. La enorme barra de servicio, situada delante de la cocina abierta, refuerza la idea de cercanía y dinamismo. Las paredes blancas completan el conjunto, creando un espacio en el que lo moderno y lo tradicional se encuentran en armonía. A pesar de tener vocación de modernidad, materializa, en realidad, un homenaje a las casas de comidas, concepto que actualiza en cada detalle. A mejorar, como casi siempre que hay muchos cristales, las acústica cuando esta lleno.

Su carta comienza con aperitivos fríos como la ostra con esfera de gazpacho 4,2€, steak tartar de vaca, ostra y ajo blanco 8,5€, boquerón adobado, crujiente de remolacha y helado de vinagre 4,2€, foie, higos y pan de especias 9,5€, croissant, sardina sopleteada y escalivada 4,5€, salpicón de bogavante y bivalvos 8,5€ o ensaladilla de berberechos y aire de manzanilla 6,5€. Aperitivos calientes como el raviolón de pringá, yema de huevo y caldo del puchero 6,5€, bollito preñado de yema de huevo, fritá de tomate de Los Palacios y gamba blanca 9,5€, judiones con langostinos 6,5€, langostinos de Sanlúcar y holandesa de manteca colorá 8€ o carabinero semitempura con calabaza 11,5€. De verduras, puerro a la brasa, huevo poché y parmentier ahumada 9,5€ o falsa vieira y jugo de calabaza 6,5€. Cuatro arroces, meloso de carabineros 16€, con almejas a la marinera, arroz a la piedra o arroz meloso de pato y foie 15€. Carnes como el lomo de venado macerado y lavanda 16,5€, corte de cerdo ibérico 17,5€, solomillo de ternera 25€, paletilla de cordero deshuesada y setas 17,5€ o el cochinillo y manzana 17,5€. De pescado, lomo de bacalao con espinacas 16,5€, calamar de potera en su tinta 17,5€ y carrillada de atún y tomate 17,5€. De postre galleta y nutella, chocolate y caramelo salado, tocino de cielo y helado de violetas 6,5€ y piña asada al ron 8,5€. El pan es de masa madre y los tenéis también sin gluten. Podéis pedir un menú degustación de 8 platos por 60€ p/p o con maridaje 85€. Un menú que decide el chef, según los productos frescos que encuentre en el mercado. La experiencia gastronómica se puede cerrar con una bebida espirituosa o bien, con un café de especialidad, que despierta los sentidos y ofrece el último toque de indulgencia. Ambas opciones son el final perfecto para una velada memorable. Nosotros comimos tres personas a la carta por 96,10€.

Una carta no excesivamente larga reflejo del talento de un buen cocinero formado en interesantes casas, acompañada de una atractiva y amplia selección de vinos, entre los que destacan lo mejor de Andalucía, con referencias además de todo el país. Una variedad que va desde los frescos del Condado y elegantes blancos de Sevilla y Málaga, hasta los intensos y complejos tintos del Bierzo o los clásicos Riojas y Riberas, sin olvidar los exquisitos vinos de Jerez y los dulces como el P.X. para acompañar los postres. El resultado es una propuesta que afortunadamente no se parece a las que vemos replicadas en tantos restaurantes y que busca el acercamiento a nuestras raíces, a las fuentes de la cocina andaluza. Y es que Eterno Restaurante es un espacio que tiene a Andalucía en el menú y donde el trabajo con el producto y los fondos cocinados con cariño y sabiduría marcan la diferencia. Como dice el chef Pastrana “Mi cocina es andaluza”, y eso se nota en cada detalle de este nuevo local que se evidencia como una de las aperturas más interesantes de la recta final del año en la provincia de Sevilla. Gracias por vuestra hospitalidad. Absolutamente recomendable.

CocinaBodegaServicioAmbientePrecio
54545
Nota: Puntuación sobre 5 como valor máximo

 

Compártelo en tus redes sociales

One Comment

  1. Uno que estaba arando.

    San José, ni es pequeño, ni es un pueblo , ni es La Rinconada, que sí es todo lo anterior. El resto, todo rigurosamente exacto. No se arrepentirán. Vengan.

Leave a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.