Calle Feria, 84, Casco Antiguo, 41002 Sevilla
Aunque en realidad el origen de la focaccia se desconoce, podemos suponer que tiene raíces del norte de Italia. Es donde la situamos actualmente y desde donde se ha divulgado al mundo. Cuando hablamos de la focaccia, nos referimos a un tipo de pan bien grueso y de contextura crujiente por fuera y suave por dentro, que se consume como alternativa del propio pan. Un alimento basado, tan solo, en 5 ingredientes principales, harina, agua, levadura, aceite de oliva y sal, además de hierbas aromáticas como el romero, tomillo, orégano y otros. Esta especie de pan lo puedes encontrar en una presentación salada o dulce. Sin embargo, la focaccia más típica es la salada, la cual puede admitir cualquier ingrediente como verduras, quesos, tomates y embutidos. Surgida mucho antes que el alimento por antonomasia de la gastronomía italiana, la pizza, los datos que se manejan de esta variante datan del año 1300, mientras que de la pizza debemos remontarnos a 1732. Su popularidad se extendió rápidamente, ya que suponía un gran alimento repleto de nutrientes y energía para marineros y pescadores. Y es que, además de ser muy nutritiva y sabrosa, la Focaccia posee unas cualidades especiales que favorece su conservación y almacenamiento durante varias semanas, por lo que se convirtió en una comida perfecta para quienes debían embarcarse en alta mar.
Como ocurre con otros platos o alimentos, no se conoce su procedencia al 100% y existen varias leyendas al respecto en torno a su origen. Una de esas leyendas achaca su origen a las zonas costeras del país, primero por su aire salobre, el cual impedía que el pan fermentara correctamente y, por ello, para solucionar este inconveniente, se inventó la focaccia. Lo cierto es que muchas teorías atribuyen su origen italiano, pero otras consideran este invento propiedad de los antiguos etruscos o griegos, ya que son los datos históricos más antiguos de los que se tiene constancia. Lo que si se contempla hoy en día, es que la Focaccia más famosa es la genovesa, la cual cuenta con una denominación de origen protegida llamada “Fügassa”. Sin duda, la focaccia reúne siglos de tradición e historia en cada receta que varía y se conserva celosamente en cada región de Italia. Combinaciones con sabor y creatividad que le aportan un sinfín de posibilidades y todas ellas ricas y sabrosas, perfectas para degustar en cualquier momento del día o de la noche.
En Sevilla contamos con una auténtica focacceria que abrió sus puertas en marzo de este año de la mano de Filippo Brunelleschi y Alessio Calenda, dos emprendedores que han apostado por el plato más callejero y versátil que encontramos en el país de la bota, aportando diversidad culinaria a nuestra ciudad. Se trata de Focaccino, un pequeño local ubicado en la calle Feria que, con su materia prima importada directamente desde Italia, ha venido a remover el panorama de la comida callejera sevillana. Como si de una charcuteria se tratara, al entrar vemos grandes vitrinas expositoras llenas de chacinas, quesos, salsas, y todos los elementos necesarios para rellenar las focaccias. Porchetta, mortadella, prosciutto crudo, prosciutto Cotto o salami conviven con el pesto, el tomate seco o los pistachos cortados en pequeños trozos para darle el toque final a las elaboraciones. En su carta encontramos 16 tipos de focaccias: que van desde la ‘paradiso’, de mortadella, stracciatella, lluvia de pistacho y pesto de pistacho, la ‘campagnola’, con salami spianata, ricotta y tomate seco, la ‘porca’ de porchetta, provolone picante, patata asada y tomate seco, ‘l´agressiva’, que lleva sobrasada picante, salami picante, gorgonzola dulce y cebolla caramelizada, la ‘trentina’, con speck de montaña, stracchino (queso fresco) y rúcula, la ‘montanara’, con speck de montaña, queso taleggio, crema de champiñones y rúcula. También cuentan con opciones veganas como la ‘divina’, de Gorgonzola, calabacín, tomate seco y rúcula, y dos focaccias dulces, la ‘nutellina’, rellena de nutella y ‘la bronte’, rellena de crema de pistacho y lluvia de pistacho. Todas ronda los 10€. Se pueden pedir tanto para llevar como para tomar en las pequeñas repisas del propio establecimiento. Además se pueden acompañar con bebidas también importadas de Italia como la cerveza Moretti y la Peroni así como algunos vinos, como el Chianti Leonardo 10€, Lambrusco 9€ o I Muri 16€, maridajes perfectos para seguir disfrutando de Italia a través del paladar.
Pocas cosas hay más ricas que un buen bocadillo. Focaccino Sevilla ha llegado a la Capital Hispalense para ofrecerte una experiencia auténtica de comida italiana rápida, con ingredientes frescos importados de Italia y sabores que deleitan los sentidos. Parte de su secreto reside en que elaboran sus focaccias y las hornean cada día, ya que tienen obrador propio buscando el perfecto balance entre crujiente y sabroso. El local de la calle Feria esta enfocado, única y exclusivamente, a dar a conocer las bondades de esta delicia italiana. Por eso, te vas comer una pero vas a querer otra. Una estupenda opción para disfrutar de un bocata único que seguro os va a encantar. Podéis hacer vuestro pedido a través de Glovo o de Uber Eats.
