Avenida de la Escultora ‘la Roldana’, 13, 41500 Alcalá de Guadaíra
Teléfono: 954 32 93 56
Nos encantan las delicadezas que nos ofrece el Lejano Oriente, con cocinas exóticas y sugerentes como la tailandesa, la china o la japonesa. En esta ocasión hemos decidido viajar con el paladar por Asia y a pocos kilómetros de la Capital Hispalense. Ante la proliferación de restaurantes orientales en Sevilla, la llegada de Ikiru Taberna fue, hace poco más de dos años, un soplo de aire fresco a nuestra oferta de cocina asiática. Primera visita a esta ‘izakaya’ (taberna japonesa) en Alcalá de Guadaira que teníamos ganas de conocer. Ikiru Taberna está haciendo un trabajo muy serio a la hora de compilar recetas de todo el sudeste asiático. Gastronomías cruzadas sin etiqueta, donde podréis disfrutar de caliente y frío, carne y pescado, caldos y marinados a un nivel de cocina y producto sorprendente. Un lugar de tapeo asiático donde combinan productos locales con técnicas de oriente, creando una propuesta llena de sabores y texturas.
Al frente de este proyecto encontramos a Salva Rincón y a Celia, su socia y pareja. Salva nació en Esquivel, una pedania de Alcalá del río, y despues de estudiar comenzó a trabajar en la cocina de Dúo Tapas, donde estuvo más de un año hasta que se trasladó a Bilbao para hacer prácticas en el estrellado Etxanobe. Varios años en Bilbao trabajando en un restaurante japonés de nombre “Wasabi” con idas y venidas a Sevilla en verano y unos meses en New York de la mano de Black Iron Burger, las hamburguesas sevillanas de la Gran Manzana. Una época en Irlanda y vuelta a casa definitiva para en 2019 (justo antes de la pandemia) poner en marcha Ikiru taberna. De los fogones de Ikiru salen bocados de Japón, China o Tailandia, tratados con gusto y creatividad. El resultado es una carta breve, donde los platos entran y salen según producto y según el torrente creativo de Salva, con la ayuda de su hermana Cristina y Carlos. Dice Salva que ” Ikiru es una taberna para todos: Aquí puedes venir tanto con tus colegas o con tu pareja; como con tu padre, al que no le gusta el pescado crudo o con tu abuela, que se negaría a un simple arroz tres delicias”. El establecimiento acerca la cultura japonesa con el País Vasco a través de su nombre, porque en los dos idiomas tiene traducción. En japonés significa “vivir” (como la película de Kurosawa) y en vasco significa “trueque”.
El local cuenta con un salón en forma de tubo, en planta única, con capacidad para unos 30 comensales distribuidos en mesas bajas y altas. La fachada os recibe con el nombre del establecimiento y una de esas cortinas tradicionales (Noren) que adornan las fachadas de las tabernas japonesas. La barra de servicio y la cocina a la izquierda, se afanan en organizar tanto los pedidos para llevar como las comandas de los clientes del local. Una decoración sencilla, de colores neutros, con las mesas ordenadas con salvamanteles, copas y cuencos para soja. Su cocina abierta permite ver cómo se elaboran los diferentes platos en el momento. Fuera, una pequeña terraza debajo de los soportales del edificio. La carta es un recorrido por la cocina asiática que permite degustar una gran variedad de platos de la denominada ‘street food’, como los tradicionales mini bocatas chinos, las gyozas, sus exquisitas sopas y Ramen, Curries, y por supuesto sushi. Entrantes como la sopa miso con algas y tofu 3,50€, gyozas caseras de pollo o langostinos 6,30€, korokke (croquetas de boniato) 3,95€, tartar de salmón y pepino 9,50€, alitas de pollo koreanas 5,50€, unos exquisitos mini bocatas chinos de cerdo asado 5,90€ o saam de langostinos 7,50€.
Platos calientes como el curry verde thai 8,80€, su famoso katsu-kare de curry japonés con lomo empanado 8,80€, miso-ramen 8,80€, presa teriyaki con boniato 9,90€ o el udon yakiniku con atún 8,20€. Variedad en sushi: los rolls de 8 unidades como el aburi de langostinos en tempura envuelto en salmón flambeado y masago 9,80€, el báta roll 9,30€ o el nara roll de pez mantequilla 9,80€. Nigiris como su extraordinario aburi shake de salmón flambeado con alga frita 4,20€, el hotate de vieira 4,50€ o el shiromi de dorada 4,20€, entre otros. Por último el sushi tempurizado, Tokio roll (6 unidades) 8,30€, Osaka roll con salsa de anguila 9,80€ o el panko roll de langostinos 9,80€. De postre no dejéis de probar el arroz con leche de coco 4,50€, los daifuku mochi 4,50€, el brownie de chocolate 4,50€ o la tarta de queso con matcha 4,90€. Para beber tenéis jarra de sake 3,00€ y cervezas Sapporo, Tsingtao o Alhambra 2,50€. Como podéis ver los precios son bastante moderados para una oferta de este tipo. Nuestra cena para tres personas, con cuatro cervezas y dos vinos, fue de 60,37€, por debajo de otros restaurantes orientales de la provincia.
Directamente, sin vacilar un ápice, al top 3 de nuestros orientales favoritos en la provincia, más aún si valoramos su calidad-precio, a la que pocos pueden hacer sombra. Cocina sin florituras. No esperen creaciones originalísimas, makis cargados, ni una carta con infinitas opciones. Este es un restaurante asiático que va de frente, con algunos detalles de personalidad que van dirigidos a encumbrar el plato, no al ego culinario. Por eso Ikiru Taberna ha conquistado a los más devotos de este tipo de comida. Os toca conocerlo. Gracias a Salva y su equipo por la hospitalidad. Volveremos.