La Bartola Sevilla

Calle San José, 24, Casco Antiguo, 41004 Sevilla
Teléfono: 955 27 19 78

En pleno casco histórico de Sevilla, donde cada rincón respira historia y las calles se llenan de visitantes de todo el mundo, los bares de tapas no son solo una atracción gastronómica, sino una institución cultural. En esta zona altamente turística, donde abundan los menús traducidos a cinco idiomas y los camareros multilingües, encontrar un lugar que logre seducir tanto al viajero curioso como al paladar exigente del sevillano no es tarea fácil. Sin embargo, La Bartola lo consigue con naturalidad. Ubicado en uno de los epicentros más concurridos de la ciudad, este bar de tapas se ha ganado un nombre entre quienes buscan una experiencia auténtica, con comida casera, tapas especiales del día, y una cuidada selección de vinos. A pesar de su popularidad entre extranjeros —y de no aceptar reservas, lo que obliga a llegar con algo de paciencia—, La Bartola mantiene una identidad muy local, con una cocina que respeta la tradición mediterránea y española, sin renunciar a la creatividad ni a las nuevas sensibilidades alimentarias. Veganos, vegetarianos, celíacos o intolerantes a la lactosa no solo encuentran opciones adaptadas, sino platos diseñados especialmente para ellos, con mimo y sabor. Lejos de ser una concesión para el turista, esta diversidad forma parte de una filosofía culinaria que apuesta por lo inclusivo sin sacrificar calidad ni autenticidad. En verano, el local se convierte también en un refugio frente al calor sevillano, gracias a su ambiente fresco y acogedor. Y todo esto, con el valor añadido de un servicio cercano, ideal tanto para una parada entre visitas como para una velada relajada.

La decoración de La Bartola apuesta por la sencillez bien entendida: madera cálida cubriendo suelos y paredes, y un mobiliario variopinto de sillas y taburetes que combina estilos y colores con desenfado. Esta mezcla, lejos de resultar caótica, construye una atmósfera relajada, de esas que recuerdan a los bares de toda la vida, pero con un guiño cosmopolita que le sienta bien. Las pizarras colgadas en las paredes, con el menú escrito a mano, suman un toque tradicional que completa el encanto del espacio. Fuera una pequeña terraza situada en el ensanche de Santa María la Blanca. No es un sitio que deslumbre por su diseño, pero sí invita a quedarse y a disfrutar del rato. El ambiente se mueve entre lo familiar y lo vivaz, con un personal que se desliza entre las mesas con naturalidad y una simpatía que se agradece. El servicio es directo, cercano, y sabe cómo hacer que uno se sienta cómodo sin caer en excesos. Sin embargo, algunos pequeños detalles, como cierto desorden y ligeros altibajos en el ritmo de la atención, revelan que aún queda margen para pulir y redondear la experiencia. Aun así, el local respira autenticidad: una mezcla animada de sevillanos y turistas que se dejan llevar por el ambiente espontáneo, ideal para desconectar sin prisas y disfrutar de la vida urbana en su versión más amable.

El restaurante La Bartola despliega una carta que aúna tradición andaluza con toques internacionales. Entre los entrantes, se encuentran clásicos como el queso manchego (3,20 €) y el jamón ibérico de bellota (3,50 €), junto con las anchoas “La Bartola” (4,00 €), marinadas al estilo de la casa. También se pueden disfrutar platos frescos como el salmorejo (3,50 €), que tiene su versión vegana, o las verduras ecológicas en opciones como el sushi de verduras en tempura con salsa de boletus (12,50 €) y el arroz rojo Thai con verduras y salsa romescu (10,50 €). Para quienes prefieren pescado, la carta ofrece opciones como el tataki de salmón con mayonesa de remolacha (12,50 €), los rollitos de pez espada con alga wakame (13,00 €) y el delicioso pulpo a la brasa con crema de batata (14,00 €), uno de los platos estrella. Los amantes de la carne pueden disfrutar de platos contundentes como la ternera retinta al horno con papas (15,00 €), el cordero asado con cous-cous (12,00 €), la carrillada ibérica con parmentier de patata (11,50 €) o el wok picante con cerdo ibérico y verduras (12,50 €). Los fritos caseros, como los calamares con mayonesa cítrica (13,00 €) y las croquetas del día (10,50 €), son perfectos para acompañar una cerveza artesanal. Y para el final, los postres, que incluyen opciones tan tentadoras como la panna cotta de chocolate (3,50 €), la cheesecake con frutos del bosque (4,00 €) y la refrescante crema de limón con gelatina de gin-tonic (3,50 €). Además, la mayoría de los platos están disponibles en versiones veganas y sin gluten, lo que garantiza una experiencia inclusiva y deliciosa para todos y durante todo el día (Cocina Non Stop).

Sorprende descubrir que tiene una destacada puntuación de 4,5 sobre 5 en Tripadvisor, basada en más de 3.800 opiniones de viajeros, situándose en el puesto número 35 de 2.331 restaurantes en la ciudad. En resumen, La Bartola Sevilla se ha consolidado como una parada imprescindible en el casco antiguo, con una oferta que satisface tanto a quienes buscan lo clásico como a los que prefieren opciones más saludables o adaptadas a sus necesidades alimentarias. Su ambiente desenfadado, el trato cercano y una cocina que sabe sorprender sin alardes, convierten a La Bartola en ese tipo de sitio donde entras por curiosidad y sales preguntándote por qué no viniste antes. Un refugio a medio camino entre el bullicio turístico y la vida de barrio, donde cada plato y cada gesto invitan, sin prisas, a quedarse un rato más.

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