“Que está en constante viaje o desplazamiento.”, así se define al ‘Nómada’. Como consecuencia de ese viaje, el nómada está continuamente aprendiendo, atesorando recuerdos, paladeando cosas nuevas y formando, a veces casi sin saberlo, nuevas ideas, concepciones que solo pueden salir de la mente de un viajero que, sobra decirlo, viaja (imaginativamente hablando) infinitamente más lejos que la del sedentario. La restauración a domicilio ya no solo lleva un repartidor la comida hasta la puerta de casa, ahora el chef se cuela en todo tipo de eventos privados para hacer su magia en vuestra propia cocina. Cuando hablamos de cocina nómada no hacemos referencia a un catering o a un restaurante. Esto es mucho más. En un evento de cocina nómada un chef os hará vivir una experiencia cuando y donde queráis. Personalizará el menú teniendo en cuenta alergias e intolerancias, comprará todos los ingredientes, cocinará en vuestra propia casa, os servirá la cena y, lo mejor, dejará todo impecable. Vosotros solo tenéis que disfrutar y dejaros llevar por la experiencia. Este es uno de los colmos del lujo: poner a un gran chef en vuestra cocina. Es algo que hace tiempo que se oferta en nuestro país, y aunque hay circunstancias y, sobre todo, costes, que impiden que se trate de un fenómeno de masas, está de moda. En fiestas de aniversarios, en ocasiones especiales o como regalo de cumpleaños, cada vez más cocineros estrella visitan en persona las casas o espacios particulares, y por precios bastante asequibles por comensal, uno puede no sólo disfrutar de las creaciones de los maestros, sino del arte de verlos crear. A la gente le encanta la idea de que el chef vaya hasta ellos, pero es un empeño extraordinario hacer estas fiestas. Replicar en casas particulares lo que hacen en los restaurantes, la precisión, la perfección, es un reto enorme y consume mucho tiempo. Todo está determinado por el número de invitados.
Esa es, precisamente, la opción elegida por la chef Kim Catalán, una profesional que lleva cuatro años trabajando en Sevilla. Cuenta Kim que entre sus planes esta montar un restaurante en nuestra tierra, una idea que desechó a corto plazo. «No es mi momento para abrir mi propio local», repara. Kim Catalán es una de esos nómadas, siempre a caballo entre Lima y Sevilla. Su cocina nos hace saltar el charco entre estas dos tierras una y otra vez, de sabor en sabor. Peruana de origen, de padre japonés, esta chef que conocimos en una cata con maridaje que se celebra los primeros viernes de cada mes en Tienda el Almazén, nos ha inspirado para hablaros de una forma diferente de hacer llegar a sus comensales esta cocina de raíces. Kim es una enorme cocinera que va donde la llaman, un alma errante que presenta una cocina íntimamente inspirada en el recetario tradicional peruano/japonés, desde la increíble cocina andina, a la fantasiosa restauración japonesa, pasando por la sofisticación de los grandes eventos. Cocina Nikkei que cambia de aspecto y proporciones y se transforman en platos sorprendentes y refinados, con presentaciones contemporáneas y muy personales, y, sobre todo, con sabores auténticos pero accesibles también a paladares no acostumbrados al pescado crudo, al picante o a los cítricos. Tampoco le duelen prendas en emplear técnicas de alta cocina internacional, que permiten expresar sin límites la elegante y exquisita sensibilidad de esta cocinera.
A día de hoy, Kim ofrece dos propuestas a elegir, dependiendo de las necesidades del cliente: Una Cena & showcookink de cinco pases, con una charla sobre la historia de la cocina nikkei, incluyendo un aperitivo sorpresa, ceviche de corvina, niguiri de causa limeña y vieiras, Sapporo ramen con chesiu y wok de verduras y chocolate nikkei de postre por 59,00€ por persona. La otra opción son las Cenas gastronómicas con Gunkan de atún acevichado, Pollo al curry amazónico, Tomate, pesto de nuez pecan y burrata, Panceta japoperuana con mantequilla de chimichurri y Amor Persa de postre por 45,00€ por persona y 18,00€ de maridaje opcional. Un menú cambiante, sofisticado y exótico, con una deliciosa fusión de las mejores cocinas del mundo. En definitiva, un restaurante itinerante puede estar en cualquier lugar, pero no deja de ser un proyecto tremendamente difícil de gestionar. Kim se mueve con soltura en la cocina con la ayuda de su hermana Jean Lú. Hemos sido testigos que la cocina nómada es una cocina viva. Ser nómada es una oportunidad excelente para innovar de forma constante. Una cocina sin un restaurante como base, pero capaz de sorprenderte en cada plato, al igual que lo hace cada parada de un viaje. Contratar un chef para cualquier tipo de evento puede ser una gran idea. Por eso no podéis dejar de probar la extraordinaria propuesta de esta chef peruana. (Las mejores fotos de platos son de María Zapata).