La Kika Sevilla

Av. de la Buhaira, 6, 41018 Sevilla

La Buhaira, un barrio sevillano que aúna tradición y modernidad en su propuesta gastronómica, consolida su posición como uno de los enclaves con mayor proyección culinaria de la ciudad. En este entorno residencial pero de ambiente animado y lleno de vida, proliferan las terrazas y los locales con encanto que ofrecen desde las clásicas tapas andaluzas hasta propuestas de cocina internacional y fusión. El abanico es amplio: establecimientos que combinan gastronomía de calidad con espacios cuidadosamente diseñados, cafeterías modernas ideales para desayunos y brunch, y una oferta cada vez más presente de sabores asiáticos y mediterráneos que enriquecen la experiencia culinaria del barrio. En este vibrante escenario irrumpe con fuerza un nuevo concepto pensado para los amantes del buen comer: La Kika. Este espacio, impulsado por el equipo responsable del reconocido restaurante La Cañera, se presenta como una cervecería contemporánea con alma de ultramarinos tradicionales. Al frente del proyecto están Curro García y Lourdes de la Escalera, quienes lideran esta nueva etapa de un negocio familiar que comenzó su andadura en 1982, en el barrio de Los Remedios, bajo el nombre de La Cañera. Ahora, con la apertura de La Kika —ubicada justo al lado del local de La Cañera en La Buhaira— amplían su propuesta gastronómica en la Capital Hispalense.

Lejos de replicar fórmulas convencionales, la decoración de Kika fusiona estética contemporánea con calidez artesanal en un espacio linealmente organizado que favorece la fluidez y la convivencia. Con una paleta cromática que equilibra rojos cálidos, blancos crema y acentos en negro y madera clara, el local crea un ambiente acogedor y sofisticado. Destacan los murales ilustrados de trazo suelto y colores puntuales que representa elementos culinarios mediterráneos, o las estanterías que evocan tiendas de barrio, aportando identidad sin recurrir a lo obvio. Una disposición abierta, con mobiliario cúbico y funcional, junto a la iluminación cálida y detalles naturales como plantas colgantes y fibras vegetales, completan una propuesta visual coherente y bien pensada, donde cada elemento dialoga con el conjunto para transmitir una experiencia urbana, fresca y auténtica. Grandes ventanales a la avenida llenan de luz el espacio, enmarcando una propuesta culinaria tan informal como cuidada. Es un espacio que comunica identidad sin caer en lo temático, lo que lo convierte en un ejemplo refinado de interiorismo gastronómico contemporáneo. Fuera, una amplia terraza para disfrutar del buen tiempo.

La carta gira en torno a productos del mar, conservas gourmet, embutidos de calidad, encurtidos y panadería artesanal, todo presentado en formatos diseñados para el tapeo y acompañado de vermut y cerveza bien fría. Entre sus especialidades destacan los “kikos” —pequeños bocados gourmet con base de pan— como el de chicharrón de Cádiz con queso (3,40 €), panceta rellena de chorizo y queso (3,30 €) o el de sobrasada con queso curado (3,50 €), y las “kikas”, elaboradas con pan brioche y rellenos como guiso de rabo de toro (7,30 €), la cochinita pibil con queso fundido (6,60 €) o albóndigas de ternera en salsa (6,60 €). Panes de mi casa como el Pan de Francisco (12,00 €) o la Cañera (12,00 €). No falta el apartado de embutidos ibéricos como varios tipos de morcilla, panceta, carne mechada, cecina de buey o sobrasada mallorquina. Quesos nacionales —como el queso curado de búfala, el ahumado o el de pimentón canario o la torta de la Serena— y opciones frías como mojama, huevas, boquerones en vinagre, o solomillo de atún marinado. Además, para quienes buscan una experiencia más tradicional, también se ofrecen platos calientes como croquetas, alitas, huevos a la antigua con sobrasada o carrillada (6,90 €), canelones de pulled pork o el de kimchi (17,00 €), alcachofas confitadas (12,90 €), tiras de pollo picantes (12,00 €) o los clásicos buñuelos de marisco, con precios que van desde los 3,50 € la tapa, hasta los 10 € la ración.

Este proyecto de restauración enriquece la ya diversa oferta gastronómica de La Buhaira, destacando por su enfoque en la recuperación de sabores tradicionales, los cuales son reinterpretados de forma contemporánea, generando una propuesta gastronómica que refleja el compromiso con la autenticidad y la calidad. La Kika se presenta como una iniciativa innovadora que honra la tradición del ultramarinos clásico, fusionándola con una estética moderna y accesible. Este espacio se concibe para aquellos que desean redescubrir la esencia del sur, con una oferta que respira frescura. Un valor añadido: la cercanía y la familiaridad con la que José Luis, un veterano hostelero que regentó durante años la famosa Cervecería Pive de San Diego, atienden a sus clientes. Por todo esto y porque creo sinceramente que os va gustar, no podéis dejar de visitarlo.

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