Av. de las Erillas 6. 41910 La Pañoleta (Camas), Sevilla
Teléfono 955 98 11 15
Agnola y Pepe son dos aventureros, en el sentido más amplio de la palabra. Aventureros porque les encanta viajar por todo el mundo atesorando experiencias y porque su visión de los negocios sobrepasa el mero hecho de embarcarse en un proyecto de hostelería tan singular como este.
El equipo de La Mundana viene de una larga trayectoria, con otra conocida cafetería en la calle Regina de Sevilla, pero, por cosas de la vida, se vieron obligados a parar y recuperarse… Durante esta etapa “el mundo se paró”. Con el tiempo se dieron cuenta que su destino no era un lugar sino una forma de ver y sentir las cosas. Así que decidieron sembrar las semillas recolectadas en su fase anterior y volcarse con este nuevo proyecto que ahora les ilusiona ver brotar.
La Mundana esta ubicada en La Pañoleta, el barrio que vio crecer a Agnola, puerta de entrada a la ciudad y cruce de caminos. Un barrio de toreros, bodegas y personajes insólitos… Aquí, al otro lado del río, “fui una niña libre y feliz”, nos cuenta Agnola. Ese es el motivo para abrir La Mundana en el extrarradio de la capital. Su forma de agradecer esos años es aportar un lugar diferente a este barrio añejo y peculiar, un oasis en el Aljarafe sevillano.
Al pasar la pequeña fachada de color gris donde se puede leer el nombre del negocio, se entra en una zona diáfana separada en pequeñas estancias por muros anchos y paredes de ladrillo visto. Una decoración ecléctica, proyectada por Pepe, donde se mezclan estanterías antiguas inundadas de productos Km 0, globos terráqueos con luces en su interior, mesas de madera adornadas con centros de fruta, vetustos espejos o una curiosa colección de mariposas que cuelga de sus paredes.
En sus numerosos viajes han conocido lugares en los que se sintieron como en casa, espacios mágicos y confortables, que sin saber porque, te hacen vibrar y sentirte especial. Querían algo así para sus clientes y también para ellos mismos. La intención era crear un café confortable que invite al relax y a compartir buenos momentos con amigos. Un lugar donde ofrecer lo mismo que ellos les gusta recibir, un trato con corazón de persona a persona, apoyándose en productos de cercanía, con alma, caseros, artesanos, tradicionales, y por qué no, innovadores.
La comida que más le gusta a estos dos inquietos hosteleros es el desayuno, para ellos desayunar es disfrutar… Así que la idea era hacer del desayuno un festín. Panes caseros o molletes artesanos de masa madre, zumos y batidos naturales con fruta fresca, mermeladas mundanas (caseras), patés mundanos(casero), tortillas mundanas (caseras), carne mundana (casera), cereales con fruta y yogurt, tes artesanos y bio, yogurt con muesli, ensalada de frutas, bagels, café de especialidad (tostado en microtostador de Alquimista coffee), dulces de cercanía, cervezas artesanas de cercanía o tartas Mundanas… (pronto tendrán nuevas incorporaciones).
Las tardes en La Mundana se animan con tartas caseras. Llevan 10 años realizando estas mismas recetas, tartas suaves, llenas de sabor y con un toque especial de las antiguas recetas. Ellos aseguran que “no todo es lo que se ve o lo que te cuentan”, lo mejor es ir y experimentar lo que se siente con cada cucharada de una de estas delicias. La Mundana sigue teniendo clientes muy fieles, que después de ese año y medio de reposo que os contaba han vuelto a contactar con ellos, desplazándose desde todos los puntos de la provincia para volver a probar esas maravillosas tartas y esos productos caseros.
“Somos mundanos porque nos apasiona la libertad, comer, beber, viajar, amar, disfrutar, reír… Nos vemos en La Mundana”.
La Mundana, un sueño hecho realidad.