Calle Feria, 90 – 41002 Sevilla
Teléfono: 639 23 73 88
San Marco in Lamis es un pintoresco pueblo ubicado en la región de Apulia, al sur de Italia, dentro de la provincia de Foggia. Este lugar destaca por su belleza natural y su rica historia, con un centro histórico que conserva encantadoras calles empedradas y edificios tradicionales. Es un refugio ideal para quienes buscan sumergirse en la historia, la cultura y los paisajes del sur de Italia. Este es también el pueblo de origen de Antonello Nardella, uno de los protagonistas de nuestra historia, junto a Laura Barrio, su pareja y socia. El nombre del restaurante, “La Sita”, tiene un doble significado. Por un lado, hace referencia al tradicional lugar de encuentro en la plaza de San Marco in Lamis, donde Antonello solía reunirse con sus amigos para compartir momentos. Por otro lado, en Andalucía, “La Sita” evoca la idea de una quedada, un lugar de encuentro, un momento acordado para verse con alguien. Este concepto está representado en el logo del restaurante, que incluye un banco de parque, simbolizando ese espacio de reunión y descanso, un lugar para encuentros fortuitos y reflexiones compartidas, donde el tiempo parece detenerse. Aunque jóvenes, Laura y Antonello son dos hosteleros con amplia experiencia que se conocieron trabajando para el Grupo Perro Viejo (Tu Hogar Fuera de Casa). Laura proviene de una familia con una larga tradición en la hostelería: sus padres, María Jesús Guzmán y Manuel Barrio, heredaron y gestionaron el Bar Los Claveles, ubicado en la Calle Trabajo. Ahora, Laura continúa con orgullo la profesión familiar, manteniendo viva esa tradición.
Localizado en la Calle Feria, La Sita es un acogedor establecimiento que invita a todos los que buscan una experiencia diferente en la ciudad. Laura se encarga de la sala, mientras que Antonello trabaja en una pequeña cocina abierta al público. Juntos han creado este espacio desde cero, con dedicación y cariño, algo que se siente en cada rincón. Uno de los detalles más especiales del restaurante es la barra, que construyeron con sus propias manos, simbolizando el esfuerzo y el amor que han puesto en cada aspecto del proyecto. La decoración tiene un estilo cálido y ecléctico, que combina elementos vintage y modernos. Objetos como una máquina de coser antigua, un cuadro paisajístico y lámparas retro de metal, rescatadas del mercado, evocan tradición, mientras que las paredes texturizadas, las bombillas expuestas y el mobiliario sencillo aportan un toque contemporáneo y acogedor. La pequeña terraza del restaurante es testigo del bullicio constante de la Calle Feria. El local tiene capacidad para 12 personas sentadas en mesas, 12 más en banquitos repartidos en las barras y 16 comensales adicionales en la terraza. Se trata de un lugar con una personalidad muy marcada, donde lo artesanal y lo moderno se fusionan para crear un ambiente minimalista y único. En La Sita apuestan firmemente por los productos de proximidad. El restaurante se abastece de ingredientes frescos y de temporada, principalmente del Mercado de la Calle Feria, donde cuentan con proveedores de confianza, como su pescadero y frutero, que garantizan una calidad excepcional.
La especialidad de la casa es el “cuchareo”, con guisos caseros que transportan a los sabores de siempre. El menú incluye opciones como Gilda (2,50 €), tosta de tomatitos salteados y jamón (4,50 €), tartar de vacuno con yema curada y parmesano (10,00 €), pimientos del piquillo rellenos de ragú (4,50 €), carpaccio de langostinos con su fumé (10,00 €), hummus de cocido (5,00 €), mejillones con emulsión de escabeche y chips (5,00 €), papas con choco (6,00 €), longanizas al vino (5,00 €), puchero (5,00 €), crema de verduras (5,00 €) y el guiso del día, disponible bajo consulta. En la barra, destacan opciones como la pulguita de tartar de atún con stracciatella (6,00 €), el pepito de langostinos con mayo verde (5,00 €), montadito de chistorra y setas (5,00 €) y montadito de pringá del puchero (4,80 €). Como extra, se puede añadir pan por 1,50 €, con panes italianos elaborados por David la Rosa, del Restaurante Amoru, que suelen estar disponibles a diario. Además, cuentan con muchas opciones para celíacos y personas con sensibilidad al gluten. La carta de vinos, aunque corta, está cuidadosamente seleccionada. Cada semana se elige un vino especial fuera de la carta para sorprender a los comensales, destacando opciones como Dehesa Gago (Toro), Nirio (Rueda) y el Vermut casero de Rociana del Condado o Moscatel de Chipiona.
La Sita no solo destaca por su propuesta gastronómica, sino también por su enfoque inclusivo. Con opciones veganas en el menú y la bienvenida a mascotas en el interior del restaurante, Laura y Antonello quieren que sus clientes se sientan como en casa. Su ambiente cercano y familiar es perfecto para disfrutar de una comida en buena compañía, ya sea con amigos, familia o pareja. En resumen, La Sita es un espacio acogedor, donde la tradición, la innovación y la calidez sevillana se fusionan para ofrecerte una experiencia gastronómica desde la sencillez y con una cocina que no pasa de moda. ¡No dudéis en reservar vuestra mesa y disfrutar de una “cita” con el buen comer!.