Calle López de Arenas, 2 41001 Sevilla
Teléfono: 652 18 95 29
La hostelería de Ceuta y la de Sevilla presentan características marcadamente distintas, tanto en términos de oferta gastronómica como de dinámica de mercado. Ceuta, con una población más reducida y un carácter más cercano a la tradición, ha forjado una hostelería con un fuerte enfoque en los productos locales y un público más familiar y turístico. En cambio, Sevilla presenta un panorama más desafiante y diverso. Aquí, la hostelería está marcada por una mezcla de tradiciones andaluzas y vanguardias culinarias. La ciudad cuenta con una amplia oferta que va desde tabernas y bares tradicionales hasta restaurantes de alta cocina, y la competencia en el sector es mayor que en la Ciudad autónoma. Sin embargo, este entorno también representa una oportunidad única para los emprendedores que buscan innovar con propuestas diferentes. Los contrastes entre ambas ciudades también se refleja en la infraestructura y el perfil del cliente. Por eso, aunque Ceuta ofrece un terreno prometedor para el emprendimiento, tiene un mercado local más reducido. Sevilla ofrece un flujo constante de clientes durante todo el año, incluyendo locales y turistas que buscan nuevas sugerencias gastronómicas. La capital andaluza permite que las propuestas se adapten a una demanda que va más allá de las fiestas de primavera, algo que conlleva un desafío mayor, pero también mayores oportunidades de crecimiento.
Luz y Brasa abrió sus puertas en el Arenal a finales del pasado año, en el local que anteriormente ocupaba Cotidiano. Especializado en platos a la brasa, este establecimiento se destaca por su enfoque en productos de calidad, con un protagonismo especial del pescado fresco traído desde la lonja de Tarifa, verduras y carnes selectas. Este espacio ha sido recientemente transformado por Ana y Manuel Martín, dos jóvenes empresarios originarios de Ceuta, que han decidido emprender un nuevo proyecto en Sevilla. Con su experiencia previa en el sector de la hostelería, unida a su pasión por la cocina y el trabajo en equipo, han logrado dar un paso hacia una nueva etapa. Su trayectoria de éxito comenzó con el chiringuito Sol y Pimienta en Ceuta, donde estuvieron durante un par de años. Aunque no pudieron renovar su contrato en la playa, esta situación resultó ser, en cierto modo, beneficiosa, ya que el traslado a la Plaza de África, les permitió dejar de depender de la temporada estival y explorar nuevas oportunidades. La oferta de Luz y Brasa se centra en una parrilla de alta calidad, donde todos los productos se cocinan directamente sobre las brasas sin preelaboración, lo que le da un sabor único y auténtico. La reforma del local del Arenal se completó en menos de un mes, y se ha diseñado siguiendo la misma filosofía que en Ceuta, con Ana utilizando sus conocimientos como aparejadora para garantizar que el espacio mantenga la esencia de la marca. Una decoración luminosa y acogedora, con paredes claras, grandes ventanas, mesas de madera y sillas con asiento y respaldo en cuerda. La estructura mantiene dos comedores, cada uno a un lado de la entrada, con capacidad para 80 comensales. La cocina es visible desde uno de los salones, creando un ambiente abierto y transparente. La luz del restaurante es suave y cálida, generando un ambiente íntimo y acogedor que invita a la relajación y el disfrute. Original el detalle de la reserva escrita en una divertida caja de luz con bombillas de colores. Al frente de la sala encontramos a María Díaz, una sevillana amable y eficiente, mano derecha de Ana.
La cocina a la brasa que defienden estos dos hermanos, tiene cabida dentro de una tendencia creciente que destaca por su simplicidad, calidad y la valorización de productos autóctonos, algo que encaja perfectamente con la búsqueda de nuevos sabores y experiencias por parte de los sevillanos y los turistas que visitan la ciudad. Luz y Brasa ofrece una carta centrada en productos de calidad, destacando tanto el mar como la tierra. Entre las ensaladas destacan opciones como la César, la de burrata con rúcula y pesto, o la invernal con granada, aguacate y nueces, todas por 16€. También cuentan con platos más innovadores como la ensaladilla de pulpo a la brasa y una selección de tostas y aperitivos, como las tostas de sardina marinada (5.80€), tosta de atún brasa 12,00€, tosta de lagartito 11,80€, boquerón del Cantábrico (2.80€) y bolitas de centollo, de gambas o de tortillitas de camarones (10€). Para los amantes de las parrillas, Luz y Brasa ofrece un variado menú, desde pescados a la brasa como la pata de pulpo (28.90€) y el pescaíto del día (precio según el mercado), hasta carnes como el lagartito ibérico (25€/250 gr.), presa ibérica (28€/250 gr.) y costillar de cerdo (32€/kg). También se incluyen verduras a la brasa como alcachofas (6.50€) y espárragos blancos braseados (12.40€). El menú se completa con deliciosos postres caseros, como la tarta crujiente de manzana (6.80€), tarta de queso (5.50€), coulant de chocolate (5.80€) y piña braseada con helado de vainilla y miel (5.80€). Platos sencillos pero llenos de sabor, preparados con productos frescos y cocinados con el toque único de las ascuas.
Luz y Brasa no solo es una extensión de su éxito en Ceuta, sino también una muestra del crecimiento de este joven dúo emprendedor que busca ofrecer una experiencia gastronómica auténtica y sencilla en el corazón de Sevilla. La expansión de su negocio a ciudades como Sevilla no es casualidad. Ana y Manuel conocen bien las ciudades en las que tienen en marcha sus locales, y su enfoque sigue siendo el mismo: crear un ambiente acogedor, ofrecer una cocina de calidad y dar protagonismo a la parrilla, que se ha convertido en su sello distintivo. Con cada apertura, los hermanos se consolidan como empresarios con una visión clara y un futuro prometedor en la hostelería. En resumen, Luz y Brasa ha cruzado el Estrecho para traer luz a Sevilla, reflejando no solo la visión y el esfuerzo de estos empresarios, sino también su capacidad para adaptarse y evolucionar en un sector tan competitivo como el de la hostelería. La clave del éxito, su apuesta por la sencillez en la elaboración y el toque único del fuego, que les permite ofrecer una experiencia gastronómica auténtica y sabrosa. Luz y Brasa Sevilla evidencia que, con trabajo, pasión y una visión clara, es posible expandir un negocio de manera exitosa más allá de las fronteras de la que llaman “La Perla del Mediterráneo“, una hermosa ciudad que mira al Mediterráneo desde el otro lado del Estrecho.