Calle Santo Tomás, Casco Antiguo, 41004 Sevilla
Teléfono: 854 52 11 62
El toreo es una de las tradiciones más arraigadas de nuestra cultura, además de ser una de las más famosas a nivel mundial y, a su vez, una de las más polémicas. El origen de la tauromaquia en España se da con las primeras corridas que, según está documentado, datan del siglo XII. Eran actividades que se tomaban con aire festivo y lúdico. La primera corrida de toros documentada se sitúa en el año 1128, en la boda de Alfonso VII de Castilla (hijo de Urraca I de León) y Berenguela de Barcelona. Tuvo lugar en la localidad de Saldaña (Palencia). Actualmente la tauromaquia es una tradición en torno a la cual se han generado opiniones divididas, seguidores y detractores vitorean cada corrida o claman su desaparición respectivamente. Pero si hay una figura que destaca entre las demás en el toreo actual, ese es Morante de la Puebla, un torero que se ha consolidado como una figura indiscutible, un maestro de maestros. El torero sevillano ha alcanzado el cetro, con varias temporadas en la que ha conseguido que todos, sus fieles partidarios y también sus detractores, hayan cantado sus cualidades y ensalzado sus excelencias. Guste o no, el mundo de la tauromaquia está unido a la cultura y folclore tradicional español y su singularidad fascina a turistas de todo el mundo. Por ese motivo, homenajear a un reconocido torero con un establecimiento situado al paso de los miles de turistas que se mueven diariamente por el centro, de entrada no parece una mala idea. Ya solo el nombre sugiere parte de nuestra esencia, y eso indiscutiblemente atrae al público extranjero.
Morante Restaurante es uno de los grandes proyectos del Grupo Bernarda, dueños de la famosa Bernarda de Juan de Mata Carriazo, Barra Triana Pura o Bodeguita Chicuelo, entre otros. Lo primero que llama la atención de Morante es la enorme terraza de la calle Santo Tomás, que desde primera hora se llena de extranjeros que se sientan a comer con vistas al Archivo de Indias. El hermoso edificio de tres plantas pegado a la Antigua Cilla del Cabildo, ha pasado por distintos negocios hosteleros antes de ser completamente reformado para convertirlo en un coqueto restaurante. El establecimiento tiene una decoración de estilo clásico. Al entrar vemos una pequeña ventana a la cocina y una zona de mesas altas con una barra de servicio repleta de botellas y copas. Uno de sus mayores atractivos es, además de su fachada, su patio interior. Un pequeño arco con buganvillas da paso a un luminoso patio con un colorista y poliédrico suelo en el que se distribuyen varias mesas con sillas de ratán. Muchas características antiguas se han conservado y restaurado para llevar este edificio y su historia a una nueva vida, creando un lugar tranquilo y agradable. Grupo Bernarda tiene previsto agrandar el número de mesas en la primera planta del edificio y dejar la segunda para eventos privados. Los camareros se afanan en llevar los platos a las mesas tanto de Morante como de Bodeguita Chicuelo, un negocio hermano pared con pared, que comparte cocina. Y es que los restaurantes para extranjeros existen. Y deben existir. Los turistas necesitan restaurantes para sus necesidades. Que muchos de los restaurantes que se dedican a este público tengan mala reputación es causa de la mala praxis, no del público al que se dirigen o de la necesidad de este tipo de negocios en el mercado. Un mercado enorme en muchos lugares, y muy rentable.
La oferta gastronómica de Morante está dirigida a los muchos visitantes que pasan por nuestra ciudad. Es raro encontrar un sevillano en este local del centro. Pero eso no quiere decir que aquí no se coma bien. Lo cierto es que es una de las mejores ofertas para “guiris” que he conocido en Sevilla. Su cocina se asienta en los sabores autóctonos de Andalucía, un tributo a nuestra herencia culinaria. Aquí las tapas son el alma de su cocina. Desde las tapas más tradicionales como el jamón ibérico, las croquetas caseras o el salmorejo, hasta los platos principales más elaborados, su propuesta culinaria es un homenaje a las recetas que han perdurado a lo largo del tiempo, con elaboraciones y presentaciones del SXXI. Una carta que comienza con una selección de quesos artesanos: Casín, Manchego, Gamonéu, Mojorero 8€, salmorejo de mango, bravas, ensaladilla de atún, croquetas de pato o de carabineros 5,90€, anchoas del Cantábrico 3,50€, surtido de chacinas 24€, solomillo al whisky o al Cabrales 5,90€ o tartar de tomate ecológico 4,90€. Platos como el chicharrón de barriga de atún 18€, huevos rotos con jamón 17€. Pescado como los exquisitos dados de bacalao con tomate casero 15€, chocos fritos 15€, chipirón al PX 18€ o la pata de pulpo braseada 22€. Carnes como el lomo bajo de vaca 28€, solomillo de vaca con salsa de foie 24€, hamburguesa de vaca 16€, presa ibérica 24€, taco de carrillera 16,90€ o el envuelto de cola de toro 17,95€. Guisos y arroces como el arroz ibérico o el negro en paella 19€, risotto de pato o de calabaza 16€, ravioli de calabaza 16€ o pappardelle oceánico 16,50€. De postre, torrija de la casa 8,50€, tartaleta de queso 7,50€, brownie de chocolate blanco 7,50€ y el postre de chocolate y más chocolate 8,90€. Importante carta de vinos.
Morante Sevilla no es solo un lugar para disfrutar de una excelente comida, sino también un refugio perfecto para relajarte y disfrutar de un exquisito cóctel o un café recién hecho. Su Cocktail Bar es el rincón ideal para aquellos que buscan un ambiente acogedor y sofisticado, donde cada detalle ha sido pensado para ofrecer una agradable experiencia. Morante invita a tomarse un respiro en medio del bullicio de la ciudad. Un viaje por la gastronomía y los sabores andaluces y españoles, en un ambiente elegante, sofisticado y de lujo, pero para la mayoría de bolsillos. La atención al detalle en cada rincón del restaurante, y el servicio de sala, hacen de Morante Restaurante un lugar absolutamente recomendable. La perspectiva con que contemplamos la cocina está marcada por nuestros prejuicios. Con ellos en la mano, ninguneamos y condicionamos nuestra relación con los locales orientados a extranjeros y visitantes. En Morante Restaurante vais a encontrar buena cocina contra los malos prejuicios, en un entorno sofisticado y acogedor. Por eso tenéis que conocerlo.