Paseo marítimo Caño Guerrero, 21760 Matalascañas
Teléfono: 600 33 01 23
Todo es más fácil frente al mar. La neurociencia asegura que la explicación radica en nuestro cerebro, ya que estar cerca del mar nos afecta tanto física como psicológicamente. Todos los veranos hacemos un recorrido por los mejores establecimientos hosteleros de nuestras costas, en busca de esos espacios fundidos con el viento y el salitre, restaurantes donde la experiencia se engrandece con el entorno: con el mejor entorno posible. La gastronomía verdaderamente trascendente (la que se fija en la memoria) tiene que ver con lo que sucede en el plato, pero tiene especialmente que ver con la vida. Y es que si algo tiene esta época estival, es que aumenta las ganas de liberarse, descansar y degustar aquellas cosas que no nos hemos permitido durante el resto del año. La gastronomía es una de las excelencias que esconden los rincones de Huelva, y Matalascañas es uno de ellos. Hablamos de cinco kilómetros y medio de playas de arena dorada (para los que les guste la arena), con todo tipo de establecimientos, en los que podéis disfrutar de arroces, pescados y, como no puede ser de otra manera, la gamba blanca de Huelva, entre los platos más preciados. Todo regado con una cerveza bien fría o un vino blanco del Condado de Huelva.
Matalascañas ha sido durante años, al igual que para miles de sevillanos y extremeños, mi principal destino turístico. Estamos en una de las playas más concurridas de la provincia de Huelva durante los meses de verano. Visitantes y turistas acuden a este pueblo onubense para desconectar y disfrutar de su playa, su oferta de ocio y su gastronómica. Limítrofe con el Parque Nacional de Doñana, en sus mástiles ondean las banderas de calidad turística y ecoplayas, que reconocen la sostenibilidad y gestión en lo que a medioambiente se refiere. Matalascañas también ofrece lo mejor del producto onubense, y restaurantes como el que hoy os recomendamos, trabajan duro por brindar esos extraordinarios productos a sus clientes. Restaurante Panseco esta ubicado en el mismísimo Paseo Marítimo de Caño Guerrero, y cuenta con una amplia terraza frente al mar, con unas espectaculares vistas que completan la gran experiencia que es disfrutar de la gastronomía de nuestras costas. Se trata de uno de los pocos establecimientos que abren todo el año, para que disfrutéis de vuestra visita en cualquier época. Restaurante Panseco nació el 2 de diciembre del pasado año de la mano de Mamé Gallardo, un experimentado hostelero nacido en Bollullos que conocimos en Senza, en la calle San Pablo, y que luego estuvo haciendo equipo con mi amiga Lu Ceballos, en el malogrado Martirio, en Los Remedios. Panseco debe su nombre a Román, tatarabuelo de Mamé al que llamaban “Panseco”, ya que debido a su altura (1,98m) solo les quedaba pan seco para alimentarlo. Mamé regresa así a sus orígenes para dar vida a este personal proyecto, ayudado de cerca por su pareja Annabel Iglesias.
Un hermoso cuadro de Lucia Oliveros preside la pared de un espacio donde podéis disfrutar del concepto de “slow bar”. Un lugar para comer sin prisas, sin estrés, que apuesta por el producto fresco y que no trabaja con quinta gama (platos precocinados). En Panseco todo se elabora al momento, requiere algo más de tiempo de espera, pero la calidad bien merece el esfuerzo. La carta destaca por una excelente cocina andaluza, con los mejores pescados y mariscos de la costa de Huelva. Buen género, experiencia en el trato y la mejor localización, dan valor a este restaurante que cuenta además con un destacado servicio, algo que se echa en falta en muchos negocios de hosteleria durante el verano. Una carta que comienza con un indispensable como la cazuela Panseco (gambas) 17,50€, ensaladilla de gambas con mayo de aguacate y lima 12,00€, corazones de alcachofas con virutas de jamón 14,00€, el famoso pan de la casa con huevos rotos, queso de cabra, miel y nueces 14,00€ o las gambas blancas de Huelva, cocidas o a la plancha XL 18,00€. Pescado frito como el choco 13,50€, adobo de cazón 12,00€, croquetas caseras 12,00€, boquerones 12,00€, tortillitas de camarones 2,50€ o el frito variado 9,00€ por persona. A la plancha tenéis el espectacular calamar de potera, róbalo o lubina, baila, dorada, pargo 5,50€/100gr o atún rojo de Almadraba. Entre las carnes encontramos la presa de paleta 19,00€, lagarto (intercostal) 17,00€, solomillo al whisky 17,00€ o la carrillera ibérica 13,50€. De postre, semifrío de turrón de almendras o de ricota con miel y nueces 5,50€ y el coulant de chocolate templado y nata 5,00€. La cuenta para dos personas ronda los 30,00€ por persona, con botella de Coupage de Oliveros, un exquisito blanco de Bollullos 17,00€.
Inmersos ya en plena temporada veraniega, apetece, y mucho, comer cerca del mar. Por suerte, en Andalucía tenemos un litoral inmenso en el que abundan bares, restaurantes y chiringuitos para comer muy, pero que muy bien. Restaurante Panseco es un negocio con unos precios bastante ajustados, a pesar de estar a pie de playa y de su indiscutible calidad. Los fritos y los pescados plancha, en sus diversas elaboraciones, son algunos de sus puntos fuertes, si bien es recomendable no marcharse sin haber probado la ensaladilla o el pan de la casa. Los mejores recuerdos de los veranos en Matalascañas los he vivido comiendo con amigos o con la familia junto al mar. Las suaves brisas refrescantes son más que bienvenidas cuando llegan las famosas olas de calor, recobrando la vitalidad y despertando apetitos sometidos por las temperaturas estivales. Restaurante Panseco es el nuevo espacio de moda en Matalascañas. Un sitio que tenéis que conocer si estáis por la costa onubense. Muchas gracias a mi amigo Mamé y todo su equipo por la hospitalidad. Volveremos.