Restaurante Chino Míng

Calle Santas Patronas, 5, 41001 Sevilla
Teléfono: 954 21 88 16

La gastronomía de fusión vinculada a la mezcla de ingredientes tiene un lugar destacado en Sevilla, pues son muchas las cocinas internacionales que enriquecen su oferta culinaria con ingredientes de nuestra tierra. Los sabores asiáticos, indios, sudamericanos… encuentran bajo este concepto, y en combinación con los productos andaluces, una nueva forma de expresión. Si le preguntas a un cocinero chino si es posible fusionar la cocina china con la española, la respuesta es que esa fusión ya existe, tanto en los restaurantes chinos que hay en España como en los españoles que hay en China, adaptándose al gusto de cada país. Como ejemplo podemos poner el caso de la paella. A los chinos les gusta que tenga el arroz menos duro, por lo que en el restaurante, antes de empezar a cocinarla, tienen en cuenta si el que la ha solicitado es local o extranjero. El restaurante Míng de Santas Patronas es el segundo establecimiento de la marca en Sevilla. Un espacio que, tanto en su filosofía como en su propuesta, ejemplifica a la perfección lo que es la fusión gastronómica ¡aquí el producto andaluz y Asia se dan la mano! Una fórmula que atrae a muchos clientes orientales, que descubren en su oferta sabores reconocibles pero singulares.

Al frente de Ming se encuentran Lele Ji y Míng, un matrimonio de Quingtian, un condado suburbano ubicado en el sudeste de la provincia de Zhejiang, bajo la prefectura de Lishui. Estos empresarios llegaron a Sevilla en 2010 tras cinco años en Barcelona y montaron su primer negocio, una tienda de arreglos de telefonía, junto a las Setas de la Encarnación. Su sueño era abrir un pedacito de gastronomía de su tierra en nuestro país, montando un restaurante con otra versión de la comida China, tratando de hacer algo diferente a todo lo que se podía ver en Sevilla. El primer negocio se puso en marcha a finales de 2019, posiblemente el peor año de la historia para abrir un negocio de hostelería. Por eso no es difícil imaginar lo complicado que fueron los comienzos. Por un lado la pandemia y por otro que su cocina no era habitual en Sevilla. El nuevo local de Míng ofrece una decoración moderna y actualizada. Lo primero que llama la atención son los arcos de entrada en forma de herradura, que dan paso a un amplio salón en L en el que destaca una gran lámpara en 3D que simula un templo budista. Las lámparas colgantes de araña inundan el techo de bambú y el papel pintado llena las paredes con escenas tradicionales chinas, para que los clientes entren en ambiente. Un trabajo de interiorismo agradable, con sillas de terciopelo o un gran banco de terciopelo azul.

La carta ofrece recetas cantonesas, pekinesas y de Xiang, con recomendaciones del chef como la lubina asada con verduras estilo hotpot 38,95€, lubina a la cebolleta 29,95€, patato laqueado Míng style 27,50€, cerdo pekinesa 17,50€, Mao xue wang 26,50€, costillas crujientes al ajo 13,50€ o cordero con comino 18,95€. Entrantes exóticos como el huevo centenario 8,95€, aliño de bambú en salsa china 8,95€ o patas de pollo en salsa picante 7,95€. Mariscos y pescados como el rodaballo en cebolleta, los langostinos tigre 33,95€, vieiras 7,00€ y ostras al ajillo 4,95€ o los calamares al Gan-Guo 14,95€. En el apartados carnes tenéis lonchas de ternera en sopa picante 27,50€, ternera especial de chongqing 16,50€ o pollo Kung-Pao 9,50€. El arroz y los fideos cuentan con una amplia sección, con platos como la sopa de aleta de tiburón 10,95€, la sopa de maíz con cangrejo 6,95€ o la sopa Wan-tun 6,50€. Ramen de ternera o de marisco 14,95€ arroz frito al estilo Ming 10,85€, Xia-jiao 6,50€ o pasta de arroz salteada con ternera 10,95€. Varias recetas de tofu para vegetarianos, setas y la coliflor al Gan-guo 11,95€ cierran una carta con un solo postre, la tarta de calabaza 6,75€. Para beber, cerveza Tsingtao, leche de coco o algunos de sus licores o tés, verde, rojo o ‘jia duo bao’, un té herbal. Os dejo la carta completa.

Con un servicio atento y muy agradable en el trato, las conclusiones más desfavorables tienen que ver con el precio. Y es que cuando se trata de comida china, cualquier restaurante con aires pomposos es una trampa demasiado evidente. Míng es más caro que la mayoría de los restaurantes chinos de la ciudad. Pero eso no sería un problema si lo que llega a la mesa estuviera en consonancia con el precio, pero no es así. Cuando terminas de comer, eres consciente que algunos precios están muy inflados, y que los 76,14€ que te costado cenar, no se notan en la calidad de los platos. Ejemplo, el cerdo a la pekinesa por 17,50€ con tortitas de arroz prefabricadas y con una carne absolutamente insípida, los 33,95€ del plato de langostinos al ajillo o los 29,95€ de una lubina en sopa picante, que ya tiene que estar buena la lubina. Míng es un restaurante chino por encima de la media de otros establecimientos similares, pero sus precios están desequilibrados para lo que se ofrece, no sé si por estar en una zona turística, si es por la imagen que quieren dar de restaurante de nivel, pero el precio final no termina de encajar. De cualquier forma, es un local que debéis conocer, aunque solo sean para poder opinar.

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