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Sevilla se está convirtiendo en los últimos años en una ciudad cosmopolita desde el punto de vista gastronómico. Las alternativas van desde la cocina japonesa o peruana, hasta los sabores del Líbano y de la India, pasando por restaurantes americanos, mexicanos e italianos que llevan muchos años alimentando los estómagos de los sevillanos y los turistas de la capital hispalense.
A todas estas alternativas gastronómicas se une ahora la cocina de Corea. Vamos a comenzar definiendo las principales características de la gastronomía de este hermoso país. El pueblo coreano siempre consideró que la cura de enfermedades y la buena alimentación parten de la misma raíz. Sus productos más característicos requieren largos períodos de elaboración, en especial los fermentados como el Kimchi. Lo habitual es servir muchos platos diferentes a la vez. en los que se usan muchas verduras como zanahorias, coles, pimientos etc. Y también se utilizan muchas especias como aji, orégano, paprika, etc.
Llegamos a cenar mi hijo (que es un apasionado de la comida oriental) y un servidor, dispuestos a adentrarnos en la gastronomía coreana. Teníamos una mesa reservada detrás de una gran familia coreana que estaban disfrutando la comida de su tierra ( la presencia de autóctonos le da autenticidad al local). Nos atiende Lucia, una joven adorable y atenta, que pertenece a la familia propietaria del local, y que nos explica todo sobre los platos para disipar nuestras dudas. Lucia nos recomendó las cosas más típicas que no pueden faltar en una mesa coreana. Lo único que le advertí fue que no puedo comer mucho picante para que lo tuvieran en cuenta, algo complicado ya que los coreanos gustan mucho del picante en los platos.
El local de la nueva ubicación de Moon es mucho más grande, luminoso y tranquilo que el anterior. Paredes revestidas de madera y muebles clásicos, demasiado para mi gusto, pero conservando ese aire de restaurante oriental. La nueva carta completamente remodelada y con fotografías de todos y cada uno de los platos para que sepáis qué lleva cada uno.
Lo primero que llega a la mesa son unos entrantes cortesía de la casa consistentes en tofu, patatas curry y un kimchi delicioso y muy picante. Nosotros pedimos el riquísimo Dosot Bibimbap 13,00€, que es un arroz con verduras y carne en cazuela caliente que Lucia remata y aliña en la mesa, ración de Mandoo, empanadillas coreanas de carne y verduras 10,00€ y un Baigogi, una ternera con soja dulce y verduras por 13,00€. Todo se sirve a la vez acompañado de un bol de arroz blanco y una salsa picante y soja. Para beber una cerveza Hite del país o la bebida coreana de uva.
Otros platos interesantes son el Suntofu (sopa picante con tofu y kimchi) 13,00€, Ozing-o (calamares y verduras con salsa picante) 13,00€, Bulgogi tukbokki (ternera con soja dulce y tukk) 12,00€, L.A.galbi (costillas de ternera a la barbacoa) 13,00€, Samkupsal (carne de cerdo, lechuga y salsa picante) 12,00€, Japche (fideos de patata con ternera y verduras) 10,00€, Jun (tortilla de marisco con verduras) 10,00€ o el Rosgui (ternera a la barbacoa) 14,00€.
Tukkbokki (pasta de arroz picante con verduras) 10,00€ o sus famosas sopas como el Budezzige (sopa picante con salchichas, kimchi y pasta de arroz) el Udon (sopa con fideos) o pescados como el Sengson Jorim (pescado con salsa de soja) 14,00€ o el Usam Bulgogi, un plato delicioso compuesto de carne, calamares y verduras con salsa picante 13,00€. Para rematar un exquisito té con limón confitado típico de corea.
Hay dos cubiertos básicos en la comida coreana: la cuchara “para la sopa” y los palillos “para la comida en porciones”, pero a diferencia de los japoneses o los chinos, los palillos coreanos siempre son metálicos. Hay algunos aspectos que podrían mejorar, como son la decoración del sitio, pero sin duda Moon es un sitio al que volveré pronto para probar más platos de la carta que se quedaron en el tintero. Una cena para dos nos salió por 41,00€. La comida es muy sabrosa y el servicio de diez, así que estoy en condiciones de asegurar que os va a encantar el día que os animéis a probar la extraordinaria cocina coreana. Gracias a Lucia y su familia por hacernos disfrutar. Muy recomendable.
