Avenida 28 de Febrero, 48, 41702 Dos Hermanas
Teléfono: 955 38 37 19
Uno de los precursores indiscutibles del surrealismo, fue Salvador Dalí. Pero ¿En qué se inspiró Dalí para pintar sus famosos relojes derretidos? ¿Por qué le gustaban tanto las moscas? ¿Por qué pintaba hormigas en sus cuadros? Son preguntas que todo amante del arte se ha hecho alguna vez. Dalí cultivaba el arte del buen comer. Se sabe que al artista le gustaba organizar periódicamente opulentas cenas en su casa, algo que dejó plasmado en sus litografías de los excesos pantagruélicos, donde se ilustra el universo “grotesco” y “onírico” que caracteriza al artista catalán. En los últimos años se han abierto en Sevilla locales novedosos con apuestas arriesgadas que se convierten en verdaderos fenómenos virales. Este es el caso de Dalí Cinema, un establecimiento que rinde homenaje al famoso artista a través de una estética colorista de mundos idealizados llenos de fantasía. Pero ¿Cómo se convierte un clásico mesón (Sierra de Aracena) a las afueras de Dos Hermanas, en este extravagante despliegue decorativo?.
En los años posteriores a la pandemia, los hermanos Andrés y Javier Gil Serrano, le echaron el ojo a este local de Dos Hermanas. Ellos sabían que el establecimiento tenía ciertas dificultades: La primera es que no está en un sitio frecuentado y, la segunda es que no tiene terraza. La única alternativa que les quedaba si querían atraer al público era hacer algo diferente…y así apareció la figura de Dalí. Seis meses tardaron en poner en pie el proyecto, pasando primero por Figueres (Cataluña) para ver el Museo Dalí y empaparse de la vida y obra del artista. Para poner en pie este proyecto, ha sido fundamental la experiencia en la construcción de Javier. Lo cierto es que la entrada no puede ser más común; ladrillo visto, para una fachada poco vistosa, con algunos veladores que aprovechan el acerado de la calle. Todo cambia cuando se cruza la puerta principal: Impresiona su gran salón multicolor, con sillas que cuelgan del techo. El espacio se divide en cuatro comedores. Uno principal, donde está la cocina y la barra de servicio, que simula como una especie de plaza que da entrada a un cine. Las paredes están adornadas con cuadros famosos y elementos representativos de la obra de Dalí. A la izquierda, un segundo salón decorado con flores gigantescas y a la derecha otro reservado con los techos llenos de paraguas sin tela o piernas y manos de maniquíes que salen de las paredes. Al fondo, el comedor mejor ornamentado, con recreaciones de algunas de las obras más conocidas: La persistencia de la memoria, La tentación de San Antonio o los tigres voladores, entre otras.
La imaginación desbordante de Dalí Cinema, podéis encontrarla también en su vajilla: El jamón llega sobre una pata de jamón dorada, las croquetas se sirven en hueveras, el risotto debajo de una gran seta que se destapa cuando llega a la mesa, los tacos reposan sobre las caderas de una muñeca con forma de cochinita, el tataki se sirve en una barca roja con hielo seco y la torrija debajo de un capirote de nazareno. Pero en Dalí Cinema se cuida también la materia prima. El pescado y el marisco llega desde Huelva (Pescadería Rubén) y las carnes son de Desiderio en Morón. El jamón y los embutidos de la marca Tartessos de Huelva. Pero vamos a lo que nos interesa ¿Cómo es su cocina?. Lo cierto es que la cocina es correcta pero nada extraordinaria. Los platos abusan en exceso del kimchi y de la Sriracha, son escasos en cantidad y caros en precio. Si no queréis “experimentos”, siempre podéis pedir jamón del bueno 14,00€, gambitas de Huelva 12,00€, las croquetas están muy buenas 9,00€ o algo de carne, pero a la hora de elegir algo diferente, el sitio no sorprende en absoluto. Un “totum revolutum” de carta, donde no faltan las insistentes gyozas 9,00€, niguiris 10,00€, pasta japonesa, tataki 11,00€, tartar 10,00€, tacos 7,00€ o risotto 10,00€, algo que podéis encontrar en estos tiempos en cualquier restaurante del centro. Todo correcto, nada especial. Carnes como el tataki de presa de bellota 15,00€, entrecot de ternera 20,00€, T-Bone 65,00€ o el ostentoso Tomahawk con oro 180,00€. Pescados o mariscos de temporada y postres como la torrija nazarena 7,50€, el tiramisú 7,00€ o el cookie en tarro 5,50€, además de un apartado especial para niños. Nuestra cuenta para tres personas, sin pedir nada especial, 85,30€. Os dejo la carta completa.
En definitiva, Restaurante Dalí Cinema es un sitio para disfrutar del espectáculo de una decoración divertida y original, pero la comida no presenta demasiados argumentos. No os diría más de lo mismo, pero casi. El servicio es joven, súper agradable y muy profesional. La comida sale muy rápida, bien de temperatura y presentación. Lo cierto es que Dalí Cinema es posiblemente el restaurante más “instagrameable” de la provincia, pero su publicidad me había generado tantas expectativas que, al no cumplirse, me ha resultado algo decepcionante. El precio está por encima de la media para el sitio donde esta ubicado, y lo mismo no se trata solo de bajarlo, pero sí ajustarlo con la calidad, cantidad u ofrecer un extra que lo justifique. Creo que en estos tiempos, la especialización es la clave del éxito. Sin duda, lo más complicado es encontrar aquellos productos que funcionan, pero una vez se da con ellos, el negocio será redondo. Tener una carta enorme, en la que cabe todo, para intentar agradar a todo el mundo, es inasequible e innecesario. A pesar de todo, me alegro que el negocio este funcionando, pero espero que en lo referente a la cocina, encuentren su camino. Lo mejor es que vayáis a conocerlo de primera mano para poder opinar.
No sé con qué compara el precio y calidad. Pero comer tres personas por 85€ en un restaurante, a mí me parece un buen precio!!
Si te has quedado con hambre o no te ha gustado algo lo de pagar 30 euros por persona es un poco doloroso. De todos modos, no quieras hacer pagar a los clientes lo mismo que un restaurante que paga un alquiler en zona exclusiva o que tiene el doble de personal… por no hablar de la comida, que de eso no voy a hablar.