Restaurante Taplato

Calle Juan Rabadán, 14,  41002 Sevilla
Teléfono: 954 97 50 42

Sevilla es una ciudad vibrante y llena de historia que se ha convertido en un destino imprescindible para los turistas que buscan sumergirse en su rica cultura y su gastronomía excepcional. La capital andaluza, famosa por su patrimonio arquitectónico y su animada vida nocturna, también destaca por una oferta culinaria que hace las delicias de todos los paladares. En el corazón de San Lorenzo, un barrio donde el tiempo parece susurrar historias entre sus calles estrechas y empedradas, se encuentra Taplato, un restaurante vinculado a la histórica bodega San Lorenzo, un emblema sevillano que, con más de 150 años de historia, sigue ofreciendo a sus comensales una experiencia única. La corta historia de Taplato está intrínsecamente ligada a esta icónica bodega fundada en 1864 por la familia González. Con el paso de los años, la bodeguita pasó por diferentes manos hasta llegar a ser propiedad de Ricardo Laguillo en 2019. A pesar del cambio de propietario, la tradición de este establecimiento se ha mantenido intacta. Sin embargo, Laguillo decidió modernizar el concepto abriendo un espacio situado justo frente a la bodeguita, que fusiona la cocina tradicional andaluza con una propuesta innovadora, respetando los sabores andaluces. Tuve el privilegio de asistir a Taplato invitado por la Sociedad Gastronómica La Tertulia de Rodrigo, un selecto grupo de amigos apasionados por el arte culinario, que se congregan el primer martes de cada mes para compartir no solo sus impresiones sobre la gastronomía, sino también para dialogar sobre cualquier tema, desde lo trivial hasta lo más profundo, incluyendo la política. Al llegar, me encontré que solo nosotros éramos los comensales, no había público, lo que hizo que la experiencia fuera completamente distinta a mis habituales salidas gastronómicas. Una experiencia estimulante y enriquecedora, donde la conversación y el intercambio de ideas brillaron más que los propios platos que llegaron a la mesa.

Lo que hace a Taplato verdaderamente especial no es su cocina, sino el ambiente que ofrece a sus comensales. El restaurante ha sido concebido con un diseño que fusiona la tradición sevillana con toques de modernidad y elegancia. Al ingresar a Taplato, los visitantes se sienten bienvenidos en un espacio sofisticado y acogedor, donde cada rincón está pensado para invitar a la relajación y disfrutar de una experiencia gastronómica de calidad. La decoración, cuidadosamente seleccionada, mezcla elementos rústicos, como las estanterías hechas con cajas de vino, con detalles contemporáneos, creando una atmósfera cálida y envolvente. Los techos con perfileria oscura generan una sensación de contraste elegante que se complementa con detalles modernos como las lámparas metálicas de estilo industrial, logrando una atmósfera armoniosa y acogedora. Muebles y mesas de madera oscura que ofrecen un entorno cómodo y elegante, ideal para disfrutar de una comida o cena en buena compañía, mientras se saborean platos de la gastronomía sevillana. Las grandes cristaleras aportan mucha luz al espacio, pero exponen en exceso el interior del restaurante.

El compromiso de Taplato con la excelencia es evidente en cada plato, donde se emplean ingredientes frescos y de la más alta calidad. Sin embargo, a pesar de la dedicación en cada detalle, la experiencia parece quedarse corta, dejando un sutil anhelo de algo más que no termina de materializarse por completo en la mesa. La carta de Taplato es un reflejo de la diversidad gastronómica de Andalucía, donde se combinan recetas tradicionales con creaciones innovadoras. Entre los platos más destacados se encuentran el tartar ibérico de jamón y salchichón 14,70€, el foie casero de oca 17,50€; el risotto de Gorgonzola, peras y nueces 14,80€, carpaccio de langostinos con carbonara de mejillones 15,00€, el revuelto marinero 16,20€, brioche de carrillada con espuma de patata 13,00€, puerro confitado con romescu 8,70€, gratín de bacalao 15,50€ o los chipirones con crema de foie 14,80€. Carnes como el solomillo ibérico 17,50€, lomo bajo 26,50€, rabo de toro 19,00€, serranito de presa ibérica o el carpaccio de presa 15,00€. De pescados tenéis el taco de bacalao con crema de calabaza 16,50€, pulpo braseado 17,50€, tataki de atún 17,00€, lomos de rodaballo 19,70€ o salmón marinado 18,00€. Y para finalizar la experiencia, el helado de yogurt y crumble, tarta de turrón y caramelo salado o la sopa de chocolate blanco con fresas flambeadas 6,50€, para redondear la velada. Nosotros tomamos un tomate con bacalao, una combinación que, a pesar de sus prometedores ingredientes, no lograba unirse de manera armónica. Muy ricos el revuelto de bacalao y la alcachofa con jamón. El tataki, por su parte, resultó bastante insípido, careciendo de la intensidad de sabores que uno esperaría de un plato de este tipo. Para unos lubina, y para otros presa ibérica, acompañada de sus patatas, que resultó algo seca, como si hubiera estado esperando demasiado tiempo a que concluyéramos nuestra conversación antes de ser servida. Un surtido de postres, de esos que suelen ofrecerse en las bodas, con una presentación poco agraciada. 55,00€ por persona para una comida notablemente mejorable.

Taplato no es simplemente un restaurante; es un espacio donde los comensales pueden vivir una experiencia que va más allá de la comida. Su propuesta gastronómica fusiona de manera innovadora los sabores tradicionales de la cocina andaluza, y su ambiente, sofisticado y acogedor, invita a relajarse y disfrutar. Taplato se ha ganado un lugar en el corazón de San Lorenzo, convirtiéndose en una opción atractiva para quienes buscan un toque de frescura sin perder la esencia de la tradición. Sin embargo, como en cualquier lugar que aspire a ofrecer una experiencia destacada, existen algunos aspectos que podrían mejorar. Si bien el ambiente y la creatividad son notables, algunos detalles en la ejecución de los platos y la armonía de los sabores, aún dejan espacios de mejoras. Taplato es un lugar con potencial, por eso estoy seguro que con algunas modificaciones podría elevar aún más su nivel y ofrecer una experiencia verdaderamente impecable. A pesar de estos posibles ajustes, este establecimiento sigue siendo una parada recomendable, especialmente para aquellos que desean disfrutar de los sabores de Sevilla con una propuesta que respeta la tradición, pero invita a la innovación. Sin duda, es un sitio con mucho que ofrecer, y con el tiempo, podría llegar a ser una referencia aún más sólida en la oferta gastronómica local.

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3 Comentarios

  1. Una gran crónica, con muchos detalles que ofrecen una panorámica muy completa para conocer el restaurante, e invita a visitarlo.

  2. Chencho: Ha sido un placer compartir contigo mesa y mantel (espero lo podamos repetir en un futuro). Y no puedo estar más de acuerdo con todo lo comentado.

  3. Gracias y ha sido un placer compartir mesa y mantel contigo. Estupenda crónica. De los platos a compartir coincido en destacar las alcachofas con jamón, aunque el tomate con bacalao me resultó rico. En el plato principal yo elegí corvina (no lubina) y me resultó exquisita. Un abrazo.

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