Ruota arroces

Avenida de Andalucía, 41950 Castilleja de la Cuesta
Teléfono: 648 87 86 19

Si hay alguien más susceptible que los valencianos con la paella, estos serán probablemente los italianos con su comida típica. Muchos de nosotros hemos oído hablar de las explosiones de indignación que sufren los italianos cada vez que ven unos carbonara con nata, una pasta de marisco con queso o una pizza con piña. En general, los españoles hacemos mal la comida italiana, pero estoy seguro que podemos encontrar muchos paisanos expertos en cocina transalpina. Durante la última edición del Concurso Internacional de Paella Valenciana celebrado en Sueca, personas de distintos países compitieron por la elaboración de la “mejor paella del mundo”. Y aunque la paella es el plato nacional por excelencia, este año el premio a la mejor preparación lo ganaron dos jóvenes mexicanos. Todos los participantes contaban con los mismos ingredientes y tiempo de elaboración, pero la receta mexicana fue la que conquistó el corazón y el paladar de los integrantes del jurado, hiriendo así nuestro orgullo patrio. Y es que si alguien piensa que este emblema gastronómico solo es capaz de hacerlo bien un compatriota, se equivoca de lleno, y más aún si eres yerno del maestro arrocero Carlos Otaola, como es el caso de Alessandro Rudas, un hostelero italiano casado con Carla Otaola, uno de esos apellidos íntimamente unidos a los mejores arroces de la ciudad. Alessandro aprendió a elaborar arroces junto a su suegro y ya lleva más de un año al frente de su propio local de Nueva Sevilla, un espacio que a pesar de no tener salón interior, cuenta con una gran terraza perfecta para los días de sol.

Nacido en Cerdeña, Alessandro estuvo trabajando en hoteles de lujo como el Hotel Pitrizza a Luxury Collection Hotel en Costa Smeralda. Fue manager en Piccolino Collingham, una cadena de restaurantes exclusivos en Reino Unido con especialidades italianas clásicas, y en Bice Mare, restaurante italiano en Dubái. Conoció a Carla en Liverpool y en 2017 llegó a España, concretamente a Tarifa, para trabajar en la Arrocería Otaola del municipio gaditano. El nombre de Ruota surge de la unión de los apellidos de la pareja, pero además significa “Rueda” en italiano, algo que podría achacarse a la forma de la paella (recipiente). Alessandro aprendió de su suegro todos los secretos de nuestros arroces y se empapó de los conceptos estéticos antes de decidirse a poner en marcha su propio negocio en el Aljarafe. El espacio interior de Ruota es pequeño, con una gran terraza cubierta por sombrillas en la que los fines de semana caben hasta 70 personas. A la entrada del local vemos un expositor de paelleras y una gran barra de servicio delante de una cocina con varios fuegos, donde este cocinero sardo mantiene caliente varios tipos de caldos para los distintos arroces. La terraza se abre en un ensanche de la zona peatonal del Pasaje del Guadalquivir, en los bloques bajos de Nueva Sevilla. Su idea en un futuro es remodelar el local, adaptándolo a las necesidades del negocio.

En el capítulo de entradas encontramos las ensaladillas de pulpo o de gambas, unas extraordinarias “papas aliñas” (Mejor tapa clásica de la Ruta de la tapa de Castilleja de la Cuesta) o el plato de tomate “aliñao”. Las cazuelas de gambas al ajillo, alcachofas con gambones o las almejas al Jerez s/m. Frituras sevillanas de boquerones al limón, croquetas variadas, chocos fritos, lagrimitas de pollo o los gambones con salsa sweet chili. Revuelto de espárragos con jamón y gambas, tataki, presa ibérica con patatas o hamburguesa con patatas. Pero donde realmente destaca Ruota es en sus arroces de estilo clásico, tradicional. El arroz de Ruota posee un delicado sabor, gracias a un sabroso sofrito, el grano está en su punto óptimo y se desliza en el paladar dejando ese gusto propio. En cierto modo, el arroz bomba del Molino de Roca que utilizan, facilita esta transmisión y respeto por los sabores que traspasan los ingredientes, con las notas especiadas del pimentón y del azafrán. Una paella finita, de una sola capa, que podemos subrayar entre las más ricas de la provincia, y eso que se elabora a gas, una cuestión que merma algún ápice de las que se hacen a leña. Paellas Abanda 12,75€ pp, arroz negro con marisco 16,50€ pp o con carabineros 22,00€ pp, del señorito 15,00€ pp, con bogavante 21,50€ pp, la paella valenciana 16,00€ pp, de verduras 14,50€ pp., la ibérica 16,50€ pp, arroz con boletus y pato 17,00€ pp. o incluso arroz a la cubana con tomate y huevo 10,00€ pp. Cuatro arroces caldosos: Sanluqueño 146,00€ pp, de bogavantes 21,50€ pp, de carabineros 21,50€ pp. o el de boletus y pato 17,00€ pp. y tres fideuás, todas tanto para llevar o consumir in situ en el local. Nuestra cuenta para cinco 103,60, incluida tarta de queso y chupito final. Unos 20 euros de media.

Es indiscutible que tenemos unas de las mejores cocinas del mundo, pero no podemos caer en el “chovinismo gastronómico”, creencia narcisista de que la gastronomía de “mi” país o región es mejor o superior en cualquier aspecto, denigrando al resto. Los países bañados por el Mediterráneo tienen una enorme suerte de la que no todos gozan: Productos espectaculares, tradiciones gastronómicas muy arraigadas y grandes profesionales de la cocina. La primera regla de un arroz es hacer un buen fondo, que es lo que le aporta el sabor. Otra de las claves está en elegir un buen grano y los mejores productos de nuestros campos y costas. Alessandro elabora exquisitos arroces como mínimo para dos personas y prepara por encargo arroces para eventos de grupos. En Ruota podéis disfrutar de puro mediterráneo en el paladar o como se dice aquí, de gloria bendita. Lo cierto es que nos ha encantado y a partir de ahora lo tendremos muy en cuenta para las celebraciones familiares. Tenéis que conocerlo.

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