Calle Pablo Picasso, 5, 41980 La Algaba, Sevilla
Teléfono: 613 66 86 67
La Algaba está situada en el margen derecho del Guadalquivir, en la Comarca de la Vega y a unos 10 km de la capital. Los árabes la llamaron Al-Gabab, el bosque, por su antiguo paisaje ribereño. Y es que el río Guadalquivir es el protagonista indiscutible de La Algaba. A su paso por este municipio el río adquiere una anchura considerable entre sus dos orillas, rodeadas de numerosas huertas de naranjos y enormes álamos que se inclinan sobre sus aguas. La pesca en sus orillas es una actividad habitual entre los lugareños. Hoy en día, La Algaba es elegida como ciudad dormitorio. Tanto por su historia, su patrimonio como por sus tradiciones, esta localidad es un destino turístico muy interesante. La oferta gastronómica de la Algaba es rica y variada, invitando al visitante a saborear sus famosos bocados de pringaíta con pan prieto, el pan preñao, el cocido algabeño en invierno o los dulces artesanos algabeños, como los pestiños y el piñonate. Y, cómo no, la naranja. Este pueblo es pionero en Sevilla en el cultivo de cítricos y una de las localidades con mayor producción de naranjas de toda la Vega.
Lo cierto es que hacía tiempo que no veníamos por esta comarca para disfrutar de algunos de sus interesantes negocios hosteleros. Me preguntaba José Miguel como los había conocido. En primer lugar porque la buena cocina termina trascendiendo incluso, como es el caso, no se hayan preocupado de darle presencia en redes. Y segundo, porque creo que después de tantos años, he desarrollado un sexto sentido para encontrar sitios interesantes para tapear en Sevilla. Hoy os traigo un bar de pueblo y negocio familiar algabeño que seguro os va a encantar. Al frente de este proyecto encontramos a José Miguel López, un joven cocinero que estudió en la Escuela de hostelería Gambrinus de Sevilla. Tras salir de la escuela pasó por ciudades como Pamplona o Granada (El Claustro, Hotel Palacio de Santa Paula), y estuvo trabajando en Sevilla con cocineros de prestigio como Jorge Manfredi (Dmercao), Antonio Bort (La Raza) o Enrique Sánchez (Tragaldabas), antes de poner en marcha hace ocho años Sabores, un negocio que comenzó peleando con sus padres, Manuel y Luisa, y sus hermanos. En la actualidad José Miguel gestiona el establecimiento y se encarga de la cocina ayudado por su madre, que reparte tarea con la cocina de la Hermandad del Rocío que lleva su padre. La aceptación local y el emergente público que se acerca a comer, sobre todo los fines de semana, sirvieron de acicate para seguir creciendo hasta convertirlo en un proyecto consolidado.
Sabores está ubicado junto a la Plaza de toros de la Algaba, muy cerca de la Torre de los Guzmanes, en una bonita calle peatonal engalanada de naranjos, con una gran terraza por la que se distribuyen un buen número de mesas, y que es su principal disfrute. Un amplio salón interior se ha incorporado recientemente al local original, añadiendo metros y mesas al total de comensales que pueden sentarse a la vez. Tanto en su terraza exterior, como en el interior, es un lujo disfrutar de una cocina bien elaborada, con recetas creativas, bien cocinadas y con buena presentación. Al amplio bagaje en los fogones de José Miguel, se suman los acreditados proveedores con los que trabaja cada día. Marcas como Carnes Desiderio, Ostreasur, Frutas Torres e Hijos o HiperOriente para los platos más exóticos. Todo para darle forma a una pequeña oferta que se complementa con un fuera de carta que cambia con frecuencia. Entrantes como ensalada de pollo frito y mostaza 4,90€, ensaladilla de langostinos 4,50€, patatas aliñadas con salmorejo 3,90€, patatas bravas caseras 3,90€, croquetas sabores (hechas por ellos) 3,90€, magnum de foie 4,90€, taco de langostinos 4,80€ o ravioli crujiente de alitas 4,90€. Tostas de salmorejo con huevo de codorniz y jamón o la de caballa con pimientos 7,50€. En caliente podéis pedir el solomillo en varias salsas (carbonara, whisky o brava) 4,60€, chipirones y su amiga 4,60€, salmón con pipirrana 10,00€, fideos tostados con alioli de pera 5,00€, lasaña crujiente 7,50€, patatas con huevo y trufa 7,50€, arroz meloso de carrillá 9,90€, hamburguesa 7,10€ o hamburguesa de pollo asado 7,50€. Fuera de carta probamos un exquisito wok de solomillo de vaca 12,50€. De postre, tarta de queso con helado de mascarpone 4,50€, helado de pistacho con algo de chocolate 4,50€ o la torrija de brioche 5,70€.
El arte del tapeo pasa indudablemente por la tradición. Por esa razón, hay muchos pueblos y ciudades, sobre todo en el interior de la provincia, que son muy reacios a admitir tapas creativas. Dice José Miguel que aunque la Algaba es un pueblo difícil para salirse del tapeo secular, sus clientes ya están acostumbrados a encontrarse elaboraciones singulares. Poco a poco va introduciendo platos difíciles de encontrar en otros negocios del municipio. Este joven chef ha demostrado versatilidad y consciencia, afianzándose en estos años como una promesa de la gastronomía de la comarca, gracias a esta aventura que ha convertido un bar de pueblo en un establecimiento que va más allá del entorno. Buena comida, buen precio y servicio profesional y simpático, que ayuda a que se pase un buen rato mientras se degustan sus platos y raciones. Yo no necesito nada más. Por eso puedo deciros, sin temor a equivocarme, que Sabores es una estupenda opción si estáis de tapas por la Comarca de la Vega. Gracias a José Miguel y a Miguel por su hospitalidad. Volveremos.