Calle Pagés del Corro, 57, 41010 Sevilla
El 8 de julio de 1817 un bonito barco de madera barnizada remontaba el Guadalquivir desde Sanlúcar a Sevilla con 97 personas a bordo. El “Real Fernando” fue el tercer barco europeo de vapor en hacer una travesía marítima. El desplazamiento entre las dos ciudades se recortó de los 8 días a pie a nueve horas en este barco de vapor. Más de 200 años después, el empresario Fran Senra nos acerca un poco más si cabe estas dos localidades con un nuevo proyecto puesto en marcha en la zona de Triana conocida como La Cava y que desde 1893 recibe el nombre de Pagés del Corro, en agradecimiento al que fue Teniente Alcalde de Sevilla, el gran impulsor de mejorar las condiciones higiénicas de Triana. El nombre de esta remozada taberna hace referencia al langostino que está mudando la piel. El chiguato no es ni más ni menos que el langostino pequeño o mediano que muda su caparazón, circunstancia que se da mayormente entre los meses de septiembre y noviembre. En otra época, estos crustáceos se desechaban y ni siquiera se llegaban a poner a la venta en las subastas de la lonja de Bonanza. Hoy en día es un manjar, y su pequeña producción le da aún más valor.
Pero, ¿Quién es Fran Senra y porque su apertura ha causado tanto revuelo en la Capital Hispalense? Fran es el ideólogo de la empresa de alimentación Conservas Senra, especializada en guisos tradicionales de Sanlúcar de Barrameda en conserva. Conocimos a Fran en el verano de 2018. Senra es un sanluqueño que estudio Ciencias de la información en Sevilla y que ha vivido en ciudades como Nueva York, Chicago o Madrid. Después de trabajar en departamentos de Marketing y Comunicación de varias empresas durante años, se cansó de estar fuera de su tierra, a la que adora. Echaba de menos sus raíces, su familia y sus amigos. Añoraba su gastronomía, vinos y tascas. Necesitaba volver a la calidad de vida que siempre había tenido. La típica morriña que acompaña a todos los que están lejos de su tierra. Su padre fue Presidente de los armadores de Sanlúcar durante más de 20 años, y su madre la cabeza pensante de la familia, además de una gran cocinera. Hace unos años, Manolo Ceballos, amigo y profesor de la UCA, le dio la idea, entre manzanilla y manzanilla, de llevar a cualquier rincón de España la cocina marinera de Sanlúcar. Fran tenía los ingredientes para dar ese paso, desde su familia hasta su propia experiencia en empresas del ramo, y se animó a emprender la aventura. Más de un lustro después acaba de cumplir otro de sus sueños, abrir en Sevilla lo que él llama “Embajada Sanluqueña” junto a su socia y compañera Isabel Dobón.
El diseño de decoración llega de la mano del interiorista Javier Fuster. Un local de unos 100m² que ocupaba una tienda de muebles de cocina, y que ha tenido que ser completamente reformado por cambio de actividad. Las grandes cristaleras de la fachada dan paso a un salón diáfano presidido por una barra amplia en L, con una zona para el corte de jamón y varias botas de Argüeso. Lámparas de mimbre, cuadros con bonitas fotos de motivos sanluqueños, y un reservado al fondo con una escalera metálica de caracol que parece dar a una zona de almacén. Chiguato posee la esencia de las tabernas sanluqueñas, con esa sutil sencillez que tienen los sitios auténticos. La carta que nos ofrece Taberna Chiguato no es muy extensa, pero sí es muy precisa en lo que busca. Tapas para degustar y compartir tranquilo, que no llenan hasta el sofoco, sino que muy al contrario, te dejan con una sensación de ganas de seguir degustándolas, donde lo esencial son los productos frescos y la calidad, y donde los langostinos 6,00€ (2 unid), se fundamentan como claros protagonistas. Fran define esta taberna como un sitio de “Manzanilleo, langostineo, papas aliñas con melva Virgen del Carmen 4,00€, algún guiso como el choco al pan frito o la berza 4,00€, el mejor ibérico (959 de Jabugo) servido con el extraordinario pan de Domi Vélez y los picos de San Rafael”. Buena materia prima acompañada de un servicio rápido y ágil. Y es que trabajar con productos de Sanlúcar posibilita servir primera calidad. Pero si hay algo que llama poderosamente la atención en este local es la selección de vinos. En Chiguato apuestan por potenciar sus productos acompañados de vinos de Argüeso, con dos de sus manzanillas, la E y Viruta; Manzanilla Gabriela de Bodegas Barrero, y también manzanilla de las bodegas Hidalgo La Gitana. Dos blancos, Viña del Carmen 3,00€ y Mar de Argüeso 3,80€, dos tintos, Pierola 3,80€ y Traslascuestas 3,80€, además de Cream, Amontillado, Vermut o P.X 3,00€.
Para apasionados de lo gaditano, para quienes anhelan disfrutar de lo más auténtico de Sanlúcar, para quienes simplemente quieren conocer o rememorar las recetas y productos de una tierra y un mar absolutamente privilegiado desde el punto de vista gastronómico. Para todos ellos ya tenemos en Sevilla una embajada en forma de taberna donde se rinde tributo a la cocina de esa hermosa tierra y a sus ingredientes estrella. “Un cachito de Sanlúcar en el corazón de Triana”. Así se define este establecimiento que pese a estar alejado del aire marinero de Bajo de Guía, bien merece una visita. Fran asegura que “En caso de que la iniciativa funcione, la idea es crear más embajadas en la ciudad”. Ojalá se haga realidad. Gracias por tu generosidad y mucha suerte en este hermoso proyecto.