Calle Zaragoza, 5, 41001 Sevilla
Teléfono: 955 346 655
El ritmo de aperturas en Sevilla cuesta seguirlo; no hay semana sin algún comedor de estreno. Sin embargo, entre tanto ruido conviene no perder de vista esos locales donde hay garantía de una excelente materia prima y un buen servicio. Zaragoza Restaurante es el nuevo establecimiento puesto en marcha por el hostelero Antonio Franco, gerente del famoso restaurante Almoradux en Hinojos, y el cocinero sevillano Jordi Palomo, un experimentado profesional formado en la Escuela de Heliópolis. Un espacio en la calle Zaragoza que ha unido a estos dos empresarios en su anhelo por armar un singular proyecto hostelero. Antonio llevaba muchos años encaprichado con el recinto y para Jordi ha sido siempre un establecimiento icónico, primero como cliente y luego como trabajador. El destino los ha llevado a conseguir su aspiración de darle vida a este espacio fetiche para los dos socios. Y es que cuando un restaurante cae en manos de gente como Jordi y Antonio, no hace falta desearles suerte. Aman su profesión dedicándole todas las horas que sean necesarias. Tienen la formación y la experiencia necesaria y le ponen a todo un toque de pasión con el que nunca se falla. Los sueños, sueños son, pero a veces y sólo a veces, se hacen realidad.
Zaragoza es un restaurante acogedor, de ambiente cuidado, decoración sencilla y estilo contemporáneo, creando un ambiente de confort y simplicidad; despejado, fresco y sutilmente sofisticado. Líneas limpias y claridad sin complicaciones. Colores neutros, grises, negros y blancos, con algún toque de color como las vigas pintadas en naranja. Los techos son de madera oscura, y las lámparas de ratán con bombillas de filamento cuelgan sobre las mesas. En la barra vemos una vitrina expositora refrigerada donde se exhiben los productos frescos del día. Los cuadros de elementos marinos que hay en las paredes son creaciones del artista sevillano afincado en Tarifa David Gómez. Obras hechas con la técnica de Gyotaku, impresión japonesa que reproduce los peces que el mismo captura durante sus jornadas de submarinismo en el estrecho. “Los japoneses de comienzos del siglo XIX creían que el alma del pez se conservaba eternamente en el papel donde lo reproducían”. El local cuenta con una gran barra blanca con bancos altos de asientos de madera, perfectos para un refrigerio informal, y ocho mesas bajas con sillas de textiles vintages para comer más reposadamente. Ambiente distendido, servicio cordial y cercano, sin demasiados protocolos. La carta presenta una serie de propuestas para compartir en su mayoría, a las que se unen diariamente los fuera de carta. Pescados de Huelva y Cádiz que Jordi compra en Pescadería Beli y Pescadería Punta Umbría en la calle Arjona, además de una selección de carnes de la firma Ostreasur de Sevilla o las verduras de Servifruta. Jordi alterna la sala y los fogones, mientras nos cuenta cada elaboración que sale de una pequeña cocina al fondo del local donde trabaja su pareja Noelia Cid.
Cocina tradicional actualizada, sin extravagancias ni postureos, y con sabores reconocibles, contrastando con aquella revolución culinaria de los restaurantes que se llenaban de ingredientes imposibles y sofisticadas recetas. Zaragoza Restaurante apuesta por una materia prima indiscutible y natural. Jordi en un gran valedor de la cocina de mercado que disfruta dando de comer a la gente. Su aspiración es hacer felices a sus clientes y que incluso puedan elegir qué hacer con un buen producto “Aquí se viene a disfrutar”. Su secreto es una propuesta sencilla que Noelia ejecuta con destreza cuando dispara su ensaladilla con camarón rojo 12,50€ o los tiraditos de atún rojo sobre crujiente de tomate y aceituna. Esta semana se pone en marcha la carta de tapas, con chispas de creatividad como el brioche de atún con crema trufada, mini burger de Frisona, hojaldre crujiente con pipirrana de mango o la terrina de cordero lechal con dátiles y bacon, entre otros. Foie micuit aromatizado con Palo Cortao, confitura de frutas tropicales y caviar de vermut 14,00€, un sabroso aguacate en tempura con salmón ahumado 9,50€ o la flor de alcachofa con huevo poché y y crema de jamón ibérico 16,00€. Variedad en chacinas de bellota y quesos. De carne tenéis la costilla de Angus sobre torta del Casar, chuletas de cordero lechal 20,00€, presa ibérica 21,00€ o el picantón escabechado 18,00€. De postre, tarta de queso Payoyo 6,50€, lemon pie 6,50€ o una crema de mango acompañada con helado casero de hierbabuena y granizado de mojito 6,50€. En cuanto a la carta de vinos, una parcela de la que se ocupa personalmente Antonio Franco, ofrecen una amplia variedad de vinos andaluces. La mayoría de las opciones por copa, incluido el champán, el cava o gran variedad de generosos. Nosotros tomamos Ermita del Monte del Colonias de Galeón, un coupage sevillano estructurado, jugoso y de buena persistencia.
Zaragoza Restaurante es una excelente propuesta si os quedáis a comer en el centro de la capital. Jordi y Noelia respetan el producto local y el foráneo, con una especial atención al sabor y sin hacer uso de presentaciones estrafalarias. Bordan una cocina de mercado elaborada donde siempre aportan un toque diferenciador. Elaboración cuidada, gusto por la calidad en los productos y excelente relación calidad/precio, objetivos principales del buen sibarita. La calidez de su ambiente y su oferta gastronómica convierten la visita en una experiencia singular. Un espacio calmado, con un público selecto que no le tiene miedo al precio, con un ticket medio que ronda los 50/60 euros de media. Cumplido el primer mes de actividad, el balance es positivo. Para darle empuje al proyecto, han comenzado una campaña publicitaria encabezada por el material gráfico de mi amigo Manolo Manosalbas. Son conscientes de que la explosión turística de la ciudad durante la primavera no les sirve de referencia, y que en realidad son los meses en adelante (quitando el calor del verano) los que darán una visión más realista de la salud del negocio. Así es esta aventura que acaba de ponerse en marcha en una de las zonas con más proyección gastronómica de la capital. (Aunque ahora estén en obras). Les deseamos toda la suerte del mundo. Gracias por vuestra hospitalidad.
